Jeff Bezos no tiene un solo pelo de tonto. La semana pasada, mientras el grueso de la industria tenía los ojos puestos en la E3, Amazon despidió a decenas de empleados de su división de desarrollo de videojuegos.
Los afectados por esta decisión fueron informados de que contarán con 60 días para reubicarse en otro sector dentro de Amazon. De no poder encontrar un nuevo puesto al finalizar ese periodo, se les otorgará entonces una indemnización.
Junto con los despidos, parece que también fueron cancelados varios proyectos en desarrollo dentro de Amazon Game Studios que aun no habían sido anunciados. La división viene recorriendo un camino pedregoso prácticamente desde su creación. Lumberyard, el motor que crearon basándose en el CryEngine, ya cayó en el olvido. Además, sus figuras más prominentes hace buen tiempo que partieron hacia otros pagos y todavía no cuenta con un título estrenado.
Tras enterarse de los despidos, desde Kotaku se comunicaron con Amazon y recibieron el siguiente mensaje:
«Amazon Game Studios está reorganizando algunos de nuestros equipos para permitirnos priorizar el desarrollo de New World, Crucible y los nuevos proyectos no anunciados que estamos ansiosos de poder revelar en el futuro. Estos movimientos son el resultado de ciclos de planificación de negocios regulares en los que alineamos los recursos para que coincidan con las prioridades evolutivas a largo plazo. Estamos trabajando estrechamente con todos los empleados afectados por estos cambios para ayudarlos a encontrar nuevos roles dentro de Amazon. Amazon está profundamente comprometido con los juegos y continúa invirtiendo fuertemente en Amazon Game Studios, Twitch, Twitch Prime, AWS, nuestros negocios minoristas y otras áreas dentro de Amazon».
Todo parece indicar que se trata de una movida mucho más prolija y cuidada que las que hemos visto en otros casos dentro de la industria, lo cual es algo bueno (aunque ya no debería ser necesario destacarlo). Esperemos que las personas afectadas puedan reubicarse pronto.