Desde ayer, Riot Games vuelve a estar en el centro de atención por la administración interna de su personal. Una exempleada y una empleada presentaron una demanda contra el estudio por discriminación de género.
Esta no es la primera vez que Riot Games se ve en el ojo de la tormenta. Tan solo hace tres meses circulaba un informe desarrollado por Cecilia D’Anastasio, de Kotaku, en el cual nos pudimos enterar en detalle sobre la cultura empresarial dentro de la casa de League of Legends, en la que predomina el sexismo.
Para quienes quieran leer la demanda, a continuación tienen la documentación completa:
Tras el escándalo que siguió a la publicación del informe de Kotaku, desde Riot habían prometido esforzarse para erradicar las prácticas sexistas. Pero según la demanda, los hechos distan mucho de los dichos. «Riot Games simplemente está barriendo estas acusaciones bajo la alfombra con investigaciones y asesoramiento vacíos, mientras protege a los malos actores de cualquier repercusión», se puede leer en el documento, que además lista varias de las faltas apadrinadas por la empresa en contra de su población femenina, por ejemplo:
- Burlas y objetivificación sexual, incluyendo cadenas de mails rankeando la belleza de las empleadas
- Encajonamiento de quejas por acosos, y posterior persecución a quienes se atrevan a presentar dichas quejas
- Recepción de fotos no solicitadas de los genitales de sus colegas y/o jefes
- Una cadena de mails en la que se discutía «cómo sería penetrar» a una compañera
- Mansplaining constante
- Brandon Beck, cofundador de Riot, utilizó la frase «No, no necesariamente significa no» como slogan para una reunión. Un empleado masculino presentó una queja al respecto, y fue inmediatamente apartado de la empresa.
- A un exempleado se le permitió mantener su posición de liderazgo en Riot, pese a realizar comentarios de tono sexual constantemente, y tras haber drogado y violado a una compañera.
La lista continúa, e incluye el despido de Daniel Klein y Mattias Lehman, dos de los militantes pro diversidad de mayor notoriedad dentro de la empresa, luego de que protestaran por el incumplimiento de las promesas de cambio realizadas por la gerencia de Riot.
PC Gamer se contactó con el estudio, que ante la demanda dijo lo siguiente: «Si bien no discutimos los detalles del litigio en curso, podemos decir que tomamos en serio todas las acusaciones de esta naturaleza e investigamos a fondo. Seguimos comprometidos con una evolución profunda y completa de nuestra cultura para garantizar que Riot sea un lugar donde todos los Rioters prosperen.»
¿Pero qué es un Rioter? Según consta en la demanda, y en los informes publicados por Kotaku y el LA Times, no es una mujer.
Ser un Rioter es la definición dentro de la empresa para describir a los core gamers, pero aparentemente se utiliza además como una norma para dar preferencia a los hombres por sobre las mujeres a la hora de contratar, ascender y compensar a los empleados. Esto, por su propia naturaleza, termina reforzando la postura machista y condiciona a las mujeres de la empresa para mantenerse calladas al momento de enfrentar situaciones de discriminación/sexismo. Es inevitable entonces preguntarse si la respuesta de Riot es un simple mensaje prefabricado, o un siniestro preámbulo.
Este nuevo capítulo en la larga batalla que se está llevando a cabo puertas adentro del estudio acaba de comenzar. Los mantendremos al tanto ni bien haya novedades.