La semana pasada, justo antes de que desaparezcan para festejar Navidad o simplemente para tomar algo con la familia, publicamos nuestro Top 10 de videojuegos de la década, año a año. Pero en el proceso de selección y, en especial, luego de publicarla y hablar del tema en nuestro podcast, nos dimos cuenta de la necesidad de una versión dedicada a los indies. Por eso hoy, en Te lo resumo así nomás Press Over, te contamos cuáles son esas pequeñas grandes producciones que nos hicieron felices entre 2010 y 2019.
Tal como hicimos con el anterior Top, la idea fue elegir uno por año, cada uno de los que integramos este medio armamos nuestra lista y los más votados salieron ganadores. No tienen idea lo variado que estuvo todo y lo pareja de algunas definiciones, que en algunos casos fueron a penales.
Explicado esto, ahora si, los dejamos con el Top 10 indie de la década.
Limbo (2010)
PlayDead entró a la industria pateando la puerta. Limbo es una de las grandes maravillas indies de los últimos años, un videojuego de plataformas 2D tremendamente oscuro en el que nos poníamos en la piel de un niño vagando, justamente, por el limbo. ¿La meta? Encontrar a nuestra hermana mientras sorteábamos trampas y seres mortales.
Si te gustan los puzzles complicados, los ambientes macabros y las muertes violentas, no te lo podes perder. Y si te quedas con ganas tras terminar este suplicio en blanco y negro, tenes Inside, otra obra maestra del estudio.
Bastion (2011)
El único que repite presencia. En el anterior Top, antes de saber que íbamos a tener que hacer uno exclusivo para indies, Bastion se coló en 2011 por un empate con Dark Souls. Y en este, por coherencia, tenía que ganar por baile. Y así fue.
La primera producción de Supergiant Games (Transistor, Hades) la rompió toda con un apartado artístico formidable, soundtrack que todavía escuchamos en la oficina y una narración en off preciosa que iba guiando la aventura y que, luego, fue la voz de la espada de Transistor.
En fin, una obra indie imperdible que se puede jugar en un montón de plataformas.
Hotline Miami (2012)
No se podía quedar afuera bajo ningún punto de vista. Esta obra indie hecha por solo dos desarrolladores suecos es un verdadero desafío. Con vista cenital al mejor estilo de los primeros GTA, Hotline Miami nos mete en una aventura psicodélica de asesinatos a mansalva.
Sin más motivos que una llamada telefónica extraña, nuestro protagonista se tendrá que ir poniendo diferentes máscaras de animales para matar a todos los mafiosos que encuentre en cada pantalla. Pero eso sí, atentos, porque si nos tocan una sola vez, nos matan. Y la misión volverá a arrancar.
Por lo que sólo queda un camino, el ensayo y error al ritmo de la música electrónica que vas a querer en todas tus fiestas. Imperdible por donde se lo mire y con una secuela en 2015 que, lamentablemente, no estuvo a la altura.
Papers, Please (2013)
Papers, Please es de esos juegos que parten de una premisa mundana y monótona, pero que logran el mensaje que se proponen. Nuestro título indie del 2013 es obra de Lucas Pope, un groso de la escena que nos hizo encarnar a un agente de aduana que tenía que decidir quién entraba y quién no a su ficticio Estado comunista.
Una maravilla que funciona como crítica inmigratoria y social, y que luego se adaptó en un corto. Además, Lucas Pope en 2018 se volvió a lucir con Return of the Obra Dinn. Por lo que la calidad está garantizada.
Monument Valley (2014)
A mi gusto, lo mejor que haya salido alguna vez en el terreno mobile. Una obra maravillosa de Ustwo Games que funciona como homenaje perfecto a gran parte del trabajo del pintor holandés Maurits Cornelis Escher. Monument Valley utiliza las perspectivas como pocos videojuegos y se adapta a las virtudes de nuestros teléfonos como no van a ver en ningún otro lado.
Puzzles en paisajes imposibles en partidas perfectas para un viaje en bondi, para esperar en algún consultorio o para, simplemente, estar tirados en la cama. Si todavía no lo jugaste, tenes suerte, porque tiene una secuela que analizamos hace dos años y también la rompe toda. Incluso, como perlita, salió en algunos capítulos de House of Cards.
