Bienvenidos de nuevo a IndiesPensables, el espacio que encontramos para darle visibilidad a videojuegos cortos e independientes. A veces gratuitos y a veces no, pero que siempre nos dejan algo.
El de hoy es uno de esos que captan mi atención de inmediato, como si estuviesen hechos para mí (NdE: me consta). Un pajarito cabezón que me hace pensar en Germ de Night in the Woods, dando vueltas por un bosque e interactuando con otros animalitos NPC.
Yo estoy trabajando en un juego similar, y dije “ah, esto es lo que sería mi juego si tuviese más presupuesto”. Pero no les puedo explicar lo corta que me quedé con esa afirmación… A Short Hike es un juego desarrollado casi exclusivamente por el canadiense Adam Robinson-Yu, con música de Mark Sparling y asistencia de un par de artistas más. Y se lo presenta como un juego de exploración calmo, casi un walking simulator. Aunque lo cierto es que tiene mucho más para ofrecer de lo que parece a simple vista.
Controlamos a Claire, una pajarita joven que está de vacaciones con su tía en una isla a la que suele ir su familia hace años. Está esperando una llamada importante, y su tía le dice que allí no hay cobertura… si quiere usar el teléfono, va a tener que ir hasta la cima de la montaña. Entonces se nos propone dar un par de vueltas por el bosque ayudando a algún NPC para conseguir el equipamiento para poder escalar.
Lo cierto es que para un título corto e independiente, ¡es enorme!. El mundo por recorrer tiene un millón de secretos, islas, pasadizos, pequeños riscos y recovecos entre los árboles donde nos esperan cofres, ítems, personajes escondidos… La historia se puede jugar en una o dos horas, pero A Short Hike no es “short” (corto) para nada, ofrece varias horas de exploración. Incluso tenemos un diario de pesca donde podemos intentar atrapar a todos los peces.
Pero no sólo es grande y hermoso, además de todo está super pulido. La sensación de correr, volar y trepar es muy satisfactoria, y visualmente la paleta de colores, con el 3D con el shader que hace ver todo pixelado, crean un ambiente en donde uno se siente realmente cómodo.
Y la música no sólo es muy hermosa, con mucha vibra del Estudio Ghibli, sino que cada uno de los temas, relativos a cada escena y parte del escenario, tiene montones de capas con distintas sonoridades e instrumentos, que van reaccionando activamente a lo que hagamos en el juego y los lugares por donde nos movamos.
Además, los diálogos son divertidísimos, más de una vez me hicieron reír fuerte, y cada personaje va evolucionando, así que hay muchos a los que podemos volver a visitar y ver qué cosas nuevas les estuvieron pasando. Algunos se van desplazando por el terreno y nos los volvemos a encontrar en diferentes lugares, hasta llegar a la resolución, que es hermosa. Y en el medio hay varios minijuegos de todo tipo, de reflejos, de velocidad, de lógica… Realmente impecable. Tanto la protagonista como yo, nos olvidamos al llegar a la cima que el objetivo era la llamada. Así de importante es a veces el viaje.
La verdad es que más de una vez me llevé sorpresas con los juegos que busco para esta columna, pero el de hoy realmente me impactó. Vine buscando cobre y encontré oro. Lo pueden comprar en el Itchio del desarrollador o por mucha menos plata en Steam, claro. Y claro, lo super vale.