En el fútbol, todos los fanáticos esperan ansiosos la Champions League. En el básquet, las finales de la NBA. En la NFL, el Superbowl. Y en los deportes electrónicos, a Worlds. El Mundial de League of Legends que este año disputó su final en París y donde este humilde servidor estuvo presente.
La semana pasada, en mi primera nota para Press Over, les había contado que se enfrentarían FunPlus Phoenix (China) y G2 (Europa) y que era una gran oportunidad para que Occidente se quede con el torneo tras muchos años. Pero, al final, los asiáticos se impusieron con un aplastante 3-0 y se quedaron con La Copa del Invocador.
Ambos equipos llegaron a la instancia decisiva en un gran nivel. Mientras que FunPlus Phoenix venía de eliminar a Invictus Gaming, el último campeón, los del Viejo Continente habían dejado en el camino a SKT, el máximo ganador histórico. La final tenía todos los condimentos necesarios: Un Accor Hotels Arena inmenso para albergar a más de 20.000 espectadores y dos grandes equipos.
Y como si fuera poco, la ceremonia de apertura estuvo a la altura. Riot volvió a demostrar que, en cuanto a espectáculo se trata, no tiene competencia. Lo estrictamente real se fundió con lo digital de una manera tan sutil, que te hacía sentir dentro de un videoclip. Y en el climax, aparecieron las dos organizaciones que, al ritmo de Phoenix (la canción del Mundial), subieron al escenario y se prepararon para batallar.
Dos grandes equipos, dos regiones poderosas, y dos estilos de juego muy marcados. Mientras que G2 buscaba sacar ventaja mediante la estrategia y aprovechando detalles, FunPlus Phoenix cargó la artillería pesada y, mediante un juego muy agresivo, fue siempre a atacar. Desde el minuto uno neutralizaron a Wunder, y varios asesinatos le permitieron conquistar todos los objetivos en el primer mapa. Y los europeos aguantaron cuanto pudieron, pero a los 40 minutos, el nexo terminó cayendo.
El segundo juego era la gran chance para que G2 remontara, sin embargo, la historia duró mucho menos de lo esperado. Los de China arrasaron sin piedad, en una partida que se vio interrumpida por largas pausas. Luego de dos exterminios de manera consecutiva, FunPlus Phoenix se aseguró el segundo punto de la jornada en menos de 25 minutos.
La tercera arrancó con ambos expectantes, y el primer asesinato se dio recién al cuarto de hora, y fue a favor de G2. Buscaron dar vuelta la serie de toda forma posible, pero el quinteto de FPX no dio el brazo a torcer y tras asegurarse la bonificación del Barón, inclinaron la balanza a su favor. Con todo de su lado, fue cuestión de tiempo para derribar el Nexo y convertirse en campeones del mundo.
Por si fuera poco, la tarde/noche francesa culminó con un momento más que emotivo. Doinb, el carrilero central y la máxima figura de FunPlus Phoenix, levantó La Copa del Invocador y aseguró, frente a todo el público, que no podría haberlo conseguido sin su esposa. Tiene apenas 22 años y le había prometido llevarla a París mediante el League of Legends. Su historia fue seguida de cerca por la transmisión y culminó de la manera más romántica posible: con él convirtiéndose en campeón del mundo.
El Phoenix sorprendió a medio mundo: se levantó y voló más alto que ninguno. Pese a ser los mejores en la liga de China, muy pocos pusieron fichas por ellos en el Mundial, e incluso Fnatic festejó cruzarse con ellos en cuartos. Con perfil bajo eliminaron al último subcampeón del mundo, al campeón vigente, y al máximo favorito.
G2 era el último bastión de occidente, pero no alcanzó. Asia sigue reinando en el League of Legends, y estamos en plena era de China, que corrió a Corea del Sur del trono. El 2020 será el año de revalidarlo, cuando Worlds se mude a Shanghai. ¿Podrán sostener su poderío en casa?