Hacía tiempo que no hacía esto, así que me complace anunciar Los Premios Indies-pensables 2021 (o bueno, para qué vamos a mentir una objetividad que no existe, los 10 indies que más me gustaron). Así que ya saben, acá no hay verdades absolutas ni éxitos indiscutidos (excepto por Outer Wilds que es el mejor de la historia, punto). Estos son los 10 títulos de este año que más disfruté, más un par de menciones especiales. Así que sin más preámbulos, vamos a la lista:
N° 10 – Genesis Noir
Que nadie diga nunca que el arte, la ciencia y el amor no se pueden mezclar. “Que viva la ciencia, que viva la poesía, qué viva siento mi lengua cuando tu lengua está sobre la lengua mía” dijo Drexler alguna vez. Genesis Noir es una obra absolutamente psicodélica, un despliegue visual y musical que nos va a tener todo el trayecto diciendo “paaah”. No tiene algo como un core-gameplay, sino que son muchas pequeñas situaciones interactivas que van contando un cuento al ritmo del jazz y una estética cubista representando los años 40 ó 50.
Puede llegar a ser un poco hermético, eso sí. La historia alterna entre no usar palabras en lo absoluto, a abrir cada capítulo con una poesía científica que habla sobre el origen del universo. Porque todo esto empieza cuando el Bang de la pistola a punto de matar a la amante del protagonista genera un Big Bang que nos lleva a perseguir al asesino, una suerte de dios malvado, directo hacia el origen del universo. Sí, toda la falopa, toda.
Sinceramente se me hizo un poco largo, y la sobre estimulación sensorial no fue aliciente para que lo termine, pero lo disfruté, y celebro muy fuertemente que existan estas cosas, y que podamos en todas las consolas comprar un título así de extraño, y dejar que se nos vuele la mente. Necesitamos más cosas raras, artistas dispuestos a romper todos los moldes, más juegos que “no son juegos”.
Lo buscan en todas las consolas o en Steam.
N° 9 – 31 Unmarked Games
Alguna vez he hablado por acá de “el juego platónico”. La idea que una se hace en la cabeza antes y durante la partida, que va más allá de lo que efectivamente nos presenta la obra, disparadora de la imaginación. 31 Unmarked Games es un compilado de 31 minijuegos, hechos cada uno en un sólo día, durante todo el mes de octubre. Una suerte de desafío Inktober (un dibujo por día) pero con fichines. Realmente una hazaña admirable. Hay montones de tipos diferentes, con diferentes dinámicas y dificultades. Cada uno es lindo, divertido, simpático; bonito en sí mismo y en el conjunto.
Pero lo que hace que esta obra esté en mi top es el marco que lo contiene. La fantasía que engloba la experiencia. Tenemos una casilla de correo (de las físicas) donde nos llegan 31 casetes, y tenemos que ponerlos en una consola reproductora y ver qué nos toca. Esa idea de gacha, abrir un sobre de figuritas a ver qué sale, es muy reconfortante. Pero además, al terminarlo, desbloqueamos una plancha de stickers para hacer nosotros la portada del casete, y ponerlo en la colección, o tirarlo a la basura si no nos gustó.
Lo más probable es que la mayoría de nosotros jugó alguna vez uno de esos cartuchos de 10 juegos en uno, o aún mejor, algún diskette que nos copiaba un amigo, que no sabíamos bien qué tenía, y eso alimentaba la expectativa de descubrirlo. (Seguramente además, dibujarle la portada, o pegarle stickers para distinguirlo). “Jamás podré elogiar a mi pobreza, tan sólo es el cristal de mi pasado” diría La Bersuit, pero quienes crecimos en los 90 recordamos bien esa infancia de contrabando; compartida, pirateada.
Si algo de todo eso les trajo recuerdos, no duden en buscar 31 Unmarked Games por acá en Itchio.
N° 8 – Before Your Eyes
De este ya hice una nota más exhaustiva, pero les cuento velozmente. La industria tiende a repetir patrones, hay un alfabetismo en quienes juegan, una serie de códigos compartidos: te movés con las flechas, saltás con este botón. Los títulos “alt ctrl”, con controles raros, son interesantes porque nos sacan de esa zona de confort.
