Pasarle el cepillo a contrapelo a los videojuegos de guerra
La guerra es uno de los tópicos más frecuentes en los videojuegos, posibilitando mecánicas interesantes como narrativas emocionantes basadas en el heroísmo. Sin embargo, no debemos perder de vista que estos títulos cimientan un entretenimiento basado en acontecimientos que causan dolor y sufrimiento a gran escala. Por ende, se hace necesario tener otra mirada de la guerra en los videojuegos.
Si bien muchos títulos bélicos han intentado brindar una mirada distinta, algunos se quedan en el camino con sus problematizaciones. Un ejemplo de esto hemos visto con Call of Duty Vanguard. Es por ello que vamos a repasar algunos videojuegos que muestran una perspectiva poco explorada: el papel de los civiles en la guerra y su modo de hacerle frente a ella.
Specs Ops the Line y los “daños colaterales” de la guerra
Lanzado en 2021 y desarrollador por Yager Development (Campaña)Darkside Game Studios (Multijugador), su historia toma lugar en Dubai. Tanto su locación como el inicio (la batalla de helicópteros tiroteándose), así como sus protagonistas militares pueden resultar genéricos al principio.
El disparador de la historia es la misión de encontrar el Batallón 33. A lo largo de la trama veremos diferentes facetas de los soldados que toman parte y nos alejan de la imagen heroica y épica que suele rodearles en este tipo de títulos. No son luchadores invencibles e indómitos, ni dejan de ser seres humanos. Tienen miedos y resquemores, pueden cometer atrocidades incluso por ir en pos de lo que ellos consideran hacer el bien.
Pero lo que nos va mostrando es que no estamos ante el típico shooter bélico. Las atrocidades que exhiben explican el efecto de aquello que más nos atrae de este género: las consecuencias que deben pagar los civiles. Lo que en cualquier reporte de guerra o noticia sería denominado (de manera desacertada) “efectos colaterales”: linchamientos, ejecuciones, tiroteos, etc. Todo aquello hace que terminemos transitando esta historia sumidos en la incomodidad y el desagrado.
Una de las escenas más crudas, es la del ataque con fósforo a un campamento enemigo. La maniobra con la cual la llevamos a cabo, es el control por notebook. En ella, una pantalla en blanco y negro nos permite disparar los proyectiles, pero no diferenciar a quién. La entrada posterior al sitio nos revelaría un duro hallazgo: una decena de civiles retenidos por nuestro enemigos y muertos por nuestro propio ataque.
Papers, Please: fronteras y territorios en disputa
En 2013 Lucas Pope presentó este título que se convertiría un éxito rotundo. Si bien en su historia, la nación Arstotzka ya no está más en guerra con Kolechia, estamos ante una paz endeble. Es común que en este tipo de contexto de reciente pacificación existan tensiones y conflictos latentes que terminen por estallar.
La ciudad donde actuamos de inspector de puesto fronterizo fue testigo de la contienda concluida: Grestin era una ciudad kolecha que, al ser invadida por sus vecinos, terminó dividida en dos: Grestin Oriental (Arstotzka) y su contraparte occidental a cargo del país otrora ocupado. Es en la frontera de ambos territorios donde se encuentra la aduana donde trabaja el protagonista.
Esta trama podría remitir a la división que sufrió Berlín entre 1948 y 1989 en el contexto de la Guerra Fría. Siendo su parte occidental correspondiente al bloque capitalista bajo órbita soviética. De hecho, Papers, Please se basó en este proceso, dado que Arstotzka es un país comunista mientras que en su vecina Kolechia predominan ideas políticas de derecha.
Pero en lo que realmente debemos reparar en cuanto al tema que atañe a la nota, es lo que produce este tipo de contingencias fronterizas. Papers, Please nos hace reflexionar sobre como las naciones se apropian del territorio y lo resignifican, así como también lo administran y ejercen poder sobre él a través de cuestiones como los límites y el control de migraciones.
Pero, aún más importante, qué ocurre con las familias dividas por dicho límite geográfico, con los favores y negociaciones que se establecen en dicho lugar de paso, así como su indefensión no solo por la guerra, sino por flagelos como la trata de personas. Además, podemos apreciar como este territorio fronterizo es objeto de disputa entre el gobierno artstozko y grupos guerrilleros que buscan imponer un régimen nuevo.
