Bienvenides sean al desierto del Mojave, a la segunda edición de esta jóven columna: Política y Diversidad, donde aplicaremos un vistazo a distintos videojuegos y los analizaremos en el sentido de la política ideológica y la diversidad sexo-genérica. Hoy nos tomaremos el tiempo para investigar a Fallout: New Vegas, un juego de rol post-apocalíptico.
¡Si te perdiste la primer nota, no dudes en ir a leerla!
¿De qué estoy hablando?
Fallout: New Vegas es un videojuego de rol de la mano de Obsidian Entertainment, la saga Fallout ya se volvió un clásico de culto en el mundo. La premisa es simple, en un futuro no tan lejano, una guerra entre el capitalismo estadounidense y el comunismo chino dan pie a una guerra nuclear, acabando con el viejo mundo y, con el tiempo, creando uno nuevo: el yermo, donde nuevas civilizaciones nacen a partir de sobrevivientes de la Gran Guerra, salides de búnkeres o simplemente personas muy afortunadas.
¿Dónde estamos?
En New Vegas, nos encontramos más de doscientos años después de ese desastre nuclear que condenó a la humanidad a repetir sus errores, pues por supuesto, la icónica frase de la saga, narrada por el actor Ron Perlman, está más que clara: “La guerra nunca cambia“. ¿En dónde? Como su título lo dice, nos ubicaremos en la zona del sur de Nevada, con cercanía a los despojos de Las Vegas y sus alrededores. Nuestro personaje es une mensajere cuya razón de estar aquí es enviar un misterioso paquete, una ficha de póker de platino.
Ni bien empieza la historia, estamos atades en un cementerio en la noche, frente a dos sujetos con apariencia de motoqueros y un rockabilly con un traje muy refinado. El sujeto elegante nos muestra que él posee la ficha de platino y explica que “el juego estaba armado desde el principio“, apuntándonos con una pistola y jalando el gatillo. Nos despertamos en la clínica del pueblo de Goodsprings, pues milagrosamente sobrevivimos no a uno, sino dos tiros en la cabeza, gracias a las habilidades del doctor local. El verdadero deus ex machina. Nuestro objetivo es simple, encontrar a los hombres que nos intentaron matar.
Las facciones hegemónicas
New Vegas es particularmente famoso por su sistema de facciones, y creo que ahí radica la riqueza política de éste juego, tomemonos un tiempo para analizar a las principales, aquellas que tienen un involucramiento con la batalla final y decidir el destino del territorio del yermo del Mojave, donde existe una puja de poder poderes por la presa Hoover y la energía que genera gracias al río Colorado.
The House Always Wins
La Ciudad Posiblemente Libertaria de New Vegas, ¿un paraíso timbero? ¿Es Mr. House, el autócrata que domina el territorio, el Elon Musk de Fallout? The Strip, como se llama la facción en inglés, es el bando local, un grupo de diversas familias de casinos poderosos liderados por Robert House, un magnate del mundo previo al apocalípsis que por razones misteriosas sigue con vida, pero es que este personaje es sumamente inteligente, pero proporcionalmente ambicioso para sus propios motivos. Esta facción busca que el territorio y los recursos de New Vegas sean sólo para su propio beneficio.
El objetivo final de House es crear una utopía del mercado:
“Dame 20 años, y voy a reavivar los sectores de desarrollo de alta tecnología. 50 años, y tendré a gente en órbita. 100 años, y mis naves coloniales irán hacia las estrellas […]”
Sin embargo, House, como mencioné al principio, es un autócrata, y como tal, buscara a mano dura lograr cualquier medio para su fin, buscando beneficiarse de la guerra girando alrededor de la presa Hoover, convirtiendo en sus oponentes políticos en clientes o polvo.
Al Cesar lo que es del Cesar
Al este, se encuentra la legión de Cesar, cuyo totalitarismo esclavista supuestamente se impulsa a través la dialéctica hegeliana y una clara inspiración en el Imperio Romano, ¿es Cesar un déspota cosplayer de los romanos antiguos? La utopía en ésta facción radica en la seguridad que ofrece en el mundo pos-apócaliptico. Es un totalitarismo basado en dos cosas, ser un esclavo o ser un guerrero. Subir de rango significa que sos más fuerte, inteligente o superior a los demas, y digo “los” porque es una sociedad en donde la mujer no puede ser una guerrera (excepto claro, si sos la protagonista del juego).
Veni, Vidi, Vici
La sociedad propuesta por Cesar es probablemente la mas fuerte y segura de entre todas las facciones, y la capacidad de supervivencia que tiene es impresionante. Pero éticamente no son lo óptimo dentro de las elecciones del juego, de hecho, son sorprendentemente crueles, aunque no son los únicos. Como el líder de la facción dijo, refiriéndose a su inspiración estética para su Legión:
“En Roma encontré un molde para una sociedad igual a los desafíos del mundo pos-apocalípticos […] estableciendo una Pax Romana.”
El jugador puede preguntarle a Cesar “¿Qué significa Pax Romana?”
“Significa una cultura nacionalista, imperialista y homogénea que destruye la identidad de todos los grupos que encuentra.”
Y después me preguntan por qué no juego esta facción.