Before Your Eyes se maneja con los ojos. Vamos a recordar la vida de alguien en primera persona, y en cada pestañear, vamos a saltar en el tiempo. Y a veces nos gustaría quedarnos, ver qué más pasaba en ese momento. Luchamos contra la materialidad de nuestro cuerpo para quedarnos un ratito más… pero sólo podemos sostener los ojos abiertos por un tiempo antes de empezar a lagrimear. Hablando de lagrimear, esperaba que esta obra me hiciera llorar, pero no tiene tantos golpes bajos como esperaba (o quizás… no tan bajos). Lo cual es bueno, sería incómodo de manejar si estuviéramos llorando, jeje.
Se juega en PC o Mac, en lo posible con una webcam, pero sino reemplazando el pestañear con el mouse, pero se van a perder el 90% de la experiencia.
N° 7 – Chicory: A Colorful Tale
Pero si en vez de llorar quieren ser felices un rato, Chicory es la opción que buscan. En un pueblito que parece un libro infantil para pintar, ALGO se robó todos los colores. Así que nuestro personaje, que es quien le limpia el departamento a la Portadora Del Pincel, decide hacerse cargo, e ir por ahí pintando todo y ayudando a la gente. Podemos pintar con total libertad, tanto como queramos, e incluso dejarnos notas sobre los lugares que nos quedan por explorar. Es uno de esos juegos que nos dejan la cancha libre para que juguemos tanto como tengamos ganas.
Pero ojo, no es sólo una aventura de pintar cosas. Tenemos que explorar cavernas, usar la pintura para resolver pequeños puzles, acceder a diferentes lugares y para, atentis, ¡¡derrotar bosses!! Porque no todo es paz y amor en el mundo blanco y negro de Chicory. De hecho, la historia va a meterse en temas de salud mental, así que tampoco es para tomarse a la ligera. Hay fuerzas malvadas tratando de llevarse los colores, y tendremos que enfrentarlas acompañadas de la banda sonora de la gran Lena Raine, compositora de Celeste.
Lo pueden jugar en Playstation o comprarlo en Steam.
N° 6 – Toodee and Topdee
De Toodee and Topdee hice una reseña cuando salió, porque desde el primer gif que vi me llamó la atención. Una premisa simple pero llevada a cabo con todo esplendor. ¿Qué pasa si agarramos un plataformas tradicional, y un puzle top-down, y los fusionamos en el mismo universo?. Cómo dos representaciones abstractas de la realidad tan disímiles pueden coexistir es la pregunta que responde este título pixelado y genial.
Vamos a ir alternando entre dos personajes, cada uno en su plano geométrico, que van a tener que ayudarse mutuamente para sortear todo tipo de puzles y peligros (¡y puzles peligrosos!). Para jugar en soledad o con compañía. Todo en el marco de una historia llena de chistes de programación y una curva de dificultad muy buena a lo largo de montones de niveles que van agregando mecánicas, desafíos ¡y hasta bosses!
N° 5 – Death’s Door
Mi colega Damian Silberstein hizo una reseña de este, pueden pasar a leerla para más data. Lo que les puedo decir yo, es que estaba dudando si incluirlo en este top o no, porque quería enfocarme en independientes y realizados por estudios muy pequeños. Me parecía que era demasiado grande e impresionante para compararlo con los demás. Y resulta que es un estudio de dos (2) personas, más trabajo adicional de otras seis. Una locura.
Death’s Door es básicamente Bastion con pájaros. Obvio que lo voy a amar. Un hack and slash super divertido, con mucho humor, unos gráficos bellísimos, y una banda sonora que no se queda atrás. A veces es un poco frustrante morir en los mini bosses y tener que caminar desde el checkpoint anterior… pero los combates son ágiles y realmente se siente increíble. Hubo algunos pequeños detalles, como romper la UI al romper los carteles, o el mini puzle del baño de la mansión de la bruja… Momentos en donde el título realmente me conquistó.
Se puede jugar en todas las consolas, en Xbox está especialmente barato, y también en Steam.
N° 4 – Qomp
Qomp parte de una premisa muy simple, que pervierte el clásico juego Pong. Acá sos la pelota, y tenés que escapar. Y continúa con las premisas simples: todo se maneja con un sólo botón, y es representado con cuatro “colores” (lo que en Bellas Artes se llama “negro de color”, casi gris pero no). Lo maravilloso de este título es cuánto puede contar y entretener con tantas limitaciones.
