Junio es el mes del orgullo gay. El momento del año en el que se recuerdan los disturbios de Stonewall en Estados Unidos y la rebelión de la comunidad LGTBQ contra un sistema y sociedad que los oprimía. Y desde Press Over queremos homenajear esa historia con Videojueves. El rincón que tenemos para juegos casi siempre gratuitos y con temáticas mensuales.
Y el elegido de esta semana retoma el carácter autobiográfico del que vimos en el primer artículo del mes, quizás en una clave más humorística que la obra de Nicky Case.
Anna Anthropy es una desarrolladora trans nacida en Estados Unidos. Ya había hablado de otro juego de ella con una temática queer, donde tres chiques en una relación amorosa debían encontrar su lugar en una cama que generalmente está pensada sólo para dos.
Pero como no lo hice en su momento, conviene un pequeño repaso a su biografía. Anna desarrolla videojuegos profesionalmente desde hace unos cuantos años, y casi desde el principio intentó darle una vuelta de tuerca queer y disidente a sus creaciones.
En 2012 escribió el libro Rise Of the Videogame Zinesters, que por cierto estoy terminando y es muy bueno, donde promueve la creación de videojuegos artísticos, expresivos, personales y hechos por hobbystas. Con la democratización de los medios digitales y el acceso a la tecnología, los videojuegos poco a poco van dejando de ser un medio expresivo dominado por una elite con el capital y los conocimientos necesarios, y cada vez más gente puede contar sus historias mediante este medio.
Su planteo es que si los videojuegos estaban hechos por hombres blancos adinerados, para otros hombres blancos adinerados que los consumían, poco espacio había para cualquier minoría o identidad disidente para verse representada en la pantalla. Así que ella tomó cartas en el asunto, y además de promover el uso de motores de fácil acceso (como Twine, Game Maker, etc) realizó sus propios juegos con sus historias.
Y Dys4ria (Disforia) es uno de estos juegos. En él, Anna narra sus experiencias transicionando de sexo, dividido en cuatro capítulos: la burocracia social (ella dice “la mierda”), la médica, la hormonal y los resultados. Todo de forma bastante abstracta, pero consigue transmitir todas las emociones. Cada capítulo se compone de varias situaciones cortitas donde debemos ponernos en la piel de Anne para entender todas las frustraciones y dificultades (y también las cosas buenas al final) de sentirse incómoda con su cuerpo, y los tratamientos a los que se somete para sentirse mejor.
Aunque crítico y esencialmente dramático, el juego tiene un tono humorístico o paródico en varios momentos y en la manera de narrarlos, con lo cual es muy ameno de jugar. La idea de la creadora era transmitir toda la frustración inherente a su situación. ¿Y qué mejor que un videojuego para eso? Uno no puede “fallar” al leer un libro o ver una película, pero definitivamente se puede fallar en un juego.
Dys4ria fue publicado originalmente en Newgrounds en 2012, pero luego se lo dio de baja para ser subido a una página personal que también fue dada de baja… Y lamentablemente no están publicados en su nueva web. Pero a no desesperar, que el internet todo lo puede y queda una versión de archivo acá! Pasen a jugarlo gratis (dura unos 5 minutos). Nos vemos la semana que viene.