En lo que podría representar un cierre de ciclo al mejor estilo boomerang para las franquicias afectadas, THQ Nordic anunció ayer que adquirió Koch Media, la compañía dueña de Deep Silver, tras abonar la módica suma de 121 millones de euros.
Como parte del acuerdo entre los firmantes, THQ Nordic (originalmente conocido como Nordic Games, hasta que en 2014 compró la licencia del nombre THQ) se ha convertido ahora en el dueño de Saints Row, Homefront, Dead Island, Metro y otras franquicias que anteriormente pertenecieran a la difunta THQ.
Y estará difunto, pero el nombre THQ vuelve a verse fortalecido como en sus mejores años de esplendor. Con la adquisición de Koch Media y Deep Silver, THQ Nordic eleva su número de empleados a 1600, divididos en 36 estudios con acceso a 106 IPs, y que en conjunto están desarrollando 50 títulos nuevos, de los que por ahora solo conocemos 17.
La gran buena noticia de todo esto es que no hay mala noticia. Según el anuncio, THQ Nordic y Koch Media funcionarán como dos entidades independientes, y no se realizarán reestructuraciones ni otro tipo de medidas orientadas a la reducción de costos, lo que por una vez podría significar que esta compra no se traduzca en despidos. Así mismo tampoco se producirán cambios en los nombres de ninguna de las empresas involucradas. A los austríacos les gusta trabajar de la manera más invisible posible.