Eventos y encuentros de videojuegos y de devs hay unos cuantos, cada cual con sus perspectivas y miradas particulares. Pero hoy vengo a invitarles a uno bastante particular e interesante, llamado Cybercirujas. Una agrupación a nivel nacional que tiene una doble función: Social-política y artística.
Sus miembros buscan pelearle a la obsolescencia programada (eso que hace que tengas que cambiar un celu que aún funciona porque ya no corre Whatsapp, por ejemplo). Arreglan computadoras y otros artefactos, les instalan software libre, y las donan a quienes las necesitan. También buscan darles otra función a esos aparatos, desde el punto de vista artístico. Relacionarnos con la tecnología de otras maneras, más lúdicas, más táctiles, más poéticas. Y más graciosas también.
Cada un par de meses organizan encuentros, fiestas, donde se puede ir a probar cosas increíbles como un Doom corriendo en un posnet; otro con el que te pueden sacar fotos tipo polaroid (“poslaroid”); un A Jugar Con Hugo con un teléfono viejo; un pinball hecho totalmente de madera; un ventilador que se vuelve una pantalla para jugar juegos; las máquinas de Videogamo (NAVE, DOBOTONE, etc); el Line Wobbler, que es una tira de led jugable; un Breakout que se juega con la bolita del desodorante, y un inmenso etc.
Venimos visitando todas las ferias que hicieron en el último año en Buenos Aires: en varios centros culturales y en el CCK dos veces. Pero también hay encuentros de las sedes de las provincias, y una vez al año un gran encuentro federal, donde se reúne gente de todo el país. Y como la próxima de estas fechas es el próximo 31 de agosto en el CEC de Rosario, aprovechamos para hacer esta entrevista con varios de sus referentes.
Y el primero en charlar con Press Over fue Nahuel Moco, de Shitty Games:
¿Cómo llegaste desde Shitty Games a la movida Cyberciruja?
Cybercirujas empieza en 2019 en la Muere Monstruo Muere, un evento al que concurríamos. En el 2020 me uní en medio de la pandemia y empezamos con lo de desbloquear y redistribuir las netbooks del gobierno. Ahí empecé a organizar la fecha del club del cybercirujeo, que es esta fecha que hacemos en Capital donde vinculamos arte y tecnología, para reconquistar el ocio. Llegué por Shitty Games porque fue lo que me conectó con esta comunidad de videojugadores y de productores de juegos. Y ahora estoy ahí haciendo de productor y de creador de cosas bajo la filosofía cyberciruja. Me encargo de la organización de la fiesta y del congreso.
Te he visto ayudando a curar el contenido, convocar, etc. ¿Cómo seleccionás a los proyectos que se exponen? Y si alguien quiere exponer, ¿cómo tiene que hacer?
Sobre la selección de gente que participa, en realidad, los invitamos a todos los que nos escriben para ser parte. Es un proyecto abierto. En general lo único que no aceptamos es el discurso de odio, pero todo lo demás está abierto a participación. Ahora puntualmente para el encuentro federal armamos un formulario con la convocatoria. Revisamos los requerimientos técnicos, pero aparte de eso aceptamos todas las propuestas que vengan. La idea es que haya mucho y que todo sea de alguna manera autogestivo en el sentido de que, si querés traer algo, vení y nosotros te vamos a dar el espacio.
También hablamos con Sergio Soldán de Revista Replay:
¿Cómo ves la movida federal? ¿Hay comunicación entre las diferentes células cybercirujas del país?
Hay mucha movida federal cyberciruja. Pero por supuesto, CABA/AMBA, Córdoba y Rosario son los tres focos principales. De hecho, Córdoba es de las células que más gente tiene activa.
Cada célula cyberciruja tiene sus particularidades. La de Buenos Aires tiene la particularidad de que además de hacer las reparaciones y entrega de computadoras, también hacemos muchos eventos culturales en torno al videojuego y la tecnología, que eso no se da tanto en Córdoba. En Rosario la gente de Hackfun está empezando a activar también.
En cada célula hay distintos referentes y objetivos, pero sin descuidar la cuestión política de pensar la tecnología desde otro lado. Y la comunicación se da entre referentes o a veces entre los distintos grupos de Telegram. Yo participo mucho del grupo de Córdoba, que es muy grande y activo. Los referentes de ahí son Nicolás Wolovick y Cristian Rojo. Pero a partir del primer encuentro federal en Córdoba conocimos a la rama de mujeres y disidencias, que además forman parte de otras agrupaciones de tecnología, que son muy activas dentro de Cybercirujas y empujan por ese lado, desde la diversidad y la cuestión de género.
En Rosario está Hackfun, que existía previo a Cybercirujas y luego se sumaron. Y tienen mucho empuje, por eso ahora estamos haciendo el encuentro federal en Rosario.
Cybercirujas tiene una labor social. ¿Cómo es el ciclo de restauración que hacen? ¿Cómo consiguen los aparatos y a dónde los donan?
