El 21 de febrero pasado la empresa Rovio anunció el fin de una era: por segunda vez Angry Birds desaparece de las tiendas de aplicaciones móviles.
¿Por segunda vez? Sí, porque de hecho la versión actual ya era una remake del primer juego. El original lanzado en 2009 había sido eliminado de las tiendas en 2014, reemplazado por sus secuelas y spinoffs. Recién a principios de 2022 su remake (titulada Rovio Classics: Angry Birds) permitió a los fans del original volver a disfrutarlo. Es esta versión la que será retirada de la tienda de Android (y escondida con un nombre diferente en la App Store de Apple).
El motivo que ofrece Rovio es insólito: “por su impacto en nuestra cartera de juegos”. En criollo: porque le está robando mercado a otros juegos de Rovio que tienen una monetización más agresiva.
Es que justamente Angry Birds merece ser parte del panteón de los títulos más influyentes de la historia por su modelo de negocio. Por lo menos, por el que eventualmente encontró.
Pioneros del Free to Play
Hagamos un repaso. Por increíble que parezca, cuando Apple sacó al mercado su primer iPhone en 2007, este no tenía una tienda de aplicaciones. Las únicas apps nativas eran las que venían preinstaladas. El plan original era que toda función adicional fuera llevada adelante por aplicaciones web. Sin embargo, la comunidad no tardó en encontrar maneras de desbloquear el teléfono y habilitar las aplicaciones caseras.
Viendo este mercado potencial, Apple incorporó la App Store en la siguiente revisión de su teléfono, el iPhone 3G. Y por un tiempo ese fue el mecanismo de monetización de los juegos móviles: se pagaba por la compra como en cualquier otra plataforma. La versión original de Angry Birds se comercializó de esa manera. Una compra barata, pero compra al fin.
Recién cuando es portado a Android se lanza la versión gratuita monetizada con publicidad. En parte gracias a esta política, Angry Birds explotó en popularidad, generando no sólo millones de dólares de ingresos directos, sino también creando un imperio del merchandising. Durante la primera mitad de la década de 2010 los pajarracos invadieron todo producto de consumo habido y por haber, y usando su popularidad para lanzar series animadas, varios parques temáticos e incluso dos largometrajes.
Sin embargo, Rovio nunca pudo capitalizar demasiado en su campo nativo: los videojuegos. Si bien en el pico de popularidad sus creadores llegaron a decir que los juegos móviles matarían a las consolas, lo cierto es que nunca produjeron un nuevo título que despertara el mismo interés que los primeros lanzamientos de los pájaros..
Mientras tanto, otras empresas mejoraron el sistema de monetización free-to-play. Lo que en Angry Birds era un experimento exitoso, en otros títulos posteriores como Candy Crush fue elevado a una ciencia exacta para manipular la atención (y las billeteras) de los jugadores.
Por supuesto, Rovio intentó incorporar estos nuevos mecanismos… pero se toparon con la realidad que mencionábamos hace un par de párrafos: sus nuevos juegos, diseñados para aprovechar la monetización F2P más agresiva, nunca capturaron la misma atención que los primeros. La única solución fue borrar los originales de las tiendas en 2019. Esto se topó con muchísimas críticas de fans: hacer desaparecer a tu producto más querido no suele ser una brillante decisión de negocios. Tras idas y vueltas, se anunció una remake, que como dijimos al principio de la nota llegó a las tiendas de aplicaciones a principios de 2022.
¿Y las mecánicas?
¿Y por qué es más popular el original que sus sucesores? Es difícil decirlo. A nivel gameplay no es tremendamente original. De hecho, es una síntesis de dos tradiciones de varias décadas.
Por un lado, es heredero de la larga historia de los juegos de artillería. La versión original de esta idea ni siquiera era para entretenimiento: las primeras computadoras electrónicas tenían entre sus principales misiones la de calcular trayectorias de proyectiles durante la Segunda Guerra Mundial. Con el tiempo esa clase de programas se convirtió en un entretenimiento para programadores: ya en los 70s se daba como ejemplo para programar en lenguaje BASIC. Estos eran totalmente expresados en texto: se introducía un valor de potencia y un ángulo, y la computadora devolvía el resultado.
Con la llegada de sistemas más potentes se incorporó la representación gráfica en juegos como GORILLAS para QBasic (que venía con MS-DOS) y Bang! Bang! para Windows. Ahora podíamos ver la trayectoria del proyectil, aunque todavía el control era a través de texto.
