El tema de la representación y participación de la población femenina en la industria de videojuegos es muy recurrente en Press Over. Es por eso que, como mujer e integrante de este medio, me encargué de cubrir la primera Women Game Jam de Argentina.
Se trata de un evento nacido en Brasil, pero que esta vez se extendió a Latinoamérica consedes en seis países diferentes. Como México, Perú, Colombia, Chile, nuestro país y, obviamente, la tierra ahora dominada por Bolsonaro. Aunque ahí no se hizo el 6 y 7 de septiembre, sino este pasado fin de semana.
En Argentina la sede fue en Rosario gracias a la organización de las chicas de Rosario Gamedevs, y tuvo dos encuentros. El primero fue el viernes a la noche en un brindis compartido con el evento Videojuegos Sobre Ruedas, un documental en pleno proceso de producción del que ya les vamos a contar. Mientras los arcades argentinos montaban sus máquinas en el club Combo, la Women Game Jam hacía su acto de apertura con el típico video de consejos de profesionales de otros países hacia quienes quieren ser desarrolladoras. Aunque el día importante fue el sábado.
Esta vez sí, sólo mujeres nos encontramos en la plaza Sarmiento bien temprano para ir juntas hacia Zona i, el polo tecnológico de Rosario ubicado en Zona Sur. Pero no fue propiamente una jam (maratón de creación de juegos) sino un encuentro de charlas y workshops con profesionales destacadas de la industria argentina. Como Luchi Castez (Team Guazú), Kurara Himura (Globant), Vale Zumzum (Etermax) y Mariana Badano (Etermax).
Las charlas fueron sobre Animación, User Interface, Introducción a la Programación y Producción. Con un recreo para un almuerzo compartido entre todas y luego tres workshops donde las participantes presentamos nuestros proyectos y recibimos feedback por parte de las invitadas. Con el detalle de que al menos la mitad no había hecho nunca un juego, sino que venían de otras disciplinas con ganas de entrar en el desarrollo, y para ellas hubo también consejos y motivación en general.
Women Game Jam busca promover la participación de toda persona autopercibida como mujer y disidencias (como personas no binaries). Intenta crear un entorno seguro de intercambio con otras profesionales, libre de comentarios machistas indeseados (cosas como “nah, pero las mujeres no saben programar”) y que le dé visibilidad a profesionales femeninas que a veces no son tan reconocidas.
Puede que más de un lector del otro lado no conozca de las situaciones que narro, pero es importante para una chica que quizás siempre fue vista raro por jugar o hacer juegos, encontrarse con otras mujeres profesionales que realmente se ganan la vida haciendo lo que las apasiona.
La Women Game Jam rosarina fue una jornada hermosa de encuentro y aprendizaje, y esperamos que sea un puntapié para que cada vez más chicas se sumerjan al mundo de crear videojuegos.