Un marketing inteligente es un marketing que llega. No hay tu tía, todo lo demás es humo, chucu, un tiro al aire, una botella al mar. Por eso, la invención de un videojuego para promocionar un producto se convierte, posiblemente, en uno de los mejores vehículos alternativos para convocar y construir nuevas audiencias.
Y con esa lectura, los creadores de ToxiBot, un bot sobre drogas que busca reducir daños, gestaron ToxiBot, The Game, un space shooter matamarcianos clásico cuyo objetivo es “acabar con los principales referentes de la prohibición”.
Huele a Space Invaders, se saborea como un Galaga, y luce como un The Super Dimension Fortress Macross moderno, canchero y millennial.
Nuevas formas de promoción
“El videojuego está ambientado en un universo muy similar al nuestro, donde durante años los medios de comunicación, la política tradicional y el discurso prohibicionista se fortaleció y dominó toda la galaxia pisoteando los derechos de los usuarios de drogas”, cuenta Pablo Ferreyra, uno de sus creadores, a propósito de su fantasía pixelada.
“En este contexto, desde las entrañas de una computadora surge un héroe solitario para combatir la prohibición. Es ToxiBot, el primer bot de reducción de daños basado en inteligencia artificial generativa”, continúa Ferreyra.
En su sentido más estricto, el principal objetivo de ToxiBot, The Game es buscar nuevas formas de promoción y difusión para ToxiBot, que se erige como el primero en su especie a nivel mundial.
Contra la prohibición
Por caso, ToxiBot, el chatbot accesible y amiguero, tiene más de 300 consultas por fin de semana. Y allí, las personas buscan información sobre drogas y cuidados a la hora de consumir. Porque la información siempre es poder.
Pero volvamos al juego. Ahí, nuestro héroe, ToxiBot, debe vencer al Doctor Miroli y a Fleco y Male, de las publicidades antidrogas por excelencia de los años 90 (by the way, no se pierdan la impresionante investigación de Santi Alonso en El Planteo), al periodista Eduardo Feinmann y a la dirigente política Patricia Bullrich. “Toxi se enfrenta a conocidos defensores del paradigma prohibicionista de las sustancias, y es ayudado por power-ups con forma de pastilla de MDMA que van incrementando sus poderes”, explica su creador.
La base del juego fue desarrollada por Jafnee y posteriormente fue modificado y adaptado por Aníbal Sacco, uno de los creadores de ToxiBot. En rigor, se transformó la estética del shooter original y se adaptó su funcionalidad de manera consistente con la historia.
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Los ganadores no usan drogas
“Hicimos un videojuegos porque somos de la generación de los 80 y de chicos jugábamos este tipo de aventuras. La mayoría de los juegos empezaban con esa frase que decía ‘Winner’s don’t use drugs’. Claro, era la época de Ronald Reagan, eran tiempos de prohibición. Arrancaban con un mensaje del gobierno de los Estados Unidos para todo el mundo. Y esta es una linda propuesta para desafiar esa frase y ese paradigma”, se ensancha Ferreyra.
Y sigue: “La otra es que crecimos jugando un videojuego en el que hay personajes que son como pastillitas encerradas en una habitación, que están con la música al palo y conviven con luces de neón por todos lados”.
El espíritu lúdico de algunos videojuegos entroniza, también, la idea del chiche lisérgico, recreativo y, bueno, drogón. La descripción y referencia de Ferreyra es por Pac-Man y es, de alguna manera, su forma de justificar un puente posible entre fichines y drogas.
A la sazón, ToxiBot, The Game cumple con gracia la tarea de informar y fomentar el autocuidado. “Queremos modificar la oscura realidad de la prohibición”, concluye el creativo activista. Lo pueden jugar gratis entrando por acá.
Esta nota fue originalmente publicada en El Planteo.