Parece mentira, pero en Sudamérica conocemos más los relatos nórdicos y griegos que los que se gestaron por culturas de nuestras tierras. Nada, cosas del colonialismo y otras yerbas, pero con las que Laidaxai viene a romper.
El videojuego que encabeza Dani Maga, ex estudiante de FADU como las chicas de Talara, está en pleno proceso de desarrollo y bajo la mentoría de la incubadora The Rabbit Hole. «La idea surgió en 2017 cuando estaba cursando y me puse a investigar sobre relatos Qom por mi árbol genealógico, pero recién se transformó en videojuego en noviembre de 2020 cuando lo presenté en la convocatoria de Crear«, nos cuenta la creadora.
Laidaxai no ganó el concurso, pero pasó el filtro y recibió una beca de apenas 20 mil pesos para dos meses de desarrollo. Dinero que utilizó para que Matías Carú en música y Nacho Rud en diseño la ayuden a transformarlo en un prototipo interesante de jugar y subir a itchio.
Pero… ¿de qué trata su historia?
Bueno, es interesante, porque el gameplay está inspirado enteramente en el relato Qom sobre el árbol negro Nawe Epaq. «Lo conocí en los libros de antropología de Florencia Tola y Pablo Raid, que hablan de la cosmovisión y chamanismo de pueblos originarios. Y si bien la historia del este árbol aparecía en varios lugares, nunca de forma clara. Por eso me contacté con Cintia Longó, mi vínculo directo con la comunidad», nos cuenta Dani Maga. Y agrega: «Cuando me pasó el relato completo no lo podía creer, era un videojuego«.
Es que claro, todo ese relato previo fue clave para atar los cabos sueltos y empezar a formar el gameplay en la cabeza.
Cuenta la mitología toba, que existía un árbol negro llamado Nawe Epaq, que emergía del medio de una laguna donde habitan las bestias peligrosas del agua. En sueños, los chamanes eran guiados por sus espíritus auxiliares hacia allí para aumentar su haloik (poder). Y los piogonak (chamanes) debían trepar el árbol hasta la punta mientras sorteaban los espíritus malos realizando plegarias. Cada nivel sorteado tenía un animal o ser guardián que lo representaba, y el chamán absorbería el haloik de ellos a medida que lograba el ascenso. Una vez arriba debía arrojarse hacia las aguas oscuras evitando las bestias acuáticas hasta ganar la orilla.
Entonces claro, de ese relato surgió la historia que le daría sentido a Laidaxai, y la pandemia aportó también un poco de lo suyo.
«Laida es una niña que a través de sus sueños logra llegar al árbol negro, un árbol que otorga poderes de piogonak (chaman), que le permitirán curar una extraña enfermedad que padecen los habitantes de su comunidad. Para lograr convertirse en chamana deberá atravesar todos los niveles del árbol, desde el suelo hasta su copa, logrando así un nuevo poder en cada nivel, y evitando que la fuerza de otros chamanes y la presencia de los seres protectores del árbol la hagan caer», sostiene la descripción oficial del videojuego que tiene su demo en itchio desde hace algunos meses.
Laidaxai significa «morena», y Dani Maga bautizó así su obra en homenaje a la primera mujer que figuró con un nombre Qom en el documento. Actualmente, tras un año desde el comienzo del desarrollo, Cintia Longó se sumó al equipo haciendo correcciones relacionadas a la cultura Qom y traduciendo los textos a esa lengua.
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