La verdad que la relación videojuegos y violencia nos tiene agotados. Lamentablemente, jugadores, desarrolladores y especialistas nos sentimos obligados a salir al cruce cada vez que se dan declaraciones cavernícolas como las de Trump. Pero, por suerte, ahora también se nos sumó Hillary Clinton.
Sí, así como leen. Resulta que la ex Primera Dama y Secretaria de Estado de los Estados Unidos nunca pierde oportunidad de criticar al impresentable del presidente. Y si para eso tiene que defendernos a nosotros, lo hace.
Pero esperen, recapitulemos.
El fin de semana hubo una nueva masacre en el país del norte y Trump, ni lerdo ni perezoso, desvió la atención hacia los videojuegos para que no se toque el tema portación de armas. Porque claro, la matanza fue en Texas y ese Estado sumamente republicano y armado hasta los dientes, fue el que más lo votó.
«Debemos detener la glorificación de la violencia en nuestra sociedad. Esto incluye a esos terribles videojuegos que ahora son tan comunes. Es muy fácil para jóvenes con problemas rodearse de una cultura que celebra la violencia. Debemos detener o reducir sustancialmente esto. Y debemos comenzar de inmediato», declaró el presidente.
Pero Hillary, al igual que la ESA y varios desarrolladores de renombre, salieron al cruce. La candidata que perdió con Trump en las elecciones de 2016, dijo: «la gente sufre enfermedades mentales en cualquier otro país del planeta. La gente juega a videojuegos virtualmente en cualquier otro país del planeta. La diferencia son las armas«.
People suffer from mental illness in every other country on earth; people play video games in virtually every other country on earth.
The difference is the guns.
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) August 5, 2019
¿Hace falta decir que desde Press Over estamos totalmente de acuerdo con la afirmación de la señora? No, obvio que no. Los videojuegos no tienen absolutamente nada que ver con la violencia. No existen estudios que así lo aseguren. Y, tal como dice la ex funcionaria de Obama, el problema de fondo son las armas.
Estados Unidos es un país que tiene una política de Estado basada en la industria bélica y una sociedad joven que normaliza el bullying como ninguna otra. Ser popular, tal como vemos en series y películas, es el fin de de niños y adolescentes. Y los que no llegan a ese estándar, en general, sufren consecuencias.
Masacre en Nueva Zelanda, los videojuegos y el periodismo buitre
Todo eso y, lógicamente muchos otros factores, son un caldo de cultivo para la violencia. Los videojuegos no tienen nada que ver con eso. Háganse cargo de una vez por todas y dejen de tapar la mugre debajo de la alfombra.