Allá lejos, en el país del sol naciente, hay una ciudad costera de poco más de 100 mil habitantes en la que se da uno de esos milagros de la robótica que nos sigue sorprendiendo. Una automatización digna de los sueños húmedos de Henry Ford, que permite que con apenas cuatro empleados, se tenga lista una PlayStation 4 cada 30 segundos.
Esa ciudad es Kisarazu, lugar de residencia de la fábrica integrada por 22 robots de Mitsubishi Electric que se encargan de la hazaña. Y los que, según cuenta el medio Nikkei Asian Review en su nota, es el arma secreta de PlayStation.
“El foco en la productividad está en el ADN de la PlayStation original que se lanzó en Japón en diciembre de 1994. Teiyu Goto, el diseñador de la consola, se concentró en crear un sistema que fuese fácil de producir en masa. Goto hizo que los ingenieros en Kisarazu mejorasen la productividad y la tecnología de producción se transfirió a los fabricantes contratados. Cuando la consola se acerca al final de su vida comercial el modelo baja sus ventas y es víctima de la competitividad de los precios. Las líneas de producción pueden mantener la rentabilidad gracias a sus constantes mejoras”, afirma uno de los ingenieros entrevistados por el medio.
Sony entendió desde un primer momento que, a largo plazo, el negocio no estaba en la venta de máquinas, sino más bien en la de videojuegos. Por eso su diseñador pensó a futuro y armó algo que eventualmente pudiera ensamblar un robot a velocidades imposibles por el ser humano.
Tal es así que hoy en día la fábrica de Kisarazu tiene sólo cuatro empleados humanos y poco más de 20 armando las consolas. Hoy una PlayStation 4 en ese lugar queda lista en apenas medio minuto, pero la nota no aclara si ahí también se encargan de su sucesora.
¿Será ese el secreto por el cuál el coronavirus y el parate de las fábricas no afectó la producción de PlayStation 5? Tiempos modernos nos invaden, y Ford estaría muy contento. Cuatro humanos y 22 máquinas.