El mundo de contenido para adultos que toca la industria de videojuegos no se limita al foco occidental, por supuesto que no. Hace tiempo atrás, en el principio de los años 80, vieron la luz los juegos escabrosos que escalarían o pasarían muy de cerca a la conocida industria del hentai (o pornografía animada japonesa). Estos son los juegos eroge y esta es la historia de cómo fueron ramificándose y acompañando a otros géneros hasta el día de hoy.
EL QUE BUSCA, ENCUENTRA
Voy a empezar esta nota con un relato personal que merece la pena ser contado, porque fue la forma en la que descubrí este mundo que me era algo ajeno y lo veía un poco turbio. En mi adolescencia había un límite muy fuerte en el uso de internet, eso para muchos ahora es impensable pero mi generación recuerda el ruido del módem dial up y de cómo se cortaba toda la joda virtual cuando alguien levantaba el teléfono.
A la vez me tomo el atrevimiento de decir que muchos jóvenes que incursionamos en mundos como los videojuegos o el anime en esas épocas la pasamos muy mal. El único acceso directo que tenía unos pocos era ver el canal Locomotion para satisfacer las ansias de animación japonesa, o comprar cartuchos y cds piratas en algún antro perdido por ahí para poder jugar.
Pero también encontramos otra manera de tirarle un cheat a la suerte: comprar revistas de otros reinos (léase España). Algunas de esas, como Dokan y Minami pertenecientes a la misma editorial, traian un cd con un ejecutable lleno de imágenes, videos, capítulos/openings de animes que no íbamos a ver jamás, algún que otro juego y por supuesto, contenido hentai.
En el ejecutable de Minami, si querías acceder a la sección de hentai, aparecía un prompt en la pantalla que decía sólamente “El que busca encuentra”. Cuando vi esto la primera vez lo tomé como un insulto a mi inteligencia, y como ya me sentía ducha en cuestiones informáticas, encontré la dichosa carpeta en el navegador, la verdad es que no había tanta ciencia. Lo cierto es que el contenido no era la gran cosa, imágenes, videos pero al final, fui buscando cobre, y encontré oro: un juego.
El título en cuestión se llamaba Welcome to Pia Carrot, y eso fue lo único que entendí porque estaba totalmente en japonés. La curiosidad me comió viva, así que aunque no entendía absolutamente nada de lo que estaba haciendo, me puse a jugar. Parecía que la historia era bien sencilla: una suerte de novela gráfica en la que un estudiante de secundaria conseguía un trabajo de medio tiempo en un restaurante (Pia Carrot) donde también trabajaba su enamorada del momento.
La cuestión es que entre idas, vueltas y los días pasando en el restaurante; mientras yo iba seleccionando opciones en japonés sin saber qué decían, entendí de qué trataba en realidad. Conquistar a nuestras compañeras de trabajo y, en última instancia, a nuestro amor. No les voy a mentir, lo del fondo no es decorado, el juego es bastante gráfico cuando quiere e imagínense que conmigo lo fue en los momentos menos esperados. De golpe elegía una opción y de un segundo para el otro bueno, una chica en paños menores por no decir otra cosa.
LAS HISTORIAS NO SE DICEN, SE VIVEN
Como les contaba al principio de la nota, este tipo de videojuegos se conoce como juegos eroge (o juegos eróticos) y no son una novedad pseudo moderna. Algunos de ellos mezclan novelas gráficas, contenido RPG y simuladores de citas. Uno de los primeros lanzamientos fue Seduction of the Condominium Wife, de la empresa Koei. Si el nombre les suena, les cuento que esa misma empresa fue la que publicó juegos como Dinasty Warriors y Nioh en Japón y Disgaea en Europa.
Muchas de las historias, aunque parezca mentira, tenían un contenido maduro e interesante, no pasan solamente por el campo de lo sexual sino que tenían un trasfondo interesante. Algunos otros, sin embargo, sí usaban el concepto como una vil excusa para esconder el hecho de que el juego es pura y exclusivamente pornográfico, lo cual no es sorpresa ni novedad.
