En esta, posiblemente tétrica, representación de lo que pudo llegar a ser el comienzo del ratón más famoso de la pantalla (no, no hablo de Pikachu ni Ratatouille), Mickey Mouse, nos metemos de lleno en los pies de Henry, ex animador de Bendy, una caricatura con una sonrisa en su rostro y una mirada perturbadora.
Para su deleite en esta ocasión les traigo un videojuego de Joey Drew Studios, con muchísimo contenido narrativo, una gráfica soñada y una banda sonora digna de ser escuchada y re escuchada. Personalmente al videojuego lo catalogué como: Turbio – No apto para seres humanos demasiado inocentes.
Bendy es una aventura con jugabilidad en primera persona, muy al estilo AMNESIA. Miedo y suspenso por todas partes, en el que sentís la gota de transpiración recorriendo toda la columna.
Desde el comienzo nos atrapa con su gráfica en tonos sepia al estilo retro. Arrancamos recibiendo una carta de nuestro ex jefe, nada más ni nada menos que Joey Drew, comunicándonos que necesita vernos en la empresa, por lo que acudimos con más dudas que certezas.
Desde que atravesamos la puerta de entrada y nos familiarizamos con los controles, algo que no nos lleva más que unos pocos segundos ya que no difiere un shooter 1ª persona (mano izquierda WASD, mano derecha mouse), iremos explorando las habitaciones de esta ENORME fábrica de sueños, observando como buenos detectives que somos que algo horrible pasó en ella.
Mientras todo va color de rosas (?) y recorremos los distintos sectores de nuestro antiguo trabajo, vamos encontrando grabaciones, en cassette, de ex compañeros indignados con las condiciones paupérrimas de trabajo, enojados por no saber dónde está el jefe, el por qué siguen trabajando en algo que ya pasó de moda y hasta algunos comentan rumores de que la máquina de tinta está creando criaturas vivas.
Si hasta acá no te atrapó, tenés que saber que la fábrica está en un estado de abandono total. Tinta chorreando de todos lados, mensajes en las paredes supuestamente alentadores, muñecos que en su momento fueron el furor del cine y la pantalla cercenados por quién sabe que alma torturada. Y, por supuesto, figuras de cartón tamaño real, de nuestra estrella Bendy detrás de cada rincón, listas para hacernos pegar un grito capaz de llegar a las 8 octavas…
Uno de sus detalles más destacados son los dibujos estilo comic de los años 30 y una narración realmente intrigante, nos adentramos en este cuento de suspenso/terror psicológico donde nosotros somos nuestro peor enemigo. Necesitaremos nervios de acero y 1 o 2 rosarios bendecidos para avanzar en esta historia hororosa que a veces tiene tintes de comedia.
Por otra parte, las luces están muy bien utilizadas, aprovechando un brillo tenue que crea el suspenso. Las puertas que se abren solas, los carteles que aparecen frente a nosotros de manera espontánea, ruidos donde APARENTEMENTE no hay nadie, y “personas” que desaparecen de la nada son efectos que hacen de Bendy una obra de arte.
Como si esto fuera poco, la excelente utilización del fuera de foco y la profundidad de campo al tener “en la mira” objetos cercanos o lejanos, no sólo se convierten en muy buenos recursos de cámara, que no había visto antes en otro videojuego, sino que siguen sumando a la atmósfera aterradora.
Bendy and The Ink Machine consta de muchos mini puzzles que iremos resolviendo para tratar de salir de ahí más rápido que lo que sube el dólar. Cada vez que pensamos “ya debo estar re cerca y ya se termina la tortura“ los creadores dicen: acá vamos a hacer que se desplome el suelo, le aumentamos la dificultad en +30 y el nivel de creepy +100 . Gracias por tanto (en el fondo los odié un poquito).
¿Vieron como las canciones de niños y las circenses si las escuchamos en un tempo más lento se vuelven lúgubres y tétricas? Acá pasa más o menos lo mismo. La música lo es TODO. Crea una tensión constante que te hace hiperventilar y subir el ritmo cardíaco de manera tangencial. El mínimo ruido que escuches hace que saltes de la silla y corras a abrazar a tu gato.
Los efectos de sonido están ubicados con una precisión de cirujano. En el momento justo para hacernos asustar y luego querer mandar al averno a Bendy y toda su prole de amiguis. Si tienen oportunidad, aprovechen para jugarlo con auriculares, sin el ruido del churrero que pasa a las 3 de la tarde. Les garantizo que aumenta muchísimo el nivel de cagazo en sangre.
Bendy es algo fantástico, si sos miedoso como yo, lo vas a disfrutar un montón como vas a querer apretar ALT + F4 y jugar al Animal Crossing el resto del día (aguante Animal Crossing). Vas a rezar por la deidad de turno y quizás no quieras ver a Mickey nunca más…
Joey Drew Studios trajo una maravilla de juego. A pesar de que no es largo, lleva unas 6 horas aproximadamente, es realmente adictivo y no tiene desperdicio alguno.
Hay que admitir que se puede volver repetitivo en algunas cuestiones: tendremos que recorrer los mismos pasillos y habitaciones varias veces buscando los objetos que nos indican los puzzles, apelando mucho a nuestra memoria (siempre está la opción de hacer un mapa, bien a lo vieja escuela).
Nuestro asustado protagonista, a pesar de tener el botón de CORRER, se mueve muy lento, algo que para la ansiedad no ayuda, mucho menos si te están persiguiendo criaturas hechas de tinta.
En síntesis, Bendy es un cuento distinto a lo que solemos encontrar, audiovisualmente hablando. Altamente recomendable para quienes suelen jugar este estilo de títulos como para los que quieren incursionar o salir un poco de su zona de confort.