Que la industria de videojuegos no está en su mejor momento no es sorpresa para nadie. Cierran estudios, despiden gente a montones en todos lados, y los tiempos y costos de desarrollo de la última década ascendieron hasta las nubes. Será por eso, entonces, que el contexto actual nos encuentra en un año donde las dos exclusivas de PlayStation 5 en el primer semestre fueron Rise of the Ronin y Stellar Blade.
Salir solamente en PlayStation siempre fue sinónimo de superproducción, de vanguardia técnica. En fin, de excelencia. Sin embargo, tanto Rise of the Ronin como Stellar Blade, son lo que podríamos considerar multiplataformas genéricos a los que, en algún momento del desarrollo, Sony llegó a sus puertas para invertir en ellos con la condición de que salgan en exclusiva para su consola. Y la verdad es que se nota. Mucho.
Stellar Blade está desarrollado por el estudio surcoreano Shift Up, conocidos en Asia por hacer videojuegos para el mundo mobile (Destiny Child), y por haberle vendido el 20% de la compañía a la gigante china Tencent.
Y si bien en algún momento estuvo pensada como una obra destinada a todas las consolas y PC, en 2021 Sony compró los derechos de distribución y se aseguró la exclusividad. ¿El motivo? Seguramente lo que mencionamos al comienzo, pero también un intento por pisar más fuerte en un mercado asiático que parece empezar a mirar a PlayStation de costado (basta con ver las ventas de la consola en Japón, su país de origen). Según afirman algunos analistas, por su marcada occidentalización.
Dicho todo esto, comencemos a desgranar el estreno.
Stellar Blade es un videojuego de rol y acción de ciencia ficción, que bebe muchísimo del gameplay de clásicos modernos del género como Bayonetta y Nier Autómata, pero que se queda muy flojo en cuestiones argumentales y de representación. Desarrollemos.
EVE, protagonista de la historia, llega a una tierra devastada muchos años después de que los humanos pierdan una guerra contra monstruos alienígenas invasores. Ya no queda casi nada en nuestro mundo más que ruinas, pero la pequeña colonia que sobrevivió busca recuperar lo que alguna vez nos perteneció mediante el envío de soldados especiales como nosotros, que tendremos como objetivo principal aniquilar a todo bicho feo que se nos cruce por el camino.
Y justamente es en ese aspecto donde el nuevo exclusivo de PlayStation 5 realmente se destaca, en el combate. Una mezcla entre hack and slash con pequeñas brisas de Soul.
EVE podrá cubrirse y esquivar en diferentes niveles, los que serán vitales para la duración de los enfrentamientos. Si somos habilidosos, apretaremos cobertura en el momento exacto para dejar indefensos a nuestros oponentes. Y si esquivamos justo como nos lo indican ciertos quick time events (QTE), apareceremos detrás de los enemigos justo para dañarlos por la espalda.
También podremos pegar con cuadrado y con triángulo, lo que modifica la potencia y el ángulo del golpe. Sin dudas, la dinámica de los combates en Stellar Blade es lo mejor de todo el videojuego. Algo que ya se había podido ver en los trailers y la demo, pero que igualmente nos sorprendió gratamente.
Además, a medida que vayamos adquiriendo experiencia, podremos intercambiarla por nuevas habilidades en “campamentos” repartidos por el mapa. Campamentos que, además, servirán para comprar elementos para nuestro inventario, escuchar música y guardar la partida mientras EVE descansa sobre una silla.
Otro de los puntos a destacar del videojuego surcoreano son sus enemigos. Super variados, con un diseño espectacular (los asiáticos son increíbles haciendo bichos) y bastante desafiantes hasta en las dificultades más bajas. Y esto corre tanto para los que andan por el mapa como para jefes y mini jefes.
Todos tienen características destacables, incluso más apreciables al momento de rematarlos con escenas en cámara lenta.
Ya cerrando con los aspectos positivos de Stellar Blade, no nos queremos olvidar de su diseño de niveles, que se destaca completamente en los espacios cerrados al estilo pasillo. Con algunos caminos escondidos con sus correspondientes recompensas, momentos de plataformas y pequeños puzzles. Nada del otro mundo, es verdad, pero entre tanto mundo abierto repleto de misiones secundarias sin sentido alguno más que el estiramiento de la vida útil de los videojuegos, la verdad es que se agradece.
El problema arranca cuando el mundo se abre, y donde ahora sí caemos en ese maldito vicio de la industria triple A actual. Aunque por suerte no termina siendo tan protagonista como esperábamos. En general, podemos afirmar sin miedos que Stellar Blade es, en la mayoría de la aventura, una obra más bien cerrada.
Los verdaderos inconvenientes de este exclusivo son dos: el guión y el aspecto de sus mujeres.
Por un lado, tenemos una historia de ciencia ficción demasiado genérica, con personajes sin mucho desarrollo y unos diálogos poco inspirados. Siendo buenos. A tal punto que cuando el videojuego se decide a frenar y a enseñarnos su narrativa, se pierde todo interés. Ya que nada de lo que intentan contar termina de conectar.
Estamos ante un relato superfluo que intenta ser profundo, por lo que cae en un montón de vicios del género de ciencia ficción que lo transforman en algo completamente previsible. Y, para colmo, está protagonizado por una mujer a la que constantemente se le intentan marcar sus atributos físicos.
Es verdad, es una característica muy común en la ficción asiática, no estamos descubriendo nada ni pidiendo censuras. Pero no podemos dejar de mencionar un aspecto que, como mínimo, nos parece contradictorio para un exclusivo de una consola que tiene compañeros de catálogo como The Last of Us.
Y sí, también lo sé, uno es de producción estadounidense, más precisamente californiana. Y el otro sale del corazón de Seúl, capital de un país que hace de la belleza sintética toda una cultura musical. Pero no por eso tenemos que dejar de recalcar, desde un occidente cada vez más deconstruido, que Stellar Blade pone mucho foco en el cuerpo de EVE.
Tanto desde sus posturas corporales como desde sus tomas y vestimentas. A tal punto que una de las desbloqueables es, justamente, transparente. En pos de verla “desnuda” y de cumplir con deseos de un público a todas luces cosificador.
En conclusión, estamos ante un videojuego correcto, que se destaca muchísimo en su combate y en los momentos de escenarios pasilleros. Pero que cae en nuestra consideración cuando hablamos de mundo abierto, gráficos, narrativa y representación femenina. Quedará, entonces, en cada usuario decidir qué privilegia a la hora de jugar.