Ya sabíamos que venía en camino, pero ahora también sabemos cuándo es que estará disponible. En uno de esos acontecimientos solo justificado por una nostalgia hiperconsumista, el famoso Duke volverá a estar disponible en los comercios a partir de marzo.
Pero este Duke no tiene nada que ver con el noventoso shooter, sino que está íntimamente relacionado a la Xbox original. Se trata de nada más y nada menos que de su gigante y espantosamente incómodo control, que por alguna razón un número suficiente de gente adora como para justificar que se haya vuelto a producir.
Si bien la fabricación depende de Hyperkin, todo el proyecto fue impulsado por Seamus Blackley, quien también lideró el equipo de Microsoft que creó la Xbox original, permitiendo así que la empresa diese su primer paso en el mundo consolero allá por el 2001. Blackley también se ocupó de diseñar el nuevo Duke, cuyo gran elemento distintivo es la pantalla OLED ubicada donde antes estaba el logo de Xbox, y en la cual vamos a poder ver la animación de inicio de la consola cada vez que la encendamos.
Otros cambios incluyen la eliminación de las entradas frontales para memory cards, la adición de un cable USB y el hecho de que el Duke puede ser utilizado en Xbox One, Xbox 360 y PC.
A continuación pueden ver la animación que les mencionaba, en un video compartido por Blackley en su cuenta de Twitter:
I can finally show my miserable OLED mockup. #DUKE #XBOXE3 everyone should thank @Hyperkin @XboxP3 @Shpeshal_Ed pic.twitter.com/U4wOhSsGKp
— Seamus Blackley (@SeamusBlackley) June 12, 2017
La pantalla es fachera, no lo voy a negar, pero… saca la tarjeta de crédito.
Así es entonces como, mientras todas las compañías fabricantes de consolas y/o periféricos luchan por estar a la vanguardia de la ergonomía, la nostalgia grita “aguante la tendinitis, vieja” y hace que de repente todos estemos considerando gastar U$S 70 para reservar un control viejo, gordo, pesado e incómodo.