El Leviatán
Al oeste, la Nueva República de California, una burocracia progresista con problemas para sostener a su propia gente y con una sed expansionista similar a la de sus rivales en el Este, pero claro, en New Vegas hay poder y mucha electricidad que un estado de esta magnitud, en tiempos de crisis, necesita. La NRC (O NCR en inglés) es una democracia federal y representativa que se basa en los valores del mundo pre-apocalíptico de la libertad y el imperio de la Ley. Esta facción es sumamente particular y es donde une mas encuentra contradicciones, ya que es generalmente la facción que primero se elige, y de las más populares en la comunidad.
Contradicciones típicas de une Californiane
Por un lado es una sociedad lenta, por el otro es un gigante político y militar que permite que progresivamente, las mujeres, los homosexuales y los mutantes tengan más derechos, que de a poco, al perder a su gran líder, se van erosionando. Finalmente, los rancheros de Brahmin, las vacas mutantes de este juego, tienen poder político, y los congresistas y senadores, que ya tenían internamente sus problemas de corrupción, se vuelven más vulnerables. Los valores de esta República, este conglomerado de Estados, se va perdiendo, y hoy en día nos encontramos con un leviatán que está dispuesto a jugar sucio para tener lo mejor para su pueblo.
No gods, no masters
Una inteligencia artificial llamada Yes Man puede ayudarte a que New Vegas sea independiente, una fantasía anarquista en la que la gente del territorio no será subyugada por una potencia política y le jugadore decide el destino de las facciones menores, pero… ¿A qué precio? El precio es que nunca es suficiente. Sea cual sea la facción que elija, sea de las principales o las secundarias, nunca, pero nunca es suficiente. Acá no hay finales felices, acá siempre va a haber un faltante. Y esa es la enseñanza base de la política de New Vegas. En el yermo no hay finales felices, solo gente tratando de sobrevivir a los demonios del viejo mundo y los del nuevo.
Estrellas en los ojos y un guante neumático
En toda esta guerra de facciones, en la intersección de dos rutas al sur de la ciudad de New Vegas, se encuentra una mujer encapuchada con ropajes inusuales, desgastados por el ir y venir, un guante neumático, un arma mortífera del mundo de Fallout, la vuelve intimidante. Una recadera de la facción de la Hermandad de Acero, según te explica cuando demostrás ser de confianza, Verónica es un personaje muy particular en el contexto que describí anteriormente.
Su familia, como ella les llama, están en aislamiento total en búnkeres ocultos pues la situación allá afuera no fue favorable para elles. La icónica facción, o lo que queda de ella en el Mojave, puede resultar interesante, pues su questline gira alrededor de si ayudarlos a quedarse aislados o bien salir afuera y hacer de las suyas. Esto resulta en escuadrones acosando a viajeros cuya posesión de tecnología la Hermandad considera peligrosa si no está en sus manos (nuevamente, nada es perfecto, nunca es suficiente).
Volviendo al arco personal de nuestra compañera, ella se encuentra frustrada con las contradicciones de su familia de Acero. Según ciertas decisiones que tomemos a lo largo del juego, va a intentar demostrar que la Hermandad puede mejorar, pero no logra nada. Finalmente, ella tomará una decisión, abandonar la dogmática sociedad o retirarse y nunca volver. En la segunda decisión, si ella decide unirse a la facción Seguidores del Apocalipsis (El equivalente a médicos sin fronteras en el Yermo), se encontrará que como consecuencia, un escuadrón de la Hermandad aniquiló a un puesto de avanzada de les Seguidores. Esta es la gota que colma el vaso, Verónica nunca más pondrá un pie en el bunker oculto. Ella va a seguir con vos hasta el final, o no. Pero si te sigue, su destino dependerá de las misiones anteriormente mencionadas.
Por último, Verónica es lesbiana, lo cuenta con completa apertura y te habla de una amante que se fue lejos. Quise investigar más sobre esta decisión narrativa pero no tiene suficiente profundidad. Y esto me resuena bastante, así que decidí meterme en foros. Lo que más destaca es ver gente claramente heterosexual aplaudiendo que la expresión identitaria de les personajes gay de este juego es “normal”, es decir, que cualquier característica de la cultura queer no se encuentra. Discursivamente están escritos de una forma heteronormada. Busca apaciguar al discurso de odio poniendo estos aspectos en un plano menor, sutil, tapado, casi con vergüenza.
I could make you care
Me interesa tener un encuentro con aquellas personas que diseñaron estos personajes, me interesa saber la relación que tienen con la comunidad LGBTIQ+ y cómo eso los inspiró a crear personajes poderosos, pero sutilmente “normalizades”. Y es que al fin y al cabo, Fallout: New Vegas está fuertemente atravesado por la política, pero también por el hetero-cis-patriarcado. El juego está principalmente apuntado a ese público, en su mayoría hombres cis, generando fantasías de poder que rara vez visibiliza y representan a las mujeres cis y al colectivo LGBTIQ+ . Sin embargo quiero destacar que me llama la atención que hayamos tardado tanto en hablar sobre esto en la industria, cada vez hay más destapes de violencia de géneros, y eso se refleja en varias discursos dentro del juego.
Les desarrolladores y la comunidad tienen mucho por mejorar. Espero que en algún momento evitemos picarnos los ojos cada vez que discutimos cuál es nuestra facción favorita del desierto de Mojave. Empecemos a analizar que al fin y al cabo, elijamos lo que elijamos, seamos peones en un juego gigante o dueños de nuestro destino: No hay nada que evite que el conflicto bélico e ideológico en un mundo si no se busca evitar repetir los errores del pasado. Por eso es importante tener memoria. Porque la guerra… La guerra nunca cambia.
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