Una lavada de manos olímpica. Esa es la mejor descripción para definir la más reciente decisión de Valve respecto a Steam.
Dadas las recientes olas de reclamos por la repentina decisión de eliminar todas las novelas visuales del Steam Store, y por el desagradable «descuido» que permitió que un juego sobre causar una masacre escolar estuviese disponible para el público, el equipo de Valve ya se cansó de tantas reuniones y de escuchar las largas diatribas de la gente de RRHH.
«…Hemos decidido que el enfoque correcto es permitir que todo ingrese al Steam Store, excepto por las cosas que decidamos que son ilegales, o directamente trolleadas», dijo Erik Johnson de Valve en una publicación en el blog oficial. «Adoptar este enfoque nos permite concentrarnos menos en tratar de vigilar lo que debería estar en Steam, y más en construir herramientas para dar a las personas el control sobre qué tipo de contenido ven».
Desde Valve no especifican de qué tipo de herramientas para taparnos los ojos está hablando, ni cuándo serán habilitadas. Pero tampoco importa. Esto es un claro caso de tolerar la intolerancia, de dar rienda suelta a una bola de caca de proporciones siderales, ¡pero en nombre de la libertad de expresión!
¿Creías que Steam era un espacio seguro? No lo es.
¿Dudabas de que lo fuera? Ahí tenes la confirmación.
¿Sabías que no lo era? Tenías razón.
Me gusta porque Johnson dice que Valve no va a permitir contenido ilegal o troll, pero al mismo tiempo se la pasa hablando de lo subjetivos que son los gustos y de como algo que ofende a uno puede no ofender a otro, y la imposibilidad de marcar una línea, por lo que la historia al final del día es que no van a eliminar un pomo.
¿Pero entonces qué pasa si te encontrás con un juego misógino, racista, xenófobo, homofóbico y/o etc.? Es problema tuyo, por haberlo visto y tener o pi nio nes. «El Steam Store va a contener algo que odias, y no crees que debería existir. A menos que no tengas ninguna opinión, eso está garantizado. Pero también verás algo en el Store que crees que debería estar allí, y otras personas lo odiarán y querrán que no exista» agrega Johnson en la publicación.
Y para terminar la lavada de manos, el post cierra con «Si permitimos que tu juego ingrese al Store, no significa que aprobemos o aceptemos lo que intentas decir con él», como para dejar en claro que el único valor que le importa a Valve es el de esos verdes dólares que llevas en el bolsillo.
Bravo, Valve…