NAVE es un arcade que mueve pasiones y multitudes. Un gabinete con un juego en blanco y negro que es potenciado gracias al cariño y el aguante de sus fans que más que jugadores son (somos) una gran familia.
Hay uno sólo en el mundo, en manos de La Gerencia de Videogamo, sus creadores. Y va viajando por las ciudades en camionetas, en colectivos escolares, en chatas, en donde se puede. Y una vez al año, desde hace 8 años, se celebra el Torneo Mundial, un evento de dimensiones épicas en cuanto al amor y la creatividad que genera. Hace dos años escribí una crónica contando la epopeya de casi 26 horas acontecida en una quinta del conurbano, y el año pasado hicimos un video festejando que el mundial transcurría en casa, en las oficinas de Press Over.
Pero este año tan atípico cambió las reglas de todo, y el torneo de NAVE, como tantas otras cosas de nuestra vida, tuvo que reinventarse. El sábado 21 de noviembre se realizó, contra viento y Covid, el 8vo mundial, ¡pero esta vez con modalidad a distancia! Fue mucho más breve, claro. Durante seis horas y media, unos 40 participantes se disputaron el mítico trofeo que viaja de mano en mano, consagrando ganador a NDP con 35 minutos NAVE (que vienen a ser unos 11 en tiempo real), un logro considerando las dificultades de jugarlo con un proxy robótico a kilómetros de distancia en vez de las propias extremidades.
Obviamente no podíamos ir con una cámara al predio, pero igual entrevistamos a La Gerencia de Videogamo, que nos habló sobre esta experiencia tan atípica.
-¡Fue el primer mundial con modalidad remota! ¿Cómo vivieron este cambio?
¡El primero y, esperamos, el único! Intentamos hacerlo lo más igual posible a los torneos de los años anteriores, a tal punto de que en ningún momento de la convocatoria usamos la palabra online, ni remoto, ni avisamos cómo iba a ser (como con el resto de los torneos). Usamos las mismas reglas de siempre, con la única diferencia que cuando les enviamos el Comunicado Pre-Torneo a los que se habían inscripto, en vez de pasarles la dirección de una casa, les pasamos una “dirección” de internet. Un link. Pero hubo ficha, prendedor, premios, entrega de premios… Todo. Fue extraño, pero divertido. Sabíamos que era un experimento y que seguramente vaya a quedar como “el torneo raro”, pero cumplimos. Hubo 8vo torneo, tratando de mantener el espíritu tradicional. Creemos que lo logramos.
-El torneo se realizó gracias a una tecnología que permitía jugar en el arcade a distancia. ¿Pueden contarnos en qué consistía?
El sistema se llama, ROBOT.A™ On-Line Remote Control Arcade System, y consiste de un sistema robótico en línea que permite a jugadores de alrededor del mundo controlar físicamente, de forma remota, una máquina arcade que se encuentre en cualquier otra parte del planeta, a través de sus propios dispositivos personales. El funcionamiento de ROBOT.A™ está basado en un principio simple: Un hardware robótico se adhiere a los controles de la máquina, mientras que una cámara transmite en vivo lo que está sucediendo en la pantalla. Ambos dispositivos se conectan a una computadora que envía una señal de video a través de internet, la cual es vista por el jugador, quien responde por medio su teclado, gamepad, joystick, pantalla touch o control custom, devolviendo instrucciones al robot de cómo controlar el juego. Nosotros lo usamos para llevar a cabo lo que denominamos como el modo NAVE Remoto, pero podría usarse para cualquier otro arcade. De hecho queremos prepararlo para que sea open source y que cualquiera que tenga nuevas ideas de cómo usarlo, pueda.
-¿Fue un diseño de uds o se inspiraron en algún proyecto similar?
El diseño es nuestro pero, en el camino de hacerlo, descubrimos, gracias a nuestro amigo Lisandro Negromanti (jugador LJN de NAVE y tester) que hay, al menos, un sistema parecido en Japón, en el que manejas una máquina de peluches desde cualquier dispositivo (tenés el control de la grúa y de dos cámaras para ver lo que hacés) y lo que ganás te lo mandan a tu casa. Toreba se llama.
