No soy una persona que se preocupe mucho por la moda, en ese aspecto siempre he tenido un acercamiento mas funcional en mi día a día: trato de usar ropa limpia y en buen estado que sirva principalmente para abrigarme y salvar mi pudor. No tengo problema con mezclar rayas y cuadros. Me gustan las Crocs, y nunca uso dos medias de un mismo par.
Sin embargo, cuando se trata de videojuegos, la cosa es totalmente distinta. La capacidad de personalizar a nuestro personaje en un videojuego, para muchos es fundamental. En mi caso, nunca le presté mucha atención a ese aspecto en concreto. Juegos como Black Desert Online o Dragon´s Dogma han destacado por sus editores complejos, que nos permitían crear y personalizar a nuestros personajes hasta el mas ultimo detalle. Sin embargo, siempre trato de gastar la menor cantidad de tiempo posible en este proceso, teniendo como resultado personajes bastante genéricos que repiten siempre las mismas dos o tres características.
Cuando se trata de moda la cosa es totalmente distinta. Puedo estar horas configurando a mi personaje, probando distintas piezas de indumentaria y armadura, combinaciones, seleccionando equipo según su aspecto, olvidando funcionalidad e imponiéndome un hándicap para priorizar el apartado visual.
La pregunta que me invade siempre es, ¿Por qué? ¿Por qué prestarle tanta atención a este aspecto en un videojuego cuando lo ignoro completamente por fuera de el? ¿Por qué priorizar este apartado por sobre otros que tal vez hagan mas a la experiencia jugable? Tras mucho pensar, todo se resume a tres ítems:
- El fashion me permite expresarme.
- El fashion me permite generar comunidad.
- El fashion me permite contar una historia.
Me permite expresarme
Como dije anteriormente, no soy un experto en moda, ni mucho menos, pero entiendo que nuestra imagen es una de las formas en la cual nos mostramos al mundo. Nos guste o no, nuestro aspecto es nuestra carta de presentación, y la forma en la cual nos vestimos es una de tantas maneras de construir esta primera impresión. Nos comunicamos a través de nuestra imagen, ya sea para presentarnos ante desconocidos, para mostrar interés hacia alguien en particular, o para dar importancia hacia un evento o acontecimiento.
En videojuegos esto también sucede. Utilizamos a nuestro avatar como a una extensión no solo de quien somos, sino también de quien añoramos ser, al menos en dicho mundo de fantasía. Hacemos eso a partir de muchas cosas: del tipo de cuerpo, de nuestro rostro, cabello, clase u oficio, y también a través de nuestro fashion. Nos dan la posibilidad del anonimato, de poder experimentar e ir a limites que tal vez, ya sea por miedo o pudor, no podemos explorar en el mundo real. Explorar es una palabra importante, pues este mundo ficticio nos permite experimentar cosas nuevas, expresarnos de distintas formas no solo para reafirmar quienes somos ante otros, si no también para poder redefinirnos.
Cuando era más joven, siempre que tenía la chance de crear un personaje iba por lo seguro: hacer una extensión de mi persona. Un personaje similar a como era yo, con varios kilos de fantasía encima, no solo una extensión, sino también una idealización de mi persona. Estaba muy bien, me permitía entonces, inconscientemente, reafirmar lo que creía eran mis puntos fuertes y sobrepasar los que creían eran mis límites. Algo que sin duda experimentamos todos.
El fashion era otra forma a partir de la cual reafirmaba y expandía esta identidad. Si bien editores de personaje me permitían traspasar el aspecto físico a mi yo del videojuego, encontré en la construcción del look una herramienta para representar mi personalidad. Así fue como mi Titan en Destiny tal vez no era el caballero más imponente o un imparable soldado, pero era siempre inmediatamente reconocido por ser el sujeto de los hombreras gigantes y su permanente casco a lo Daft Punk. Tal vez no era el mas bonito, o el mas cool, pero era yo, era mi personaje, y todos dentro de mi clan me reconocían al menos por el “mal gusto” de mi atuendo. Obviamente, equivocados estaban ellos, como con los Crocs, pues mi personaje se veía genial.
