Después de toda una serie de rumores, finalmente ayer fue presentada la que todos sabíamos que tenía que llegar: Xbox One S All-Digital Edition, la consola que descarta por completo los juegos en formato físico.
Este es el siguiente paso dentro de un camino que Microsoft viene siguiendo desde el lanzamiento del Xbox Game Pass, la biblioteca digital de juegos por suscripción, que viene siendo alimentada de manera feroz mes a mes.
Descartar la disquera le ha permitido a la empresa reducir el precio de la consola, llegando a los 250 dólares, unos 50 por debajo de la versión original de la Xbox One S. Y desde Microsoft se comprometen a mantener esa diferencia mientras ambas consolas sigan en producción… Excepto en Argentina, donde las cadenas de electrónica las venderan más caras porque el plástico es blanco, o algo por el estilo.
El lanzamiento, si bien sigue una consecución lógica, también plantea una serie de preocupaciones. La principal de ellas es lo difícil que se hace en un entorno completamente digital poder preservar los videojuegos para la posteridad. Por lo que habrá que ver cómo evoluciona todo eso. Recordemos que es el camino en el que se embarcó Google Stadia.
Con la adquisición de una de esta consola vienen incluidos tres juegos: Minecraft, Forza Horizon 3 y Sea of Thieves, además de un mes gratuito de Xbox Game Pass y 14 días de prueba para Xbox Live Gold.
La Xbox One S All-Digital Edition estará disponible en el hemisferio norte a partir del 7 de mayo. La fecha de salida y el precio (presumiblemente alto) para Argentina todavía no fueron confirmados.