-Hace un tiempo que venían testeándolo en mini eventos los sábados. ¿Fue siempre con la intención de usarlo para el mundial, o esa idea surgió luego?
A mitad de año, Luján Oulton de GameOn! El Arte En Juego, nos había convocado para mostrar algo en la edición 2020 de A.MAZE, un festival alemán de videojuegos que está buenísimo, que se iba a hacer online este año. Entonces pensamos en mostrar a NAVE, que nunca tiene la posibilidad de viajar internacionalmente, por lo que significa en cuanto a costos y logística.
Primero pensamos en hablar del juego y la máquina y hacer un demo en vivo, sin ningún tipo de interacción más que el chat. Pero todo el tiempo comentábamos sobre “qué bueno si se pudiera jugar…”. Primero hablamos de poder controlar la computadora interna de NAVE desde otra computadora, a través de Internet, pero había que hacer modificaciones al software y hardware original, y no estábamos para eso. Hasta que en un momento, nuestro ingeniero robótico, programador y diseñador, Máximo Balestrini, deslizó un “podríamos armar un robot y que puedas controlar la máquina, desde otro lado, directamente”. Y fue un SÍ rotundo. Sonaba tonto (en el mejor sentido) y al mismo tiempo cebador y flashero. Una linda locura. Medio un chiste, que no rompe la regla de que a NAVE se lo juega sólo en su máquina original. Y ahí fuimos.
Con el tiempo y los avances de Max, pasó a ser algo real y cada vez más pulido. Primero lo presentamos en A.MAZE de forma pública, junto a Ryo Nagato, amigo, colaborador (nuestro traductor oficial al Japonés) y fan de NAVE, desde Japón. Ryo nunca había podido jugar NAVE y nos parecía copado que él fuera el primero en probar el sistema. Pero luego seguimos haciendo pruebas y mejoras, con la idea de que, si queríamos hacer el torneo 2020, esta era la única alternativa real. Entonces seguimos trabajándolo, haciendo pruebas semanales, transmitiéndolas en Twitch y haciendo, cada uno o dos meses, testeos públicos, como el que habíamos hecho con Ryo, pero sumándole desarrolladores de hardware de otros países (Mark Kleeb de Death By Audio Arcade y Wonderville, desde Estados Unidos, y Robin Baumgarten de Line Wobbler, desde Alemania) y los jugadores de NAVE, REL y PAL, que aportaron su habilidad para las pruebas.
Acercándonos de a poco a la época del año en que armamos los torneos, decidimos que definitivamente este iba a ser el medio por el que se iba a llevar a cabo el torneo 2020. No fue fácil soltar la modalidad presencial tradicional y, si bien en la ciudad de Buenos Aires y alrededores las restricciones aflojaron, el plan de armar un evento protocolar era complicado y con un alto riesgo de que se nos fuera de las manos, tanto en cantidad de gente como en cantidad de horas de competencia… Un cóctel explosivo. De esta forma, cada jugador pudo jugar desde su casa (¡algunos se juntaron!) y el torneo duró considerablemente menos que los anteriores, ya que en modo remoto, NAVE es bastante más difícil. Todo a través de Zoom, la “estrella” de 2020.
-¿Cómo fue la aceptación del público y jugadores con la modalidad virtual del torneo?
Primero que nada, habría que aclarar que el torneo no fue virtual. El torneo pasó en el mundo físico, en un lugar, con la máquina y los jugadores, sólo que en vez de jugar de cerca, jugaron de lejos. Es importante esto para terminar de entender el concepto.
