¡Bienvenidos! Aquí, todos los jueves, voy a recomendar algunos juegos chiquitos con alguna temática mensual. Hay montones de juegos indies dando vueltas por internet y, aunque duren unos pocos minutos, también merecen nuestro amor.
En Julio están las vacaciones de invierno, ¡y su servidora les está escribiendo desde España! Con todo eso, el tema de este mes son los viajes y la exploración.
Los viajes son momentos de calma y de placer. Pero, en ocasiones, este deambular sin rumbo puede ser agobiante. En Sandstorm, del gran Daniel Linssen, estamos en la piel de un viajero que trata de llegar a la Montaña Distante atravesando el desierto. Tenemos un carro, un camello, y varios objetos que pueden servir de ayuda en nuestra empresa, pero el clima no será favorable.
Una tormenta de arena constante nos irá girando la cámara de modo que nunca sabremos dónde está el norte. Una sensación muy común cuando se está en una ciudad desconocida. Donde, aunque el paisaje es más heterogéneo que las dunas de Sandstorm, nos resulta todo igual por lo ajeno. Y no saber hacia qué lado está nuestra casa puede asustar.
Este es el punto más fuerte del juego, logrado gracias a esta mecánica que nos va girando el mapa, de manera que aun si tratamos de caminar en línea recta, nuestro andar se irá torciendo. El arte ayuda mucho a esta sensación, un paisaje sonoro envolvente y una paleta de colores monocromática que sólo varía entre distintos valores de marrón desaturado.
Vamos dejando huellas en la arena que nos permiten darnos cuenta de este girar, pero el viento las va borrando lo suficientemente rápido como para que no podamos regresar demasiado sobre nuestros pasos. Tenemos por suerte seis banderines para ir marcando nuestro camino.
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Contamos además con el amuleto de la serpiente (que vibra cuando estamos cerca de nuestro camello), una brújula, y un reloj que nos marca cuánto falta para la noche, momento en el cual perderemos uno o varios de esos items en la arena.
El camello siempre se las toma a la noche, y su presencia es indispensable para seguir avanzando camino a la montaña, así que el amuleto es el objeto más importante a recuperar al amanecer.
Como muchos juegos de exploración, la historia no está contada directamente, sino que podemos tratar de reconstruirla gracias a una serie de cartas que iremos encontrando (o no) por el camino. Cartas de un viajero que hizo ese camino antes de nosotros, y la pasó casi igual de mal.
Sandstorm es un juego para jugar con tranquilidad, tratando de no insultar demasiado a nuestro camello. Pero que seguramente los atrape bastante gracias a la cantidad de objetos que hay para encontrar y desbloquear en nuestras travesías por «ciertos desiertos desiertos».
Pueden aventurarse tranquilamente aquí.
¡Y nos vemos la semana que viene, en el próximo VideoJueves!