Ayer se jugó la final de Solos en la Fortnite World Cup, y Kyle “Bugha” Giersdorf se consagró campeón. Con una actuación increible, el estadounidense demostró una solidez rotunda, que lo ubicó casi 30 puntos por arriba del segundo puesto. KING.
Pero nosotros tenemos otro campeón: Thiago «KING» Lapp.
Con apenas 13 años, el jugador argentino fue uno de los mejores del torneo, y logró consagrarse en el puesto 5 del ranking final, llevandose a su casa 900 mil dolares.
Totalizando 30 puntos y 21 kills, KING se ganó la atención de todo el público ya desde el arranque de la jornada, con una doble kill tremenda en el primer round que lo metió dentro de los 25 mejores. No miento cuando digo que le tiré cosas a la pantalla en esos segundos.
Para la segunda ronda, no solo era el jugador que más daño había realizado, también tenía hipnotizados a los dos comentaristas. El estadio celebraba a los gritos cada una de sus kills. 13 años, la edad mínima para poder entrar al torneo, y el pibe se la pasó dando clases de lo que significa ser un Pro.
Y en la quinta ronda, pese a que su posición en la tabla lo tenía al borde del Top 10, el tipo se las ingeniaba para eliminar a Luneze de forma magestuosa post Shockwave, con apenas 35 HP.
Su efectividad, su frialdad incluso en las situaciones más complicadas fueron tales, que pronto se lo bautizó como el «Asesino de Dioses».
Lamentablemente, no pudo consagrarse campeón, pero alcanzar el Top 5 en una competencia de esta categoría es un logro sin precedentes para el entorno competitivo nacional, que seguramente sirva para impulsar el sector en el país. No se que le espera por delante a Thiago en su carrera, pero yo lo voy a estar siguiendo de cerca.
Y la celebración con su viejo, cuyo video dio la vuelta al mundo ¿Cómo no quererlo? ¡Crack de la vida!
https://twitter.com/Slasher/status/1155724263258824704