En cuanto a la aceptación, hubo un poco de todo. Tratamos de mantener en secreto el formato remoto hasta último momento, para generar manija, algo que también necesitábamos como empuje para llevarlo adelante. Algunos jugadores, conociendo el sistema que habíamos diseñado, ya aseguraban de antemano que el torneo iba a ser remoto y otros jugadores siguieron, hasta último momento, con la esperanza de que fuera presencial. Incluso gente cercana, que nos dio una mano con la producción de este año, nos preguntaba qué onda. Hubo tristezas, decepciones y enojos, cosas totalmente comprensibles, pero también hubo manija, bancada y aceptación.
Para nosotros, los torneos de NAVE siempre fueron una excusa para que todos los jugadores se encuentren en un mismo lugar al menos una vez al año. Por sobre todas las cosas, eso es lo que no podía faltar, y esta fue la forma que más se adaptaba a todas las realidades y posibilidades. Con el extra de que además pudimos reencontrarnos con jugadores que hace tiempo ya no viven en Argentina y que, de no haber sido remoto, no habrían podido participar.
-Los mundiales de NAVE se caracterizan por ser verdaderos festivales culturales y sociales, con música en vivo, juegos adyacentes, etc. ¿Hubo otras actividades durante el evento virtual, además de la videollamada general?
En general, todas las actividades adyacentes al Torneo, que no involucran directamente a Videogamo (como una tele con DOBOTONE, digamos), son llevadas a cabo por los mismos jugadores, de forma automotivada y autogestiva, completamente independiente de nuestra organización. En este caso, no hubo ningún arreglo de antemano, pero el formato videollamada permitió algunas cosas: Momento de pictionary paralelo al Torneo, Toni Leys haciendo un poco de música, alguien que metía imágenes de películas o de videoclips, un Walter Cornás (amigo, colaborador y jugador ALF de NAVE) musicalizando y armando un álbum de instantáneas tomando imágenes del Zoom, e incluso una compartida de pantalla con intención de jugar MAME, pero que no llegó a ningún lado. También pudimos presenciar un par de viajes en colectivo de jugadores que cambiaron de locación durante el mismo torneo: uno dentro de Buenos Aires y otro en Londres. Buenas y extrañas situaciones.
-De cara al futuro post-pandemia, ¿piensan mantener esta modalidad a distancia cada tanto para que pueda jugar gente de todo el mundo, o van a mantener la mística del arcade único que tenés que encontrar en persona para jugar?
ROBOT.A™ sigue en desarrollo y, a esta altura, a NAVE Remoto lo consideramos un modo más de juego, como puede ser el Extreme. Ahora la variable extra es si lo jugaste de cerca en la máquina o de lejos, también en la máquina. Pero la disponibilidad de NAVE va a ser la misma de siempre, no va a estar disponible todo el tiempo, sino sólo cuando La Gerencia de Videogamo lo disponga. Hacia dónde nos llevará todo esto, el tiempo dirá.
¿Algo que quieran recordar especialmente?
Uno de los momentos más emotivos se dio durante la apertura del Torneo, cuando el Campeón Mundial 2019, MXS, apareció de sorpresa en la sede y, además de entregar la Copa que tuvo en su poder por un año, leyó un hermoso texto en castellano, inglés y japonés, que escribió especialmente para la ocasión, para desearle suerte a quien fuere Campeón 2020. Después de 8 años de no poder participar en ningún torneo, Ryo pudo estar, escucharlo y comprenderlo. Fue excelente. La posibilidad de ese tipo de conexiones entre diferentes personas, es lo que más motiva a “la NAVE” a seguir adelante.
¡Muchas muchas gracias!
No me voy a cansar nunca de recalcar que NAVE es mucho más que un juego, es un sentimiento. Casi como ser hincha de un club de fútbol. Es un fenómeno tecnológico, cultural y social que mueve pasiones y acalambra extremidades con la misma intensidad. Espero que el año que viene augure la vuelta de las juntadas, de los conciertos, de los eventos deportivos y culturales; de los porrones compartidos, de los abrazos, y del amor de la gente reunida alrededor de un objeto de culto.
Y la vuelta de los torneos de NAVE, que es todo eso junto.