El último salto evolutivo antes de llegar a los pajarracos posiblemente haya sido la saga Worms, que incluyó un par de elementos fundamentales: en primer lugar, protagonistas con onda. En segundo, actualizó su sistema de puntería, cambiando el texto por una interfaz para apuntar con teclado/mouse.
Angry Birds tomó la mecánica básica, actualizó el mecanismo de control (adaptándolo a pantallas táctiles), pero cambió el objetivo del juego. En vez de una competencia de eliminación, la mecánica de artillería se convierte en un puzle de física “pasaniveles”, heredero de otros como la saga Lemmings. El resultado de esta síntesis es profundamente adictivo, una gran manera de pasar tiempos muertos en transporte público, salas de espera u otros momentos de aburrimiento pasajero.
Conclusión: es el capitalismo, estúpido
Volviendo a jugarlo en 2023 queda claro el por qué de su cancelación. Angry Birds fue tal vez el primer megaéxito free-to-play del segmento mobile. Ni siquiera fue pensado como un juego gratuito, la monetización fue un agregado posterior. En contraste, Angry Birds 2 es una bestia totalmente diferente. Totalmente acorde a los tiempos, está plagado de distintas monedas premium, opciones cosméticas, publicidades por todos lados y mecánicas pay-to-win. Dado suficiente presupuesto, cualquier nivel es fácil de ganar. No es extraño que Rovio haya decidido priorizar este título frente al original, que sólo podía aspirar a recibir un dólar por jugador.
Pero a la vez, la promesa del capitalismo en la industria cultural es que hacer un marco legal a la medida de las empresas del sector es la manera de tener mejores productos: si tenemos leyes de copyright cada vez más restrictivas y cuidamos ese negocio, el ánimo de lucro va a llevar a que se produzcan mejores títulos. Rovio estaría demostrando que esto sencillamente no es cierto.
Si creemos en la importancia de la preservación artística en el campo de los videojuegos, la desaparición de un título con el peso cultural de Angry Birds es nada menos que una tragedia. Pero no sólo porque sea un evento desafortnunado, sino una verdadera tragedia en el sentido griego: el original queda perdido sin acceso oficial sólo por ser mejor que sus sucesores. En el capitalismo tardío el éxito no se recompensa, sino que amerita la condena al olvido.
Como hacer para jugar Angry Birds en 2023
En fin. Ahora que Angry Birds es abandonware, no está de más repasar las maneras de acceder al título.
En primer lugar, si sos usuarie de iPhone, todavía podés descargarlo de la App Store. El título es Red’s First Flight. Si querés jugar en Android vas a depender de una .apk pirata. Google es tu amigo, no es algo tan difícil de encontrar, pero tené en cuenta que podés poner en riesgo tu dispositivo en caso de instalar un archivo que contenga malware. Ante la duda, consultá. O ejecutalo primero en un emulador de Android para PC, como BlueStacks.
Si querés jugar en tu PC, hay otras opciones además de emular Android. En Internet Archive se encuentran todas las versiones nativas de Windows para descargar (y los códigos para activarlas). También recordá que existió una versión para consolas, Angry Birds Trilogy, que estuvo disponible para Xbox 360, Playstation 3, PS Vita, Wii, WiiU y 3DS. Tanto si tenés una de estas consolas como si querés emular en PC, es otra vía posible.
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Nadie tiene un negocio por amor amor al arte. Un kiosquero no regala mercadería para vivir porque le gusta que venga gente y él le pueda dar algo para consumir. Pressover incluso pide cafecitos para no desaparecer. Altos mandos de PressOver llegaron a criticar a gente que pedía redactores a cambio de experiencia y luego por lo bajo hacen o hacían lo mismo. Se puede conseguir? Si , entonces no desapareció. Distinto sería que fuera algo como dark spore o titalfall
Primero: Aprendé a escribir amigo
Segundo: Francia
Tercero: donde dice que piden ayuda para no desaparecer? A menos que acá en Paraguay se diga distinto que en arg, que yo sepa “pedir apoyo” no es lo mismo que “necesario para no desaparecer” además el ultimo cafecito que tiene es hace mil, así que claramente no viven de eso XD
Cuarto: Pareciera que tenés mucho resentimiento, andabas con ganas de escribir en press over y nunca te contrataron o algo asi?