El gameplay es divertido y desafiante, entre los puzles y la acción, porque como estamos en constante movimiento, tenemos que todo el tiempo estar esquivando cosas. Con ese sólo botón nos enfrentamos contra todo tipo de peligros y nuevas mecánicas, presentadas con una curva de dificultad super pulida; una verdadera hazaña de game design. El arte me parece bellísimo, vamos a explorar una serie de dungeons abstractos y agresivos pero hermosos a la vez. La música es atrapante y fundamental para la experiencia pero sin acaparar la escena nunca. Y detrás de esta pelota cuadrada, se esconde un mensaje mucho más profundo para quienes quieran detenerse a descubrirlo.
Pueden pasar a leer la nota y escuchar la entrevista que le hice al diseñador, y comprar Qomp en Steam por acá.
N° 3 – TOEM
Obvio que de TOEM también escribí ya una reseña. Si me enamoró desde el primer demo, y hereda mucho del espíritu viajero de A Short Hike (que supo ser mi GOTY personal de ese año). Una aventura que parece transcurrir dentro de uno de esos libros pop-up de cartón plegado, y una banda sonora a la altura de la belleza de los gráficos.
En TOEM vamos a hacer un viaje por las montañas europeas, charlando con locales, descubriendo la fauna y ayudando a los más variopintos personajes, todo con nuestra cámara de fotos. Es relajante, gracioso, divertido. Nos da mucha libertad de sacar las fotos que queramos, y una gran cantidad de misiones fotográficas para cumplir. TOEM nos invita a hacer un viaje deteniéndonos en los pequeños detalles, que es donde está la magia.
Se puede jugar en Playstation, Switch o en PC/Mac via Steam.
N° 2 – Moncage
Todo lo que tenga que ver con usos poco convencionales del espacio es algo que me interesa. Hace poco escribí un ensayo al respecto, así como reseñé cosas como Gorogoa y claro, al demo de Moncage. Si jugaron Gorogoa, debería ser suficiente con que les diga “Moncage es como Gorogoa pero en 3D” para que corran a comprarlo. Si no, quédense que les cuento un poco.
Tenemos un cubo transparente. Adentro del cubo hay un escenario, una miniatura de un lugar. Eso si lo vemos desde una de las caras, claro. Porque si nos movemos al otro lado del cubo, vamos a ver que dentro hay otro espacio, como pequeñas ventanas a un pasado que va a develar una historia familiar. La cosa es que si miramos desde el lugar adecuado, alineamos el escenario de una cara con el de otra y CHAN, la compuerta del sótano se continúa con el puente de la ciudad, y ahora el camión puede pasar.
Objetos cotidianos que se resignifican en tiempo, tamaño y espacio para interactuar con otros. Y como dije, hay una historia emotiva de fondo, que es contada principalmente a través de los puzles mismos, apoyados por una serie de fotografías que hay que encontrar escondidas en las escenas. Moncage es un puzle impecable, prolijo, elegante, con algunos momentos en particular que son especialmente ingeniosos. Se puede jugar en el celular, en Switch o en Pc/Mac.
N° 1 – Ynglet
De Ynglet hablé muchas veces. Hice una reseña cuando entrevisté a su creador, también hablé sobre lo maravilloso de su sistema de checkpoints cuando reseñé Omno. Y twitteé mil veces al respecto, porque fue amor a primera vista (o GOTY a primera vista).
Ynglet es divertido, bello, innovador y tiene un nivel de pulido descomunal. Es un plataformero no convencional, porque tiene características de un top down, pero con gravedad. Es difícil de explicar. Se siente super bien, las mecánicas están pulidísimas y el juego todo el tiempo va a hacer trampa en nuestro favor, empoderándonos y dándonos una mano para que nos sintamos los reyes o reinas del… ¿aire? ¿agua? ¿espacio?. Donde sea que transcurra el juego.
Los gráficos están hechos a mano y modificados con un software custom del creador. Cada nivel está inspirado en una parte de la ciudad de Copenhagen, tanto en cuestiones visuales como en gameplay. Un detalle que me encantó, es el de unos bancos de plaza muy característicos de esta ciudad, que están diseñados de manera que la gente de la calle no pueda acostarse a dormir. Las plataformas de Ynglet que tienen esa forma, no permiten que uno pueda descansar y crear un checkpoint allí, sino que nos van a lanzar volando en pocos segundos. Un pedacito de crítica social que hace que siga sumando puntos en mi corazón.
La música está hecha con un software custom también, y muchos niveles funcionan como una loopera, en donde empezamos con sólo una base rítmica, y cada acción que hacemos va a generar un sonidito (porque todo reacciona a lo que hacemos) que se va a sumar a la base, y a loopear, así que la melodía la vamos a ir haciendo con nuestro propio gameplay. Una locura.
