Bienvenidos a Indispensables (antes Videojueves), la recomendación semanal de pequeños juegos independientes que andan perdidos por Internet y que los podes disfrutar gratis o baratos.
Hay juegos para divertirse, para llorar, para competir. Sin embargo, la aventura de hoy es un poco para reír y reflexionar. Monomanía, de Nacho Marx, es un juego argentino (¡y rosarino!) de decisiones en donde tenemos que atravesar puertas y atenernos a las consecuencias, que nos abrirán o cerrarán otras puertas a medida que elijamos nuestro camino.
Empezamos siendo un mono nacido en una jaula, con una sola posibilidad de acción: bailar para que nos den una banana. Unas pocas bananas más tarde vamos a poder inspeccionar la celda, y darnos cuenta de que estamos atrapados y eso es terrible. Así que intentaremos escapar, y a base de conseguir angustia absoluta e inseguridad paralizante, podremos evolucionar y actuar como humanos.
A partir de ahí comienza una frenética y divertida lucha por la supervivencia y el éxito, trepando por la escala social, pudiendo conseguir trabajo, familia, poder, ganar discusiones en internet, ideología, espiritualidad, narcóticos, etc. Con opciones bienintencionadas, moralmente cuestionables, o nostálgicas, como volver a comer helado de banana.
Todo esto acompañado por unos mensajes parpadeantes que se nos vienen encima cada vez que elegimos algo. La voz de nuestra conciencia en desarrollo, y también de nuestra arrasadora ansiedad que todo el tiempo nos va a gritar desde el fondo de nuestro cerebro “más, hacé más, mejorá, escapá de la prisión de la vida cotidiana”.
Monomanía funciona, entonces, como un juego de palabras, entre la idea de un mono maniático, y el concepto psicológico que describe un tipo de paranoia donde el paciente sólo puede pensar alrededor de una idea o conjunto de ideas. En este caso, “escapar”.
Lo primero que pensé cuando lo jugué fue que podría haberse hecho como juego de texto en Twine, pero lo cierto es que los efectos visuales suman a la experiencia, creando el ambiente de ansiedad, y también haciendo que la percepción vaya subiendo a medida que desarrollamos el pensamiento, agregando colores y texturas.
Con humor ácido y mucha crítica social, Monomanía dura unos 10 minutos, tiene gran cantidad de posibilidades diferentes durante el juego, y unos 12 finales disponibles. De los cuales sólo vamos a desbloquear tres al final, según los caminos de la vida que hayamos tomado.
Cada final que elijamos, además, nos va a dejar con una reflexión a modo de consejo masomenos serio sobre la temática que hayamos elegido para concluir. Pueden pasar a jugar online gratis por acá, en castellano o en inglés.