«Podés montarme a voluntad» escribió un usuario de Twitter luego de que Gabriela Cattuzzo, una variety streamer de Brasil, publicara una foto de ella sobre un toro mecánico con la leyenda «estoy montando el chat». Razer.
El comentario enojó a Catuzzo, que respondió «Siempre hay un imbécil para decir mierda y sexualizar a las mujeres, incluso cuando la mujer está haciendo una broma, ¿verdad? Es por eso que los hombres son basura», agregando que los hombres que no tienen este comportamiento son una excepción.
Sus comentarios se hicieron virales, disparando el debate sobre si la streamer estaba en lo cierto o era en realidad el problema. En paralelo, Gabriela comenzó a ser acosada con todo tipo de comentarios virulentos. Tanto ruido llegó a oidos de Razer, la empresa de periféricos para PC y tecnología que hasta la fecha era sponsor de Cattuzzo.
En un comunicado publicado en Twitter, desde la empresa declararon estar en contra de «cualquier tipo de discriminación, ya sea de sexo, religión, partido político o cualquier tipo de intolerancia y extremismo», e informaron que no le van a renovar el contrato a la streamer, que finaliza esta semana.
— R Λ Z Ξ R 🇧🇷 (@RazerBrazil) June 24, 2019
Dos días antes de que esta información se hiciera pública Gabriela ya había pedido disculpas por su reacción, pero manteniendo el foco en la cuestión central (misoginia y sexualización de la mujer), afirmó que no iba a pedir perdón por defenderse.
«La intención nunca fue ser misándrica y mucho menos insultar a TODOS los hombres (incluso dije que había excepciones). Por favor, comprendan: posteo fotos todos los días, y cada día la mayoría de los comentarios son algo ofensivo o sexualizando algo que no hay manera de sexualizar», escribió Cattuzzo en su última declaración.
La decisión de Razer, si bien sigue todos lo lineamientos corporativos, parece apresurada e irresponsable. Quitarle el auspicio a Gabriela fue la chispa que sus detractores necesitaban para atacar sin escrúpulo alguno. La streamer suspendió hasta nuevo aviso su actividad en redes sociales luego de que su información personal fuese distribuida online, y foros brasileros e internacionales se llenaran de amenazas hacia ella y sus padres.
En este caso, el accionar de la empresa no hace más que alimentar lo mismo que dice combatir.