Argentina es como la caja de bombones de Forest Gump, nunca sabes lo que te va a tocar. La incertidumbre, por nuestra tradición cíclica, es el equivalente a una bola de nieve, y así la cosa se complica cada vez más. De ahí la necesidad de contarles cómo afectaría la Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva, que aprobó el Gobierno de Alberto Fernandez a finales de año, a la industria nacional de videojuegos.
Como ya deben saber si nos leen habitualmente, el desarrollo local es uno de los ejes principales de Press Over, el combustible que le dio fuerzas desde los comienzos. Por eso estuvimos hablando con gente que la tiene más clara que nosotros en temas impositivos para que nos aclaren un poco en qué quedarían los beneficios fiscales que iba a empezar a recibir el sector a raíz de la aprobación de la Ley de Economía del Conocimiento de la que tantas veces les hablamos durante 2019.
Dicho fácil, ya que si quieren más detalles técnicos pueden hacer click en la nota de arriba, la Ley de Economía del Conocimiento venía a quitarle presión fiscal al sector, lo que iba a permitirle a las empresas establecidas como tales, tener un mayor margen de crecimiento.
La ley decía dejaba en claro que con esa reglamentación las empresas recién iban a pagar cargas sociales a partir de los 17 mil pesos de salario. Sin embargo, ahora ese beneficio se anularía y se pasaría a pagar como un empleador normal, a partir de los siete mil. Vamos con un ejemplo práctico: si el sueldo de un empleado es de 40 mil pesos, las cargas sociales se pagan sobre 33 mil, no sobre 23 como se suponía. Por lo que significa un aumento significativo del costo por recurso humano. O, mejor dicho, un estancamiento de los valores que ya se manejaban.
“Hay una grave crisis económica que requiere del esfuerzo y apoyo de la ciudadanía toda. Pero hay que entender que el sector videojuegos tiene un gran potencial para convertirse en un enorme exportador de productos y generador de divisas, por lo que es importante que se mantengan la mayor cantidad de beneficios plasmados en la Ley de Economía del Conocimiento”, nos dijo Federico Espósito, CEO de Sureksu. Y cerró aclarando: “Igualmente, falta la reglamentación, conocer la letra chica, así que hay que ser cautos y esperar cómo avanza la situación”.
Como ven, las cosas todavía no están del todo claras. A priori, de no revisarse la situación individual de la industria de videojuegos, parecería que los incentivos y beneficios que planteaba la aprobada Ley de Economía del Conocimiento, quedarían anulados hasta el 31 de diciembre de 2020, fecha en la que la Ley de Solidaridad vencería. Pero nos consta que la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos Argentina (ADVA) ya está trabajando al respecto, por lo que habrá que esperar para ver si consiguen algún resultado.
El desarrollo local viene en franco crecimiento durante los últimos cinco años. Las EVA se expandieron por diferentes provincias, los juegos que se exponen mejoran en calidad año tras año, y los creadores independientes cada vez tienen más posibilidades de ingresar en la industria desde diferentes canales. Rondas de negocios, días de presentaciones de portfolios y acercamiento a grosos de la escena mediante charlas y talleres.
Es interesante aclarar, por si no están al tanto de la actualidad de la política argentina, que la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva que se aprobó a nivel nacional el 27 de diciembre pasado, estableció, entre otras cosas, la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, energética, sanitaria y social hasta el último día de 2020. Si quieren más detalles sobre la misma, pueden entrar al Boletín Oficial.