El ciclo de laburo en torno a la reparación y donación de compus tiene que ver con las redes de contacto. A través de esas redes, nos vamos enterando quién se acerca porque necesita una compu o tiene algo para donar, o si hay alguna agrupación, ONG, biblioteca popular, espacio, merendero, lo que sea, que necesite máquinas o asesoría informática.
Por otro lado tenemos un correo electrónico donde nos llegan solicitudes de equipos y se ofrecen donaciones. Cada tanto en redes difundimos estos espacios digitales para solicitar cosas. También la presencia en eventos y espacios públicos hace que la gente se acerque y te pida cosas. Y cada célula lo maneja distinto.
Yo no vivo más en Buenos Aires, pero participo y veo que la gente se está también acercando a espacios culturales, bibliotecas u organizaciones sociales que se comunican con nosotros porque tienen algún taller de informática abandonado, o tienen las Conectar Igualdad y están bloqueadas. Y los chicos se acercan y hacen ese laburo. Hace poco fueron a una biblioteca popular y les pusieron todas las compus a punto, para que las usen para los talleres y clases.
Marcelo, alias Endif, otro referente y artista del colectivo, nos cuenta de sus obras:
Los proyectos que exponés suelen ser muy “táctiles”, con controles alternativos. ¿Te parece que influye la forma del hardware con la manera en que interactuamos con un software?
Definitivamente. Cambia totalmente la experiencia. Incluso se puede hablar de un meta-juego nuevo al incursionar sobre un juego con diferentes controles alternativos y de fabricación casera. Puede haber toda una exploración nueva de interfaz, y eso genera nuevas formas de pensar la forma en que interactuamos, la forma en que creamos nuestros HMI (human machine interface).
Saliendo de lo lúdico, usando hardware alternativo podemos hacer que un software se comporte de manera extravagante.
Si alguien quisiera meterse en la movida de controles alternativos, ¿qué consejos le darías?
¡Que se animen, claro! Para arrancar no se necesita mucho, la idea es reutilizar componentes viejos o directamente ir a por microcontroladores del tipo Raspberry Pi Pico W. Con muy bajo costo se pueden crear teclados y mouse, y usarlos incluso por Bluetooth pero incorporando formas poco convencionales con botones raros, ruedas, etc. Es cuestión de ponerse a buscar un poco entre la plétora de documentación existente.
Se necesitan pocas herramientas y poca potencia de cómputo, con una netbook escolar es suficiente para arrancar a crear.
Berdyx, profesor y desarrollador de videojuegos educativos, nos da su perspectiva:
Vos solés llevar hardware antiguo a las ferias. ¿Cómo lo reciben las nuevas infancias? ¿Lo entienden, se interesan, preguntan?
En nuestros eventos, aun en los que son más de modo «fiesta», invitamos a toda la familia a participar. Las nuevas infancias vienen acompañadas de sus madres/padres: la vieja generación jugando y contándole a sus hijxs sobre qué se trata todo esto. Si la persona adulta acompaña en experiencia, los más chicos se prenden a jugar o a experimentar con el hardware.
En el evento del CCK tuvimos un par de charlas/talleres sobre hardware (las dio Soldán), y la pibada se enganchó de una. La clave es dejarles experimentar en un entorno seguro. Darles la libertad para hacer, deshacer y romper.
Los más chicos se prenden más en una experiencia que replique un arcade, una consola (¡fundamental un joystick!) o con el cyber. Este está montado sobre las nobles y bastardeadas Conectar Igualdad con el eterno Quake 3. Es increíble como gente de todas las edades se sienta y ya sabe qué hacer, aun sin haber jugado nunca al juego original. Te hace pensar que cualquier FPS que se juegue hoy es una versión nueva de aquel videojuego.
Cuando no se interesan es cuando el juego requiere de controles específicos o tiene mecánicas más duras, características de los juegos de PC de los 80s/90s. A veces jugamos más esos juegos por añoranza o lo que creíamos que eran, y hoy al revisitarlos nos damos cuenta de que eran bastante duros para jugar.
¿Me contás qué hay detrás de la idea del “hacktivismo”?
El Hacktivismo, si buscamos definiciones que no hagan analogías de que manifestarse es terrorismo, es el uso no convencional de herramientas digitales para (generalmente) difundir una idea social/política. Una anarquía sobre el uso establecido de estas herramientas, una desobediencia sobre lo establecido.
En el caso de Cybercirujas, nuestra versión del hacktivismo es combatir a la obsolescencia programada y a la extracción indiscriminada de nuestros datos privados, mediante la utilización de software libre, sistemas autogestivos y difusión de conocimiento gratis.
La mejor manera de rebelarse frente a lo que el sistema capitalista establece como el uso «normal» de la tecnología (cambiar de equipo todos los años, regalar nuestros datos por un like, aceptar términos y condiciones funestos), es justamente conociendo cómo funcionan estos sistemas y apropiarnos de su uso. Así se llega a lo que llamamos un tecno empoderamiento, siendo dueños de estas herramientas.
¿Qué onda la faceta artística? ¿Cómo se mezcla el arte con las máquinas viejas y el cyber-activismo?
