Bienvenidos a Indispensables, la columna semanal donde buscamos darle visibilidad a esos juegos chiquitos e independientes que valen la pena ser jugados. Hoy les voy a contar de Atma, un título desarrollado por Team Atma.
A la hora de jugar videojuegos o consumir series, estamos bastante acostumbrados a absorber folklore y todo el mundo sabe lo que es un Oni, quién es Zeus o Thor, pero ¿Cuánto sabemos de otras culturas menos hegemónicas (o menos de moda)?

Atma es un RPG de una hora de duración producido por 13 estudiantes de una escuela de Game Design de Francia, pero está situado dentro de la cultura y estética de la India.
Aprovechando la riqueza visual de esa cultura y sus intrincados patrones, Atma nos presenta unas visuales totalmente deslumbrantes, un pixelart super detallado y colorido de una manera muy armónica, además de montones de assets animados en todo el fondo. Cada escenario es absolutamente impactante.
La historia va muy de la mano de la cultura hindú, con templos y dioses que se asemejan a los del Hinduismo. En este juego, el mundo de los vivos vive en comunión con el de los espíritus, hay guardianes espirituales que meditan y logran mantener ese balance.

Nuestro personaje y su amado eran guardianes, pero él se dejó llevar por la avaricia y trató de “ascender” antes de tiempo, por lo que uno de los dioses lo castigó, dejándolo vagar entre mundos.
Ahora la guardiana que queda tiene que recolectar las últimas memorias que los miembros de la aldea tienen con su amado para poder… Bueno, hay más de un desenlace posible, y va a ser decisión de nosotros como jugadores elegir el camino a tomar.
El gameplay es muy interesante, vamos consiguiendo un par de mantras con los que activar poderes elementales. Esos mantras se activan entrando en un estado zen (en cámara lenta) y teniendo que dibujar ciertos patrones en la pantalla. No, les juro que nadie de mi equipo había jugado este juego cuando diseñamos Los Rostros Del Bosque, pero lo cierto es que nos encontramos ahora con que tiene una mecánica similar.
Con estos mantras podemos atacar a enemigos, despejar zonas del mapa y también resolver una serie de puzzles a lo largo de toda la aventura. La verdad es que es muy entretenido, aunque algo lento, nuestra protagonista sólo corre durante las peleas y camina durante la mayor parte de la aventura, eso hace un poco tediosa la exploración.
Supongo que es la idea crear una experiencia relajada y obligarnos a prestar atención a la complejidad de los fondos, pero a mí se me hizo algo pesado eso.
La música también tiene reminiscencias indias, es muy calma y reconfortante (excepto en el boss, pero no les voy a spoilear nada, no teman).

Además, como si fuera poco lo hermoso que es el pixelart del juego, hay varias partes de narración y de elecciones que están ilustradas a pincel, y aunque es un estilo completamente diferente al del resto del juego, armonizan bien y son igual de bellísimas.
Se los recomiendo fuertemente. Lo descargan gratis desde acá, y me cuentan en los comentarios qué decisión tomaron al final.
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