Valiant Hearts, la Primera Guerra Mundial vista desde la emotividad
La Primera Guerra Mundial ha sido muchas veces eclipsada por la Segunda, tanto en la Historia como en los videojuegos. Pero esta contienda ha marcado el siglo XX en muchos aspectos: por primera vez para Occidente se asistía a una guerra a escala global. Por otro lado, se introdujeron nuevas armas, por ejemplo, el gas mostaza. Ni hablar del sistema de trincheras. Estos y otros aspectos de lo que en su momento fue llamada la Gran Guerra son expuestos de manera acertada en Valiant Hearts, lanzado en 2014 y desarrollado por Ubisoft Montpellier.
A lo largo de esta trama asistimos a la división de una familia por culpa de los nacionalismos que empujaron a la guerra. Un matrimonio joven es separado y el muchacho termina enemistado con su suegro por sus países de origen. Con una gran carga dramática expuesta en su narrativa, animaciones y música, vemos a civiles tratando de sobrevivir: una madre criando sola a su hijo, una enfermera voluntaria, civiles reclutados de improviso.
Pero también nos brinda un punto de vista novedoso: soldados que enfrentaron la guerra con una actitud lejana a la heroicidad que se les suele atribuir. Además de los pelotones conformados por combatientes provenientes de las colonias que pertenecían a las potencias en contienda. Todo esto, más los efectos sociales, económicos y culturales nos son mostrados en fichas e imágenes de la época.
La guerra sin gloria ni héroes: This War of Mine
Quisimos dejar lo más crudo para el final. Este título lanzado en 2014 y desarrollado por 11 bit studios es el mejor ejemplo de ofrecer otra mirada de la guerra en los videojuegos. En This War of Mine en ningún momento aparecen militares, el protagonista tradicional de los juegos bélicos. Cabe mencionar el DLC lanzado en 2018 titulado The Last Broadcast el cual agrega aún más mecánicas, personajes y, por supuesto, dilemas morales y dramatismo.
Este título está basado en el Sitio de Sarajevo producido entre 1992 y 1996, en el marco de la guerra de Bosnia, la cual enfrentó al homónimo país con Serbia y Yugoslavia. Pero lo magnífico de dicha propuesta, es que el ambiente que recrea prácticamente puede representar a cualquier contienda bélica moderna. Lejos está de hacer de este y de la guerra un objeto de consumo, como han dado a entender muchos especialistas en Game Studies, como Alberto Venegas.
This War of Mine logra incomodar, no convierte al pasado en un producto de consumo sino que lo mantiene vivo en el presente bajo la forma de advertencia incómoda. pic.twitter.com/FCH2DGLWOJ
— Alberto Venegas (@Albertoxvenegas) July 18, 2019
Se nos cuenta cómo eran las vidas de nuestros protagonistas antes del estallido bélico y cómo aprovechan sus habilidades para sobrevivir. Sin embargo, no todos poseen destrezas necesarias para ello. Además, algunos pueden tener algún rasgo desfavorable como adicción al tabaco, una deficiencia física –como cojera- o algún rasgo de personalidad negativo.
Incómodo y moralmente desafiante, una perspectiva diferente
This War of Mine no tiene el propósito de ser lúdico y hasta puede brindar una experiencia incómoda. Pero es el resultado lógico de mostrar la guerra desde la perspectiva de sus mayores víctimas. El detalle más destacable es las decisiones morales a las que nos enfrentamos: ayudar a nuestro vecino o no, robarle los medicamentos a una pareja de ancianos o llevarles alimentos.
Es ahí donde reside la incomodidad: nos obliga a tomar conciencia del precio de sobrevivir a ese tipo de situación. Los personajes pueden deprimirse o ser hostiles con sus compañeros. Las mencionadas elecciones junto con el voluble estado de ánimo de los refugiados nos dejan en claro algo: no estamos frente a héroes de guerra, solamente seres humanos que hacen todo por salir adelante.
Todo está pensado para crear ese ambiente fatalista: los tonos grises, la magistral música con tonos lúgubres, los diálogos de los personajes, los disparos y las sirenas. A veces tenemos una sensación de esperanza cuando nuestro grupo ayudan a otras personas. Son pequeños alivios que dan cuenta de algo difícil: mantenerse humanos en una situación que te condena a sobrevivir.
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Muy linda nota Cecilia. Esta bueno ver desde otro punto de vista algunas temáticas en los videojuegos. Recomiendo la lectura . Gracias !!!!!
Muchas gracias, Martín. Me alegra que te haya gustado y puedas aprovechar la nota en ese sentido. Abrazo.
Valiant Hearts, que lindo juego. Muy buena nota
Es un juegazo. Muchas gracias por tu comentario, me alegra que te gustara la nota =D