Desde el primer evento del Club del Cybercirujeo, tuvimos como parte de nuestro foco el expresar el arte mediante la intervención de las tecnologías. Y desde un principio lo hicimos de las maneras nerd más convencionales: videojuegos y música.
En el rubro de jueguitos comenzamos con la participación de arcades nacionales, pinballs/metegoles intervenidos y videojuegos con criticas socio políticas. Mientras que con la música lo hicimos con el chiptune y synthwave. Siempre con visuales que acompañen a la experiencia. Con el tiempo la gente se fue sumando, siempre convocando a participar y mostrar su arte.
Así en la parte de videojuegos se sumaron controles alternativos (Hugo volvió, en forma de nostalgia), hackeos sobre viejos equipos (hayan sido pensados o no originalmente para jugar juegos), juegos nuevos desarrollados para plataformas viejas, resucitación de equipos olvidados por el tiempo y juegos experimentales en medios no tradicionales (Line Wobbler, hablo de vos).
Por el lado de la música y las visuales, se sumaron experiencias en live coding, circuit bending (hackear dispositivos desechables tipo juguetes usándolos para generar música u otros efectos), experiencias mixtas con instrumentos tradicionales, e incluso gente tocando en laptops que hoy serian usadas como pisapapeles (¡hablo de equipos pre 2000!).
Pero como el arte evoluciona, se fueron incorporando también otras experiencias audiovisuales, todas siguiendo una misma línea: crear experiencias únicas con equipos poco potentes u obsoletos. Así se sumaron valijitas infantiles intervenidas, experiencias sacadas del ámbito demoscene (intros – demos que ocupan menos que este texto), talleres de pixelart analógico (si, papel-lápiz-imaginación) e incluso otras agrupaciones que ya son parte de la familia Cyberciruja, como las Vino y Arduino.
En algunas ocasiones, ya saliendo de los eventos, nos han participar en paneles para discutir este cruce entre Arte-Tecnología-Sociedad-Política, generando sinergias con otras agrupaciones afines a esta misma idea, enfocada desde otras disciplinas.
En Cybercirujas creemos que la cultura debe ser libre, por lo que intentamos que todas estas experiencias sean accesibles a todo el público, invitándoles a que se sumen con sus propias propuestas.
Ángel es uno de los referentes de Hackfun, la célula rosarina de Cybercirujas. Por lo que ahora será anfitrión en el próximo encuentro federal.
¿Querés contarme un toque como funciona Hackfun Rosario, y qué debería esperar la gente que quiera ir al encuentro o sumarse al grupo?
Somos una comunidad localizada en Rosario unida por intereses comunes, en donde la mayoría están atravesados por las computadoras, pero también por una sensación de curiosidad muy grande.
Es a la vez un espacio lúdico pero también de aprendizaje, enfocado a la experimentación y el hacer. Los perfiles de interés van por el lado de la programación, la retrocomputación, arte digital, derechos digitales. Buscamos ser un espacio diverso y abierto a diferentes perfiles, sin darle lugar a la discriminación que suele ser común en otros espacios de IT.
La dinámica interna apunta al aprendizaje colectivo, a compartir experiencias y a generar nuevas formas de usar la tecnología a través de la experimentación continua.
La gente que se sume va a encontrar muebles repletos de hardware, largas mesas repletas de computadoras y gente muy diversa trabajando en proyectos diferentes.
Por un lado, puede haber gente trabajando en recuperar computadoras consideradas viejas u obsoletas para hacerlas rotar en comedores, bibliotecas populares, asociaciones civiles, centros de salud, entre otros. Por el otro, tenemos nuestro rincón de retrocomputación y retroarcade con equipos como Commodore 64 y AMIGA, junto con consolas SNES, Sega, Playstation, etc.
Actualmente estamos preparando nuestro ciber cyberciruja, con computadoras Conectar Igualdad para jugar en red.
Además, periódicamente hacemos talleres internos sobre herramientas de programación como Node, React, TypeScript, Git o también de retroprogramación como Assembler y otros. Detallar todo lo que se hace, lo que ha hecho y lo que muchos han propuesto hacer sería arduo y muy largo.
Hackfun forma parte de una comunidad superior que es Cybercirujas a nivel nacional, sin ningún tipo de federación u organización jerárquica, tan sólo como un modo de aproximarse entre sí, sin perder la real naturaleza descentralizada de Cybercirujas. Este es un espacio que pretende ser lo más horizontal posible y se da una organización colectiva en vez de jerárquica.
Si la persona que lee esto está interesado en programación, software libre, derechos digitales, arte digital, videojuegos, retro-computación. Pero también en socializar, hacer uso crítico de las herramientas tecnológicas y reflexionar sobre otras formas de uso y consumo, seguramente Hackfun sea un espacio para ella. Si alguien quiere sumarse, simplemente nos escribe un mensaje a nuestras redes sociales y vienen cuando nos juntamos en el Centro Cultural de La Toma. No hay restricciones ni obligaciones, sólo querer venir a participar.
Desde Press Over te invitamos a que participes de esta movida increíble y a que apoyes la labor solidaria. Nos vemos por allá.
Me parece bárbaro!!!