El mes pasado fue Casual Connect Serbia, uno de los eventos más relevantes de la industria de los videojuegos independientes. Formado por charlas, workshops, showcase, eventos de mingle, fiestas y los Indie Prize, los premios que galardonan a los mejores juegos independientes del mundo.
Casual Connect Serbia, también conocida como Casual Connect Europa del Este, es la más chica de las cuatro que se hacen al año (USA, Europa, Europa del Este y Asia), pero no por eso menos intensa. Los tres días del evento las mesas de meeting estuvieron explotadas de gente haciendo mingle y pitcheando juegos y servicios a diestra y siniestra.
En el showcase los juegos estaban muy buenos, es notable como cada edición se pone más difícil destacarse. Y es evidente que el engine rey de los indes es Unity. La calidad de gráficos, de narrativa y de música fue muy para arriba en los últimos cuatro años. Lo que es una gran noticia para el público, pero un esfuerzo desmedido para el dev que recién empieza.
Además, hubieron videojuegos de todos los colores, hechos por indies de todas partes del mundo y con toda clase de idiosincrasia. Te encontrás con el indie experto que tiene clarísimo que va a hacer negocios directos al hueso. El indie paseandero que sabe que se hacen negocios pero se pierde en la fiesta, se la pone en la pera el primer día y no recupera más. Y el que quiere vender su juego pero no sabe ni cómo ni porqué ni cuándo.
Algo que también pasa en Latinoamerica. Y hago hincapié en el “también” porque muchas veces se piensa que los únicos despistados somos nosotros. Pero no, es un fenómeno mundial. Te lo juro. No nos autoflagelemos. Un gran porcentaje de los desarrolladores indies del mundo en la parte de negocios están como dios los trajo al mundo.
Algo que me llamó la atención de esta Casual es la poca cantidad de estudiantes que asistieron al evento, siendo Serbia un país donde existe la carrera de videojuegos. Y una industria propia bien plantada.
Además, fue menos público local de lo que hubiera esperado. Entiendo que la entrada al evento puede ser cara para un estudiante, pero existen programas que te ayudan con ese tema. Si querés ir y le pones onda, vas. Más teniendo un evento de esa envergadura a 10 minutos de tu casa y no teniendo que pagar pasajes, comida y alojamiento.
Por otro lado, las fiestas (sobre todo la del día dos) estuvieron tremendas. Como siempre.
Si hay algo que destaco de Casual Connect es que el aspecto “casual” hace que se formen vínculos muy buenos rápidamente. No hay que subestimar el poder de saber bailar “despacito” a la hora de hacer negocios.
El país, como siempre, hermoso. La gente te da de comer como si uno fuera un ganso que lo van a hacer paté. Y a la noche se toma Rakija, una bebida que puede tener una graduación alcohólica de 50% y se sirve en vasos de shot. Te tomas 3 y se te complica pararte. Pero es una experiencia que recomiendo vivir. Y, si saber bailar “despacito” servía para generar vínculos, seguirles el ritmo a la hora de tomar con los muchachos de Europa del Este, suma más porotos todavía.
En resumen, Casual Connect Serbia estuvo como la Rakija: Chica, pero pegadora. Y vaya si sirve para hacer vínculos, conocer gente y hacer amigos.