Entonces, tenemos Eroge por un lado, Novela Gráfica por otro y en el extremo final, los juego Otome, que están más orientados a público femenino (y hay que hacer esta distinción, porque en Japón la división de género para el anime, manga y estilos de juego está muy marcada) y giran en torno a una historia usualmente ambientada en épocas de escuela en el cual un personaje femenino tiene un abanico de personajes masculinos para elegir y entablar una relación romántica.
Para el lado más “masculino” si se quiere, la realidad es que no hay tanta diferencia pero sí se agrega ese factor picante. A fin de cuentas, la evolución del eroge decantó en las mencionadas novelas gráficas y la sumatoria de la historia y el sexo resultan en un juego que tiene sus tintes románticos y se basa en la elección de un “amor verdadero”.
Otro dato interesante es que muchos de estos juegos fueron después adaptados al animé, y aunque algunos derivaron en hentai, otros adaptaron su historia a una narrativa más ATP. Pia Carrot, por ejemplo, tuvo múltiples adaptaciones episódicas siendo que había varias continuaciones de los juegos.
PROHIBIDO MIRAR PARA OTRO LADO
Si les digo Bible Black, no se hagan los que no me entienden porque estoy segura que muchos saben de lo que hablo. Bible Black es uno de los animes hentai más conocidos y a su vez surgió de un juego eroge con el mismo nombre. Decirle erótico es simplista, porque es muchisimo más explícito que un eroge normal.
Irónicamente, la historia de Bible Black es muy buena, no es un chiste. Se trata sobre un estudiante de secundaria que encuentra un libro de magia negra escondido en la escuela y con esa magia negra practica magia que le da… poderes sexuales (sí, como el chiste de Los Simpson). Pero el que juega con fuego se puede quemar y claro que el uso de magia negra atrae a todo el mal que radica en el origen de ese maldito libro. Y bueno, ahí es cuando nuestro protagonista se da cuenta que tiene que salir de ahí, salvarse a sí mismo, sus amigos y su verdadero amor.
Otro anime que surge de un eroge es Fate/Stay Night y otro muy conocido, To Heart, que pegó tanto en la comunidad nipona que sigue siendo reconocido y alabado, incluso con su música invadiendo los karaokes de todo el país.
Pero amén de hablar a nivel informativo y ponerlos en contexto, también quiero contarles experiencias personales que considero cómicas de alguna forma, y una razón por la cual todos en algún momento deberían probar alguno de estos juegos.
Como dije, Pia Carrot fue para mi el primero, con texto en japonés, sin entender nada de lo que estaba haciendo, frustrada pero curiosa y adolescente hormonal. Los que vinieron después, por suerte, pude jugarlos en inglés y hasta tengo un favorito, pero vamos por partes.
True Love fue el segundo de estos juegos que jugué, y por el contrario, ni es novela gráfica ni eroge al 100%. True Love se considera un RPG porque va más allá de las decisiones de diálogo comunes.
La historia es tan simple que duele, pero tiene detalles muy divertidos. En mi primera pasada me encontré con algo básico, un joven que ya está en la universidad se prepara en el verano para sus exámenes mientras también puede dedicar su tiempo al ocio, a entrenar y otras acciones. Cuando empezamos, podemos elegir una especie de “clase”, que nos aumenta un determinado stat de arranque. Por ejemplo, si queremos ser deportistas, podemos arrancar con el stat de deporte más alto que los otros y tenemos la chance de conquistar a la muchacha deportista del juego.
Al principio de cada día, le asignamos al personaje las tareas diarias y en el medio es que podemos o no ir encontrándonos con otros personajes tanto femeninos como masculinos y entablar esas conversaciones a lo novela gráfica. Tiene su nivel de complejidad, a fin de cuentas, y dependiendo de cada stat subido es que podemos conquistar a una o varias chicas aunque sólo nos quedemos con una en el final.
