¡Bienvenidos! Aquí, todos los jueves, voy a recomendar algunos juegos chiquitos con alguna temática mensual. Hay montones de juegos indies dando vueltas por internet y, aunque duren unos pocos minutos, también merecen nuestro amor.
En Junio en Argentina se celebra el día de la bandera, y mi Rosario natal en particular se viste de patriotismo. ¡Un gran momento para visitar juegos ambientados en nuestra historia!
El juego de esta semana es increíble, genial, fantabuloso. ¿Saben por qué? ¡Porque yo participé en él!
Mil ocho diecitantos fue un trabajo de escasos dos meses. Nos dieron tres, pero somos hijos del rigor y pasamos un mes investigando (cofcof hablando al pedo), uno diseñando y un mes sin dormir haciendo todo entre tres personas. David Marchand en la programación y game design, Fede Cardinale en música y sfx, y su servidora en gráficos y game design. Está programado en mi querido Construct 2, y al que me diga que usar Construct no es programar, lo espero en la esquina.
Lo hicimos en el marco de Museos Mutantes, un evento donde el Museo Histórico Nacional convocaba a artistas contemporáneos a dar una visión divertida sobre la historia argentina.
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El juego se compone de seis minijuegos muy pequeños que retratan de manera irreverente (y con CERO fidelidad histórica) distintos momentos de la historia, cada uno con una estética moral, visual y musical diferente: el cruce de los Andes, las invasiones inglesas, el éxodo jujeño, la batalla de San Lorenzo, la entrega de escarapelas durante la revolución de mayo y un mix de distintas escenas de la vida cotidiana de esos años en formato de rompecabezas.
En particular me gustaría destacar (además del himno chiptune del menú principal) la versión cumbia chiptune de Aurora, que suena mientras unos French y Beruti caricaturezcos disparan escarapelas a la gente desprevenida de Plaza de Mayo. También, los power ups absurdos de la batalla de San Lorenzo y del “Escarapeleitor” de French y Beruti.
Claro que el jugador atento notará que hay más de seis minijuegos, y eso es porque uno de los juegos no pudo participar de la presentación oficial “por no formar parte del espectro histórico homenajeado por el museo” (sic). Pero igualmente decidimos publicarlo en la versión online por ser uno de nuestros favoritos. Y porque irónicamente fue el primero que hicimos:
Se trata de Flappy De La Rua, un minijuego donde usando las mecánicas del consagrado Flappy Bird acompañamos al helicóptero del ex presidente mientras escapa de los cacerolazos. Un pedacito de la historia reciente que posiblemente todos los lectores recuerden e incluso quizás, como quien les escribe, hayan protagonizado.
Esperamos que les guste, ¡y que les de ganas de ponerse la escarapela la semana que viene!
Pueden aventurarse tranquilamente aquí.
¡Y nos vemos la semana que viene, en el próximo VideoJueves!