Hace unos días se hizo la Global Game Jam 2025, el momento en el que más de 100 países del mundo hicieron videojuegos en centenares de sedes bajo un mismo concepto. Y este año el elegido fue la palabra BURBUJAS.
Bajo ese condicionante, desarrolladores de todo el planeta pusieron a volar su imaginación y surgieron otros tantos miles de videojuegos (que pueden investigar acá). Algunos literales, donde las protagonistas eran justamente burbujas; y otros que optaron por otro camino e interpretaron la palabra como algo más bien conceptual.
Ese último caso fue el del grupo al que me tocó pertenecer en la sede ExOf de la Ciudad de Buenos Aires. Uno repleto de desarrolladores amigos que admiro muchísimo y que tienen una experiencia enorme en jams. Todo lo contrario a mi caso, que no solo nunca había hecho un videojuego, sino que tampoco había participado jamás de un fin de semana así.
Obvio que cubrí montones y hablé sobre muchas otras jams, pero una cosa es HABLAR de algo y otra es HACER algo. Por eso, haciendo honor a ese debut jamero, esta vez quería escribir una nota más personal, pero que a su vez le sirviera a todas aquellas personas que no se animan a participar de un evento como la Global Game Jam 2025. Cualquiera sea el motivo.
Primero que nada, creo que lo mejor que te puede pasar en una primera experiencia es atravesarla con amigos y amigas. Entiendo el espíritu de jam que implica conocer gente nueva y trabajar con personas desconocidas, pero también creo que eso aplica mejor en participantes que ya tienen un camino recorrido.
En mi caso, avisé en el grupo de Whatapp de la sede ExOf que iba a llevar la PlayDate y tuve la suerte de que la gente se fue sumando. Me sentí como el chico del barrio que tiene la pelota cara y todos quieren jugar con él. Pero no me importó, porque todos los que levantaron la mano son amigos y muy grosos en su trabajo. Así que me dediqué a relajarme y gozar.
La clave es ir preparado para unas 36 o 48 horas de dormir mal y poco. Y saber que para pasarla bien vas a tener que entender que todos los participantes de tu equipo tienen sus propios tiempos. No todos van a trabajar al unísono, y si tienen experiencia en otras jams (como era el caso) seguramente se tomen todo de forma mucho más relajada.
Recuerdo haber pasado algunos momentos en los que mi cerebro de productor me pedía avanzar, pero algunos compañeros estaban durmiendo o con energía para otras cosas. Por lo que la clave para mí fue entender que tenía que disfrutar de la Global Game Jam 2025 como sucediera. Y si al final teníamos algo jugable y decente, darme por satisfecho.
Además, como dije antes, todos los integrantes del equipo al que me tocó pertenecer son muy buenos en lo suyo:
Mer Grazzini es Game Designer y Productora en Storyteller; Leo Cirius trabajó de artista en los mejores estudios de la Argentina y lleva adelante su propio equipo (creadores de Phantom Gear); Luka Rizzi aprendió a programar en PlayDate horas antes de llegar a la Global Game Jam 2025 y fue uno de los creadores de los mejores videojuegos argentinos de 2024 (Bleeding Roots) según nuestra lista de diciembre; Tozy estuvo en la música, también tiene un pasado y presente en los estudios más grandes de nuestro país; y finalmente Enrique Bernardou, ilustrador en Arranger, que se nos acopló de forma virtual desde Paraguay.
Por lo que para ser una primera vez, no solo fue un lujo estar acompañado de personas como estas, sino que todo se hizo naturalmente más fácil.
No tengo la menor idea cómo habrán vivido ese fin de semana de Global Game Jam 2025 las otras 30 o 40 personas que estaban en la sede, ya que las experiencias personales son justamente eso, personales, pero creo haber notado que la sensación general era de «viaje de egresados». Además, casi todo integrante tenía la misma experiencia que mis compañeros, por lo que todos sabían de qué iba la cosa y, si estaban ahí, es porque lo disfrutan.
Pequeña aclaración: los organizadores de esta sede tan especial (Bruno Martínez, Valeria Colombo y Mer Grazzini) se encargaron de conseguir sponsors para alquilar todo un hostel del barrio de San Telmo para la ocasión. Con un montón de comida incluida en la ecuación. Por lo que las condiciones de jameo no podían ser mejores. Gracias por eso a los tres.
Ya sobre la tarde del domingo, momento del deadline y luego de 48 horas del comienzo de todo, observé videojuegos de todo tipo. Políticos, rítmicos, de puzzles, sociales… Pero lo que más me gustó fue que nos sentamos en el piso y cada equipo presentó lo que había hecho. Dándole, de esa manera, un cierre a la Global Game Jam 2025.
Mi equipo tenía algo listo, pero la saturación de la página de la Global no nos jugó una buena pasada y no pudimos mostrar el videojuego como nos hubiera gustado. Actualmente, días después de la finalización de esta experiencia, Break Your Bubble (como elegimos ponerle de nombre) está jugable en PlayDate. De hecho lo tengo cerca en este momento. Pero Luka se está encargando de que también se pueda probar en PC, donde lo estaremos subiendo a itchio dentro de poco.
A nivel gameplay, es básicamente un Snake. Pero en vez de manejar a una víbora, se trata de una fila de personas que va creciendo a medida que rescatamos a otras de «sus burbujas» por la ciudad. Metáfora de los algoritmos de las redes sociales en los que todos vivimos.
El objetivo es explotar todas las burbujas, liberar a la mayor cantidad de individuos y terminar el nivel con la fila más grande posible. Eso sí, para lograrlo tendremos que esquivar a todos los policías que custodian el orden público.
Nada, eso, ideas que surgen de encerrar a varias personas en un espacio común, en este contexto histórico y bajo un mismo concepto.
Si para cerrar pudiera dar una última recomendación, sería que se animen a participar de una experiencia como la Global Game Jam 2025. Sean o no desarrolladores de videojuegos, van a encontrar su espacio. Y de última, si no sale nada jugable de la situación, por lo menos les habrá quedado lo vivido. Que no es poco.