Asylum es un caso emblemático del desarrollo nacional. Tal vez vos, que hace poco te enteraste que se hacen videojuegos en Argentina, no lo conocés, pero te juro que dentro de la industria local lo tenemos bien presente. Y como hace poco se cumplieron 10 años desde que Senscape arrancó a trabajar en la obra, quisimos hacer un repaso por su historia. Cambio de motores gráficos, Kickstarter exitoso y varias estimaciones de lanzamiento olvidadas. Un relato que merece ser contado.
Tras hacer Scratches con éxito en 2006, una aventura point and click de terror sumamente valorada por la crítica y ambientada en una mansión, Agustín Cordes empezó a idear una especie de continuación espiritual, pero esta vez con un asilo como protagonista.
“En este manicomio la historia es mucho más intrincada que en Scratches, es como que opera en varias capas. Mientras más atención le prestan al juego, más enroscado se vuelve todo”, dijo en una conferencia que dio en la Exposición de Videojuegos Argentina 2013. Donde también contó que Asylum ya llevaba cuatro años en desarrollo, aunque su anuncio se había dado en julio de 2010, cuando incluso IGN se había hecho eco.
El trabajo de Senscape empezó en 2009 con Dagon Engine, un motor propio que Cordes había bautizado en honor a la obra de Lovecraft. Y en pleno proceso, allá por enero de 2013 y cuando ya tenían un teaser jugable, él y su equipo se lanzaron a pedir dinero en Kickstarter, la famosa plataforma de financiación de proyectos.
Tal como hacen hincapié en el final del video que les dejamos abajo, no pedían ni un millón, ni 500 mil, ni 200 mil dóles, sino apenas 100 mil. Con esa plata prometían terminar el juego, crear varias ediciones con libros de arte y lanzarlo para finales de aquel año. Y para su suerte, lograron recaudar 119,426 mil dólares entre 3169 almas que confiaron en su trabajo.
Pero por alguna razón, y según se cuenta en los pasillos de la industria, los problemas con el motor y el estancamiento general de ideas habrían hecho que Asylum se fuera retrasando hasta la actualidad. Cosas que pasan hasta en las mejores familias.
Los ejemplos internacionales son varios, tal vez con The Last Guardian de Fumito Ueda y Duke Nukem Forever son los principales exponentes, pero con la diferencia de que no hay una financiación colectiva de por medio.
¿Qué pasó tras el Kickstarter? Al año exacto (enero 2014) lanzaron Serena, un pequeño point and click gratuito en el que ayudaron varios fans y que todavía está disponible en Steam. Pero, lamentablemente, eso fue lo último que vimos de Senscape por el mercado.
En esos años de silencio, el título se porteó al motor gráfico Unity, y si bien sigue con Agustín Cordes a la cabeza, fue modificando su equipo de desarrollo en varias oportunidades. “Cerramos un año con muchos avances en el desarrollo de Asylum, con un nuevo programador en el equipo y mucho entusiasmo. Estamos muy contentos con el estilo renovado del juego, un tributo a las pelis de terror de antaño y los grandes clásicos de aventuras”, nos contaba el creador a finales de 2017, mientras soñaba con un lanzamiento para finales de 2018.
Pero los años siguen pasando, Asylum alcanzó la década en desarrollo y sigue sin llegar al mercado.
En EVA 2018, por ejemplo, fue el juego encargado de cerrar su Showcase del evento (lo pueden ver en el video de abajo) con una presentación a cargo del propio Cordes, que se subió al escenario para mostrar un gameplay con imágenes dentro y fuera del manicomio, más interacción con personajes y objetos. Además, confirmando un nuevo cambio de motor. “Hace dos años que estamos trabajando con Unreal Engine”, contó. Y luegro agregó: “El personaje va cambiando de estado de ánimo con el avance del juego. Ir descubriendo la historia de a poco es parte del atractivo de Asylum“.
A finales de 2019, Senscape hizo un Livestream con más de una hora de gameplay y a las pocas semanas anunció que había recibido un incentivo económico de Epic Games, dueños de Unreal Engine. Por lo que desde Press Over decidimos incluirlo entre los videojuegos argentinos más esperados de 2020. Siempre con la esperanza de, finalmente, ser testigos de su lanzamiento.