Allá por abril 1987, el mundo conocía a Los Simpson, a través de capítulos cortos (de alrededor de un minuto de duración) en el programa de variedades «The Tracey Ullman Show«. Tras tres temporadas, en 1989, la familia animada más famosa adquiere el formato de episodios de alrededor de media hora que mantiene hasta nuestros días, y que el próximo mes de septiembre va a estar estrenando su 33º temporada, un récord absoluto en duración de sitcoms y series animadas en general.
Independientemente del gusto que podamos tener por la serie y el debate que pueda armarse al respecto de cuándo tuvo su pico de calidad y cuándo pasó a tener un nivel más que pobre, la realidad es que su éxito fue y es tal, que dio lugar a la formación de una saga que sigue generando enormes ingresos tanto para sus creadores como para Fox, cadena de la cual es parte desde su creación y que evidentemente les sirve que siga sacando capítulos, aunque pareciera que la parte de ser un buen producto la deben vender en DLC hace añares.

Como buena saga, el abanico de productos ofrecidos es enorme: a la ya mencionada serie animada, sumamos películas, cómics, libros, merchandising de todo tipo y hasta parques temáticos. Sin embargo, en esta nota me voy a centrar en los videojuegos basados en la serie.
En el rubro de los videojuegos, Los Simpson llevan ya más de 30 años, y sacaron casi la misma cantidad de títulos. La idea no es hacer un repaso exhaustivo de cada uno de ellos porque se haría algo bastante tedioso, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de estos se tratan, por ejemplo, de clásicos como Pinball o Tetris pero con temática Simpson con meros fines comerciales; pero sí hacer un repaso de los más icónicos y el impacto que tuvieron por su desarrollo.
The Simpsons (1991) y los que le siguieron
El título con el que la franquicia hizo su debut en el mundo de los videojuegos. Más allá del poco esfuerzo que le pusieron al nombre, es de los juegos más conocidos que sacaron, y uno de los dos únicos arcades de la serie. Se trata de un Beat ‘em up en el que podés elegir entre Homero, Marge, Bart o Lisa para enfrentarte a distintos enemigos con el objetivo de rescatar a Maggie, secuestrada por Smithers y el Sr. Burns en el robo de una valiosa joya. Más allá de que los controles son bastante molestos y toscos, tuvo éxito comercial, por lo que incluso a día de hoy se trataría de uno de los puntos altos de la franquicia en su incursión por los videojuegos.
Probablemente fue ese éxito el que impulsó a Groening y compañía a probar el salto a consolas a principios de la década de los 90. A tal punto que, entre 1991 y 1995, salieron casi una docena para las principales plataformas de Nintendo (NES, SNES y Game Boy) y Sega (Master System, Game Gear y Genesis). Más allá de la cantidad de ventas logradas (algunas de un relativo buen nivel, otras no tanto), los juegos fueron, como mucho, entretenidos, como es el caso de Bart’s Nightmare o Virtual Bart.

Pero también hay en esa lista fiascos totales como The Simpsons: Bartman Meets Radioactive Man, The Simpsons: Bart & the Beanstalk y The Itchy & Scratchy Game. Controles durísimos, una dificultad por demás injusta y hasta un sistema que tiene como fin hacer imposible la victoria, son algunas de las más frecuentes críticas que recibieron (incluso los mejor calificados).
Entre 1996 y 2001 hubo una suerte de impasse en el que salieron cuatro juegos de una crítica y éxito comercial muy discretas: The Simpsons: Cartoon Studio y The Simpsons: Virtual Springfield para PC, The Simpsons Bowling para Arcade (el segundo y último título en esa plataforma) y The Simpsons: Night of the Living Treehouse of Horror para Game Boy Color.
The Simpsons Wrestling (2001) y algunas aberraciones
Ese mismo 2001, la familia amarilla hizo su arribo a Sony, de la mano del exclusivo para PlayStation, The Simpsons Wrestling. Ese hiato de casi cinco años para recalar en la consola más popular de la época, pensaría uno que iba a ser con un regreso por todo lo alto, corrigiendo errores del pasado y aprovechando la capacidad técnica de la época. Presupuesto tenían, ya que la serie animada gozaba hace un tiempo de una popularidad gigantesca.
¿Qué ocurrió posteriormente? Sacaron una aberración absoluta que fue, con justicia, destrozada por la crítica: Malos gráficos, horrible control, mala premisa, aburrido tanto para jugarlo solo como acompañado. Se trata de un juego de lucha libre que toma elementos de Beat ‘em up, no siendo ninguna de las dos y resultando en una cátedra de cómo hacer todo mal en un videojuego, al punto de que es considerado, a día de hoy, no sólo el peor juego de Los Simpson a la fecha, sino uno de los peores de la historia de los videojuegos en general.