Si hay algo que reprocharle es que no es lo suficientemente largo. Cuando llegamos al punto en que mejor jugamos, termina un poco abruptamente y nos deja queriendo más. Lo pueden jugar en Nintendo Switch o comprarlo en Steam.
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¡Pero no me voy a ir de acá sin antes hacer algunas menciones especiales! Juegos que por una u otra razón no quise poner en la lista oficial, pero que se merecen que los nombre.
El que ojalá me hubiese gustado: Sable
Le tenía muchas ganas a Sable. Jugué unas cuantas horas, fui a contarle a un amigo, y mi reseña fue: “Es hermosísimo, está maravillosamente escrito, pero no lo puedo jugar, lo odio”. Me dejó pensando mucho en que no todos los títulos son para todo el mundo, por mucho que nos pese.
Sable es de los mejor escritos que me crucé nunca, junto con Disco Elysium. Los diálogos no tienen nada que envidiarle a una novela, y el añadido de la narración en primera persona me parece muy original y disfrutable. Los gráficos, bueno, qué no se dijo ya sobre la majestuosidad de los escenarios que recuerdan al gran ilustrador Mœbius. Y la música nos termina de transportar a ese mundo increíble.
Mi problema con todo esto es que el mundo es tremendamente grande. Todo está lejos, y cuesta trabajo moverse, escalar las montañas es una acción laboriosa, el desierto se siente, realmente, desierto. Eso es genial, pero ARGHH me da una suerte de agorafobia. La desesperación de saber que cualquier decisión de exploración me va a llevar más tiempo del libre que tengo en el día, y manejar la moto no me termina de gustar. Hay gente que disfruta este realismo y esta sensación de estar en un mundo gigante, pero yo lo sentí opresivo y mi ritmo de vida no me brinda el suficiente tiempo para dedicarle. Pero bueno, no podía dejar de estar acá. Si ustedes sí disfrutan de los open world, lo juegan en Playstation, Xbox o en Steam.
Mejor demo: Storyteller
¿Una lista sin ningún juego argentino? ¿Hecha por mí? Pfff.
Storyteller es original, es hermoso, ingenioso, gracioso. Y lo venimos esperando hace muchísimo. Es parte ya de la historia de la industria argentina de videojuegos, pueden chequear mi artículo para tener un resumen de eso.
El demo de Storyteller nos da un pantallazo bastante grande a lo que será el título completo, ofreciendo un montón de niveles para explorar sus interesantes mecánicas. La cosa es que tenemos un libro con un montón de títulos para sus capítulos, pero cada página está vacía. Como una historieta con viñetas vacías, y un conjunto de personajes y escenarios con los cuales armar una historia que coincida con el título. No podemos manipular los personajes, pero los escenarios van a condicionar los comportamientos de los personajes en esa viñeta. No podemos decidir qué pasa, pero al decidir el dónde, forzamos la acción que queremos que suceda.
Pueden bajar el demo en Steam y en Switch, y si se quedan manija, escuchar la entrevista que le hicimos al diseñador junto a Juan Lomanto en Early Access, el podcast de Press Over.
Mejor juego del mundo mundial Mejor DLC: Echoes of the Eye
Y sí, obvio que este iba a estar acá. Outer Wilds es mi juego favorito de toda la historia, y quienes lo hayan jugado van a saber que hacer un DLC es… difícil, cuanto menos. No hay mucho espacio para añadir contenido, y tanto la historia como las mecánicas del juego original son demasiado cerradas e intrincadas. Y sin embargo, lo lograron. Echoes Of The Eye es CASI tan largo como el original, y ofrece la misma experiencia, las mismas emociones, pero concentradas en una porción un poco más pequeña, autocontenida, que se puede explorar por separado de todo lo demás, y sin embargo… Mi recomendación es que, si se van a sumergir a este universo por primera vez, no vayan a explorar la torre de radio del DLC hasta no tener bastante clara la historia del juego principal.
Me encantaría hablar de las maneras en las que [CENSURADO] o el momento maravilloso en el que [CENSURADO] pero Outer Wilds es ese juego que no se puede spoilear. Vayan y maravíllense. Lo juegan en Playstation y Xbox (¡muy pronto en Switch!) o lo buscan en Steam.
Estos no son ni por lejos los únicos juegos indies geniales que salieron este año, son los que yo más disfruté. Ustedes, ¿Cuáles jugaron? ¿Cuáles les parece que faltaron en la lista? ¡Les espero en los comentarios!
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