Ori and the Blind Forest (2015)
Este lo dudamos porque son esas producciones que están en la fina línea entre indie y producción grande, y no tanto por la cantidad de involucrados, que no son muchos, sino por el apoyo de Microsoft. Que se yo, digo, cuando tenes la banca de una empresa como esa, no sé que tan indie terminas siendo. Pero como los austríacos de Moon Studios arrancaron solos en 2010 y recién un año después firmaron con los dueños de Xbox, les podemos dar un changüí.
Qué decirles que no sepan de Ori, no? Uno de los plataformas 2D más hermosos que van a ver en su vida. Y que prepara una secuela que se estrena en marzo y que parece que también va a estar a niveles visuales tremendos.
Overcooked (2016)
El party game que no puede faltar en tu juntada con amigos. Un videojuego de hasta cuatro jugadores que nos transporta a la cocina de un restaurante, algunos menos normales que otros, y que nos obliga a ponernos de acuerdo entre todos para entregar los platos en tiempo y forma.
Eso sí, a medida que avancemos por los diferentes niveles la cosa se va a ir poniendo más complicada y si no nos comunicamos como corresponde y dividimos tareas, se torna imposible. Los momentos de gritos como: «Cortá la cebolla», «Dale que se quema la hamburguesa», «lavá los platos», o «correte de ahí que no puedo entregar el pedido», son imperdibles.
Aunque atentos, porque Overcooked puede terminar con amistades de muchos años.
Night in the woods (2017)
No hay nada que podamos decir de Night in the woods que ya no haya dicho Mer Grazzini en su excelente artículo: Poniéndole mecánicas a la vida. Pero, apoyado en ese, vamos a intentar contarles.
Night in the woods es una aventura gráfica en 2D que toca el tema de la vuelta al pueblo natal tras algunos años de facultad encima. Y, a diferencia de cualquier aspecto de la vida o videojuegos, acá no se premia la eficiencia, sino la procrastinación. Esta historia de animales antropomórficos tiene un guión formidable y no van a poder parar hasta que lo terminen.
¿Dato por fuera de la experiencia? Uno de sus responsables, Alec Halowka, se suicidó a fines de agosto tras se acusado de abuso sexual. Por lo que la posibilidad de una secuela queda en el aire, a menos que se la pongan al hombro Scott Benson (animador) y Bethany Hockenberry (guionista), los otros nombres dentro de los créditos.
Celeste (2018)
Otro indie donde vamos a terminar citando a nuestra compañera y amiga Mer Grazzini, aunque esta vez su artículo tiene apenas tres meses. Celeste, según ella, es una metáfora sobre la superación de la ansiedad y la depresión. Un plataformero 2D recontra complicado que nos pone en la piel de Madeleine, una veinteañera que busca superarse a sí misma escalando una montaña.
«Todo lo que tenemos que superar, y las herramientas para hacerlo, están ahí, a la vista. Y si nos caemos, volvemos a empezar de inmediato en esa misma pantalla. Vamos superando obstáculos larguísimos, un pedacito a la vez. Algo que se suele recomendar a las personas con ansiedad: resolver las tareas con calma, de a una por vez», sostiene Mer en su artículo.
Eso sí, ella no es la única que ama Celeste, ya que el año pasado fue uno de los indies más premiados. Otro imperdible en una lista que explota de creatividad y frescura.
Baba is You (2019)
Y el Top 10 indie de la década lo cierra Baba is You,con Mer nuevamente como nuestra gurú. Aunque esta vez no lo hizo en un artículo, sino dentro de su columna en la que recomienda videojuegos independientes y, en general gratuitos.
Tal como dice ella, es un juego ideal para programadores, muy de pensamiento lateral. Porque si bien estamos ante un título de puzzles hecho por una sola persona (Arvi Teikari de Finlandia), la originalidad es que se resuelven armando frases, o sea, dándole órdenes al universo de Baba is You.
«Dicen que si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Ah, ¿No era así? Bueno, acá sí. Porque quizás no podemos alcanzar la ansiada banderita, pero podemos empujar los textos de las reglas para que el enunciado sea “piedra es ganar”. Y entonces tocar cualquier piedra y, justamente, ganar. También podemos romper el enunciado de “río es hundirse”, para poder atravesarlo sin dificultad. Y así con todo», sostenía Mer.
¿Ven por qué es un juego para programadores? Una gran experiencia a sólo 200 pesos en Steam.
Que tengan un gran fin de año y un mejor 2020. Nos pueden seguir leyendo por acá o viendo y escuchando por Spotify y YouTube. Gracias por el aguante continuo.