El fashion me permite crear comunidad
Para mi, el fashion y los juegos online van de la mano. ¿Cuál es el punto de verme fabuloso si no puedo fanfarronear frente a otros? Una parte importante del “Fashion Souls”, un 33% del total según esta nota, es poder crear comunidad. Mostrarse a uno mismo pero también ver las ideas de otros. Hay mucha discusión alrededor del fashion en los videojuegos, en algunos casos llegando a ser el verdadero endgame, en otros generando comunidades a su alrededor, en otros siendo hasta parte de su gameplay.
90% (estadística que me acabo de inventar) de los jugadores de Final Fantasy XIV se dedican exclusivamente a farmear cosméticos para luego ir a pasar el tiempo AFK en alguna de las ciudades y mostrar su glamour. Y eso mientras planean su outfit para el concurso de moda semanal que el propio juego lleva a cabo todas las semanas. Destiny 2, además de tener su buena cantidad de creadores contenidos dedicados pura y exclusivamente al tema, tiene su propia revista digital de moda, que se publica de manera bimestral, mostrando los mejores looks dentro de la comunidad.
Subreddits donde la gente comparte imágenes o canales de discord en donde se proponen ideas, de manera oficial o no oficial, los juegos que proponen diversas opciones de personalización en cuanto a la moda terminan atrayendo a gente que forma comunidades a su alrededor. Gente que tiempo atrás hacia lo mismo con muñecas, o en la vida real disfrutan de hacer cosplay. O simplemente que, como antes mencionábamos, disfruta de experimentar con la moda y encuentra en los videojuegos no solo un entorno seguro y accesible para hacerlo, sino también un punto de encuentro con muchas otras personas con interesas similares.
El fashion me permite contar una historia
Hay dos reglas principales a la hora de juzgar si un juego maneja bien todo el tema del fashion: Mi personaje tiene que verse bien, y también tiene que contar una historia por como se ve. Siempre voy a desestimar cualquier tipo de título que base su fashion souls en microtransacciones, en este caso por algo mas simple: No hay historia ahí.
El aspecto de mi personaje no solo tiene que decir algo sobre su personalidad (y por lo tanto sobre la mía), también tiene que contar su historia. Por supuesto que voy a llevar este casco que quedó obsoleto diez niveles, hice el mismo dungeon 20 veces para conseguir el dichoso drop. ¿Esta espada que no es meta y daña mi posición en los marcadores de DPS? Ya no se consigue, y yo la tengo, soy mejor que vos, aunque los números digan lo contrario.
La forma en la cual mi personaje se ve es también su historia, cada pieza de equipo que muestro con orgullo a los otros jugadores que pasan frente a mi narran mis hazañas, donde he estado, cuanto he sufrido. Es una cuestión de estatus también, claro, una forma de por un lado pagar derecho de piso, de mostrar cuanto tiempo lleva uno en este mundo y cuan en serio va.
Monster Hunter nos deja llevar partes reconocibles de los monstruos que cazamos en nuestro atuendo y armas. Hacen al look del personaje y también a su lore. Es otra forma de progresión tan importante como subir de niveles o conseguir logros, nos muestra el recorrido de nuestro personaje, desde que era un novato que apenas podía tapar sus partes con algo de cuero, hasta convertirse en un experimentado guerrero que utiliza el cráneo de sus enemigos como sombrero. Funciona también como un incentivo a avanzar, no solo buscando poder, si no también buscando elegancia.
Así podemos finalmente decir que el fashion en los videojuegos no es simplemente una cuestión de vanidad, sino también de representación, de comunicación, y de interacción. Una forma de generar pertenencia no solo hacia un personaje, sino también hacia todo un mundo y su comunidad.
¿Ustedes también diseñan los outfits de sus personajes?
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