Nintendo es una empresa a la que se suele asociar con la familia, las buenas vibras y ecosistemas accesibles para todes. Al mismo tiempo, Nintendo parece tenérsela jurada a la modernidad del gaming en cuanta ocasión se presente y en su última aventura Nintendon’t se metió con quizás la comunidad más afectada por este tipo de intervenciones, la de Super Smash Bros (SSB).
Hace no más de una semana un tweet de The Big House (el evento más grande de la escena SSB) anunciaba haber recibido una orden de cese de actividades por parte de la amigable Nintendo a raíz del primer torneo online que iban a realizar tanto de SSB Melee como de SSB Ultimate. De manera inmediata la queja se hizo escuchar en varias redes sociales esgrimiendo el hashtag #FreeMelee, intentando darle visibilidad a este nuevo atropello contra la comunidad de Smash.
https://twitter.com/TheBigHouseSSB/status/1329521081577857036
El cuento en esta oportunidad viene a raíz de la forma en que se llevaría a cabo el torneo de SSB Melee, un juego que tiene casi 20 años de antigüedad y que solo está disponible para la consola Gamecube.
Pre escenario pandémico este tipo de eventos se realizaban de manera presencial en su mayoría con las consolas y copias de juegos físicos originales, pero debido a los tiempos que corren, The Big House iba a organizar el torneo utilizando Slippi, una versión emulada y mejorada de SSB Melee creada por un miembro de la comunidad de SSB (Fizzi) que le agrega al juego base varias funcionalidades, siendo la más importante a mi entender la posibilidad de tener matchmaking de manera online utilizando rollback netcode, algo impensado para la versión original.
Sabemos que a Nintendo no le gustan los emuladores, así que esta era la oportunidad de oro para asestar un golpe letal contra la comunidad de Smash con un argumento que si bien es válido a nivel legal, es una porquería para el pueblo smashero que tanto aprecio le tiene a Melee (por lo general mencionado como el mejor SSB de la historia).
https://twitter.com/TheBigHouseSSB/status/1326238416321777664
El torneo de Ultimate, por otro lado, iba a estar organizado en Switch con copias originales, dado que tiene funcionalidad online, pero Nintendo se sentía con suerte y como el torneo se transmitía decidió bajarlo de un hondazo junto con el de Melee. Y es que esta no es la primera vez que la gran N atenta contra el libre uso de sus propiedades intelectuales, es tan fácil como ir 3 años para atrás y ver cómo la empresa nipona iba tras una tajada importante de la monetización de cualquier contenido generado por streamers con propiedades nintenderas.
También podemos trasladarnos a 2013, donde Melee tendría un lugar como evento oficial de la EVO luego de que la comunidad juntara casi u$s100.000 para una causa benéfica (investigación del cáncer de mamas), pero Nintendo quería que el torneo no se transmitiera y hasta incluso coquetearon con la idea de cancelarlo, pero tuvo que desistir por la reacción de la comunidad en redes sociales. La diferencia principal entre ese caso y el actual es que hoy tienen el argumento de “istin isindi in imilidir”. Y si capo, sino no se puede hacer un torneo online de Melee por pandemia.
Esta persecución de Nintendo con sus propiedades intelectuales choca de frente con lo que la comunidad FGC promueve diariamente, e incluso se contradice con sus pares desarrolladores en el mensaje. Es tan fácil como analizar casos como el de Capcom o SNK, cuyos juegos sin modo online eran jugados a través de la plataforma GGPO (el comienzo del rollback netcode), obviamente emulados y casi sin ninguna queja de parte de sus desarrolladores o publishers.
Y es que la razón fundamental para no ponerse exquisitos y ambiciosos prohibiendo torneos o contenido es tan trivial como tirar un hadouken después de un crouching medium: es propaganda buena y mayoritariamente, gratis. Armar ligas competitivas con premios, permitir circuItos amateurs y su transmisión, colaborar en eventos grandes de fighting games son algunas de las tantas cosas que Nintendo podría implementar y que a priori solo generaría ganancia, tanto monetaria como de confianza de parte de la comunidad. Pero no, en cambio prefieren cancelar un torneo de un juego que tiene dos décadas, que seguramente no van a relanzar y de hacerlo, apuesto un bitcoin a que va a tener un netcode de cuarta (o quizás ni lo tenga).
Para cerrar, yo entiendo que a Nintendo hoy en día le está yendo 11 puntos a nivel económico, pues lejos están los días de la Wii U, y esto en consecuencia lo envalentona a tomar medidas poco amigables para marcar la cancha y sentar un precedente en ocasiones futuras. Pero esto no hace más que lastimar a la comunidad de Smash (que no olvidemos, son los que más gente llevaron a EVO el año pasado) y que ante semejante tirón de cuerda, seguramente tomen algún tipo de represalia, por más dolorosa que sea: lease, pasarse todos a Brawlhalla y que Nintendo chupe limón.
Es difícil y duro, pero creo que para enviar un mensaje concreto, más que #FreeMelee habría que utilizar #DropSmash, en señal de completo abandono de la franquicia que tanta gente quiere pero que a Nintendo parece importarle poco y nada más allá de las ventas iniciales.