¡Bienvenidos! Aquí, todos los jueves, voy a recomendar algunos juegos chiquitos con alguna temática mensual. Hay montones de juegos indies dando vueltas por internet y, aunque duren unos pocos minutos, también merecen nuestro amor.
Aunque el frío ya no amedrenta tanto, quizás aún es pronto para salir los findes, y es mejor quedarse en casa con el culo en la estufa leyendo (o jugando) una buena historia. Agosto es el mes de las historias mínimas.
Hoy les traigo una aventura gráfica point-and-click muy clásica para los amantes del pixel-art. Está hecha en su totalidad por un barcelonés llamado Octavi Navarro. Puede que este nombre no les suene, pero más que seguro se toparon con alguna de sus ilustraciones en Facebook bajo su pseudónimo, Pixels Huh. Sí, esas que son una locura llena de personajes y no se puede creer que sea pixel-art.
The Librarian es una historia corta donde encarnamos a la bibliotecaria (es difícil saber, pero pareciera una mujer) encargada de la biblioteca de un pueblo victoriano donde puede que haya más que sólo libros.
Estamos ya en pijama y la ventana se abre de golpe dejando entrar a un agente, un búho blanco que lleva una nota escrita con… ¿sangre? “Pasa algo malo en la biblioteca”. Acto seguido, el búho se desintegra para transformarse en la llave de dicha biblioteca. Parece que tenemos una misión.
Más adelante en la historia vamos a ver que el búho se va a haber sacrificado al pedo, porque la llave se va a romper cuando intentemos entrar a la biblioteca y vamos a tener que buscar otra entrada. En fin. En el placard encontramos el traje de bibliotecaria. ¿Somos los encargados de la biblioteca y no tenemos la llave para entrar? Bueh.
Luego de sortear un par de puzzles llegaremos a la biblioteca, donde el cadáver del bibliotecario anterior nos espera. ¿Será que tampoco tenía la llave para salir? ¿Qué le pasa a esta gente?
Aunque la historia tiene algunos huecos argumentales, está bastante bien llevada. Los gráficos son simplemente increíbles, y la música es sencilla, pero bella y efectiva. Pero es, por sobre todas las cosas, un juego para disfrutar con los ojos.
Presten especial atención a los cambios de escala de los pixeles en los distintos planos de la escena y al tratamiento tridimensional del pixel-art, con un parallax que parece hacer girar ligeramente los edificios al verlos desde otro ángulo.
Sin spoilear mucho, el juego nos depara varios puzzles en un ambiente de terror sobrenatural que se va volviendo más lovecraftiano a cada paso. Sin embargo, el final corta un poco con el terror y seguramente nos deje diciendo “aaaww”. Porque hasta los monstruos tienen corazón.
Pueden aventurarse tranquilamente aquí.
¡Y nos vemos la semana que viene, en el próximo VideoJueves!