Bienvenidos a otra semana de VideoJueves, la columna en la que les recomiendo juegos chiquitos, independientes y casi siempre gratuitos. Este mes la temática es la ruptura de la cuarta pared. Y me pareció que no podía dejar pasar el que creo que es el primer juego que conocí que hacía esto.
Nos vamos a remontar a más de diez años en el pasado, al auge de los minijuegos en flash, para traerles The Impossible Quiz. Un título sin narradores ni personajes.
Es, como su nombre lo indica, un test, un examen, un juego de preguntas y respuestas que busca desafiar nuestro intelecto y hacernos explotar el cerebro con su lógica extraña. Con un formato y un diseño que hace acordar a esos shows de preguntas de la tele, The Impossible Quiz nos va a bombardear con alrededor de 100 preguntas, una más ridícula que la otra, y sólo nos deja equivocarnos tres veces.
Pero claro, cada pregunta va con trampa. No sólo son capciosas o con juegos de palabras (en inglés), sino que a veces la respuesta no está entre las opciones sino en otro lado de la pantalla (NdE: un garca!). Incluso a veces tenemos que reordenar las letras o mover objetos para poder responder. O usar la interfaz de la PC (por fuera del juego) para responder.
Como con todos los juegos de ingenio (y todos los de este mes), los enigmas y la sorpresa son los elementos clave. Por lo que no puedo hablar mucho del juego sin arruinar la experiencia. Lo cierto es que hay que darle muchas veces para poder pasarlo. Hasta que, eventualmente, pasemos las primeras preguntas de memoria para llegar a esa que nos hizo perder. Sólo para volver perder algunas preguntas más adelante y volver a empezar.
Si, al igual que yo, le dedicaron muchas noches de su adolescencia a este juego, seguramente se les piantará un lagrimón jugándolo de nuevo. Y para los que no lo hayan conocido en su momento, nunca es tarde para reírse un rato con esta joya retro.
Pueden jugarlo acá. Y si se quedan con ganas, pueden seguir sufriendo con su continuación.