Es un jueves por la madrugada en el departamento de Julia, y los cinco amigos estamos sentados como extraños en el comedor. Existe una tensión bastante particular en el aire tras lo que ocurrió durante la noche: estuvimos jugando al TEG. Un partido que no fue muy largo, pero que logró sacar lo peor de nosotros.
Lo típico, en realidad. Uno está ganando y se le sube a la cabeza, o alguien pierde de manera dolorosa y busca herir al vencedor con palabras. Todos enloquecen ante cualquier mención de Kamchatka. Bastante normal. Reconozco que dije cosas inmaduras, y también que sé que pedir disculpas no es suficiente, que no quita el mal sabor de la boca. Es necesario algo más. Un gesto mayor. Y tomo prestados los celulares de todos los presentes, porque es ahí que entra SpaceTeam.
Disponible de manera gratuita para Android y iOS, SpaceTeam parte de una premisa simple. Todos los integrantes forman parte de una misma nave espacial que se encuentra con problemas, y deben trabajar juntos para sobrevivir. Es un juego cooperativo, donde cada uno ve, en su propia pantalla, un panel de control único junto a una instrucción a completar.
Pero esta instrucción puede referirse al panel de otro jugador, por lo que deben estar en constante comunicación para salir adelante. Sin ningún capitán, todos dan y reciben órdenes. La mejor forma de trabajar en equipo.
Por supuesto, la reacción inicial es lenta. Los chicos miran con desconfianza y con algo de fatiga al juego nuevo. El TEG drenó cualquier habilidad social por el resto del día. Y, sin embargo, se le da una oportunidad. Todos suben a la nave espacial para sobrevivir. Preparan sus dedos y están listos para trabajar.
[perfectpullquote align=»full» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»35″]Sin ningún capitán, todos dan y reciben órdenes. La mejor forma de trabajar en equipo.[/perfectpullquote]
“¿Podrías, por favor, incrementar el Sinotaco a 4? Muchas gracias.” El diálogo fluye con tranquilidad. Hay un ritmo que se forma con cierta elegancia y sin la necesidad de levantar mucho la voz. A veces, alguna instrucción se pierde entre el resto, pero no existe preocupación. Saben que el siguiente problema que surja será enfrentado con la misma tranquilidad y que podrán resolverlo. Es una paz que desaparece algunas zonas más adelante.
“¿Qué es un Eclule- un Ecolale- una Ecolalistración?”. “¡No importa! ¡Yo la tengo encendida!”. Gritos. Gritos desesperados ante cada nueva consigna que aparece en pantalla. Dedos que se mueven con intenciones de ayudar. Y un abandono absoluto de las cordialidades. “Sinotaco al 2”. Ya no hay tiempo para ser educado. En especial cuando todo tu panel se cae a pedazos mientras chorrea un extraño fluido verde. Una espiral descontrolada y salvaje que lleva de manera inminente al fracaso. Los celulares hacen juegos de luces. La nave ha chocado.
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Pero las voces que se escuchan siempre son sonrientes. No hay perdedores. No hay culpables por la derrota. Sólo hay trabajo en equipo en su forma más pura ante la inevitabilidad de muerte. Y una sed por volver a jugar otra vez.
Nos vemos a los ojos y todos estamos felices nuevamente. Nadie se angustia por lo que pasó horas atrás. Ya es de día, nuestros párpados se sienten pesados y continuamos jugando. Porque, aunque estemos mirando nuestros teléfonos, nos unimos cada vez más.
Un lindo juego para probar con amigos. Útil para pasar un buen rato, pero también para afianzar vínculos. Es por eso que sugiero jugarlo con extraños, usar SpaceTeam para romper el hielo. Alimenta la comunicación y hace aflorar lo mejo de nosotros. Salvo cuando aparece algún agujero negro. “¡Dice agitad todos! ¡Agitad todos! ¿Quién es el que no está sacudiendo su celular?”.