Si me veían de afuera parecía que estaba jugando algo super complejo porque anotaba acciones y reacciones en un cuaderno y pensaba muy bien en mis respuestas y jugadas. La verdad es que ese análisis profundo era solamente una guía de lo que tenía que hacer y lo que no para quedarme con la chica que a mi me gustaba. Hasta había factores sobrenaturales como una chica que era una especie de ángel que aparecía en un punto específico a una hora específica y si hacías una acción determinada. Este es uno de los juegos que pasé más de cinco veces y lo haría de nuevo.
Aunque la lista es enorme, no me alcanza el espacio para hablar de todos los juegos que me gustaría así que hago menciones de honor antes de llegar al último: Three Sister´s Story, otra novela gráfica para adultos, no sólo por el sexo, como dije antes. La historia es muy oscura, toca temas delicados como la muerte, la depresión y la prostitución. Es rico en contenido amén de los agregados extra. Podríamos decir que la parte sexual es levemente secundaria porque nuestro protagonista ya tiene un solo amor (aunque es “relativo”).
Y por último, Divi-Dead, también del mundo novela gráfica + eroge. Otro juego muy oscuro pero desde otro punto de vista: el sobrenatural. La historia habla sobre Ranmaru, un chico que sufre una enfermedad rara desde su tierna infancia. Solía vivir drogado, aislado de la sociedad y creyendo que su esperanza de vida era nula. Cuando su salud mejora, empieza a trabajar para su tío como un espía y ahí es cuando esos sucesos paranormales empiezan a surgir.
Ahora me toca hablar de mi favorito definitivo: Nocturnal Illusion. El juego ya arranca “complicado” con una escena escabrosa que no te ves venir y te da una cachetada de sorpresa. Abarca tres géneros distintos: eroge, aventura gráfica y fantasía, tiene un poco de todo, y la historia es mi parte favorita.
Vivimos en el lugar de un muchacho, Shinichi, que anda totalmente perdido en la vida, infeliz, poco convencido de sus decisiones, deprimido (la vida misma) y hace un viaje para poder aclarar su cabeza. Pero en el medio se accidenta durante una tormenta y termina adentro de una mansión. Esa mansión parece estar perdida en un vórtice fuera del espacio-tiempo conocido, y nadie puede salir de ella porque la puerta de escape sólo se abre cuando ella lo elige, como si tuviese autonomía.
Todos los habitantes de la mansión (hay hombres y mujeres) están ya resignados a su destino y a los misterios que se ocultan entre las paredes. No sólo hay seres humanos dentro, también nos encontramos criaturas como una demonio que se despierta con la luz de la luna, o una sirena en un pozo. Al final tenemos dos opciones: quedarnos para siempre en la mansión, o irnos llevándonos sólo a una de las chicas con nosotros.
CONCLUSIÓN
Si todavía siguen pensando que estos juegos son tabú, secundan ese estigma, porque son divertidos y graciosos, o también pueden ser serios. Tienen variedad, mezclan géneros y muchos tienen personajes carismáticos que de una forma u otra terminás queriendo. ¿Son machistas? Y… ¿qué decirles?, claro que lo son y dado el contexto y el orígen, no es sorpresa, pero aún así y desde mí perspectiva, el hecho de que al final podamos elegir un amor, o podemos optar por jugar una aventura sin irnos por la tangente al menos mitigan este hecho.
Y también tenemos protagonistas femeninas que son mujeres fuertes, independientes y que también usan su libertad sexual a gusto y piaccere.
Lo bueno es que ahora que somos adultos, podemos jugar sin culpa y sin mirar sobre nuestro hombro vigilando que nadie nos haya visto en el amparo de la noche, como solía hacer su servidora.
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