Kyle “Bugha” Giersdorf, quien hace poco hizo titulares al consagrarse campeón de la Fortnite World Cup, esta semana se convirtió en una nueva víctima de swatting mientras tranmitía en vivo.
Pero por si en estos últimos 5 años jamás escucharon hablar del término, vayamos desde el principio. El Swatting es una práctica ejercida por gente demasiado mal de la cabeza que consiste en hacer una falsa denuncia a la policía, para que esta acuda armada hasta los dientes a un domicilio determinado, mientras la persona que vive en esa dirección está streameando, sin sospechar nada.
Esta estupidez llegó a darse practicamente todas las semanas entre el 2016 y 2017 en EEUU y Gran Bretaña, invadiendo Youtube con multiples videos, y cediendo recién cuando un hombre de Kansas fue rematado a tiros en la puerta de su propia casa. En este caso, la persona que hizo la llamada está ahora pasando 20 años en la carcel.
Uno pensaría que eso es lo suficientemente disuasorio para que esto no se repita. Pero no.
Desde que ganó 3 millones de dólares por ser campeón de la Fortnite World Cup, Bugha viene siendo el objetivo de acoso constante cada vez que se conecta a jugar. Hace un par de días, se encontraba streameando cuando de repente se detuvo para hablar con alguien fuera de cuadro. «¿Fui swatteado?», se lo escucha decir justo antes de alejarse del escritorio.
Momentos después, y ante la preocupación de quienes lo estaban viendo, volvió para contar que un equipo de la policía había entrado a su casa, armas en alto. Por suerte, las cosas no escalaron gracias a que uno de los oficiales lo reconocío de verlo por el barrio.
No fue un tragedia de pura casualidad. 16 años tiene el pibe, y tiene que lidiar con estas cosas. Después nos preguntamos por qué debería tener que preocuparnos que nuestra información personal esté siendo distribuida por la web. Acá está la respuesta, y acá también está el llamado a la acción para erradicar este tipo de comportamiento tóxico.