Así es. No solo fueron las Pussy Riot las que invadieron el campo de juego ayer en Moscú, durante la final del Mundial entre Francia y Croacia. Fortnite, el juego más jugado del momento, también tuvo su pequeño momento frente a las cámaras del mundo.
Antoine Griezmann, autor del penal y segundo gol para Les Bleus, se dio el lujo de celebrar su tanto con el clásico baile de la L que tantas veces hemos visto dentro del Battle Royale de Epic Games. Si no vieron el partido, y de alguna manera le escaparon a todas las repeticiones, acá pueden ver el fragmento.
No es la primera vez que lo hace. También revoleó las patas después de meterle un gol ha nuestro seleccionado en octavos, y tampoco es el único que lo hace, con el baile siendo repetido en la NBA y otras ligas deportivas.
Pero igual quién le va a quitar lo bailado al muchacho, ¿no? El tipo salió campeón del mundo.