En noviembre del año en que De la Rúa activó la bomba que dejó el menemismo para hacer volar a la Argentina por los aires, sale Road Rage, un vehicular combat que parodiaba a Crazy Taxi, a tal punto que Sega llegó a demandar a Radical Entertainment y Electronic Arts por infracción de patente (una figura similar al plagio), aunque lograron un acuerdo antes de llegar a instancia judicial. Fue, en fin, otro juego regular, salvándose de la lapidación de la crítica especializada que recibió The Simpsons Wrestling, pero aun así siendo señalado por ser justamente una suerte de Crazy Taxi descafeinado y de gráficos pobres.
Sobre skates y GTAs
Con la intención de redimirse en el mundo de los deportes, en 2002 sale The Simpsons Skateboarding. La intención fue buena al menos en un principio, tomándose la decisión de que la historia y los diálogos fueran escritos por los guionistas de la serie animada, y con los actores de voz de la misma interpretando a sus personajes. Parecía todo dado para dar vuelta la historia, pero… El resultado fue otro desastre absoluto.
Una cosa absolutamente injugable: gráficos horribles, sonido y música mal grabados, pocos trucos de skate y un control que no ayudaba ni un poco. Creo que se salvó de ser el peor juego de la franquicia por dos razones: haber puesto a las voces originales de la serie animada y porque existía el de Wrestling. No le voy a quitar mérito de todas formas: hicieron un enorme esfuerzo por ser el peor videojuego de Los Simpson, pero enfrente tenían un coloso de la horripilancia gamer.
Después de tantos traspiés, esta vez surgió una revolucionaria idea de parte de los encargados del desarrollo de un nuevo juego en la serie: “¿Y si esta vez le ponemos ganas? Como para variar las cosas”. Así fue que Radical Entertainment, con ese ambicioso plan en el horizonte, lanza en 2003 The Simpsons: Hit & Run.

Al igual que Road Rage, se trata de otro juego con autos de por medio y con una parodia a otro título de moda de la época. En este caso, Grand Theft Auto. Cabe destacar que nuevamente los guionistas y actores de voz de la serie animada contribuyeron en la parte creativa. Esta vez el resultado sí fue algo más favorable, recibiendo no sólo las mejores críticas de cualquier juego de la franquicia (es de hecho el mejor calificado a la fecha), sino también logrando éxito comercial, con más de tres millones de copias vendidas.
The Simpsons Game y un intento de cierre digno
A pesar de parecer que Los Simpson por fin habían encontrado alguna suerte de “fórmula del éxito” después de más de una veintena de intentos fallidos en el mundo de los videojuegos, no se apuraron en sacar un nuevo título. El que es, hasta ahora, el último de la franquicia publicado en consolas, vio la luz recién en 2007. The Simpsons Game es un plataformero en el que la familia amarilla es forzada a formar parte de otro videojuego. Dotados de superpoderes, deben utilizarlos a través de cuatro escenarios para obtener llaves que les permitan llegar a donde están el desarrollador Will Wright y su creador, Matt Groening.
Una vez más, la parodia a otros juegos famosos se hace presente, incluyendo Guitar Hero, Grand Theft Auto y Medal of Honor. A pesar de una premisa interesante y de la presencia, una vez más, de guionistas de la serie animada, las críticas fueron regulares, con un criterio relativamente acorde a lo que promediaron los títulos de Los Simpson durante toda su historia. Sin embargo, comercialmente les fue bastante bien, incluso superando los números obtenidos por Hit and Run, con más de cuatro millones de copias vendidas.

Tras una cancelada secuela de este último título, en el apartado gamer, Los Simpson se dedicaron a títulos en celular que, si bien lograron ganancias importantes en algunos casos, no tuvieron las mejores críticas.
Habiendo hecho este racconto de los videojuegos creados bajo el ala de una de las franquicias de dibujos animados más prolífica de la historia, queda la sensación de que están en deuda, teniendo sin dudas los medios para brindar grandes títulos.
A esta altura de la historia, tras tres décadas, más de una veintena de fichines y una serie animada que baja de calidad en cada nueva temporada desde hace al menos 15 años, veo muy difícil que aparezca un videojuego de Los Simpson que pueda romper el molde y que realmente sea bueno. Más aún si ya llevan ocho años y contando sin sacar nada en consolas ni PC. Todo parece tener gusto a retiro en silencio de parte de la franquicia de Matt Groening en el mundo del gaming. Y no lo veo mal, teniendo en cuenta que no es algo muy solicitado por el público en estos tiempos.
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