Los plagios en videojuegos están a la orden del día, en especial en el ámbito mobile. Es muy común escuchar historias de desarrolladores que cuentan que a los 10 minutos de lanzada su obra en Android, por ejemplo, se encontraron con copias casi idénticas provenientes generalmente de China. Pero en este caso estamos hablando de un título finlandés para PC, compartido por medios internacionales. Y la víctima, de alguna manera, es argentina.
Desde el año pasado nos venimos haciendo eco de Dreamcore, un videojuego nacional inspirado en los espacios liminales del artista Jared Pike y en títulos como The Complex o The Backrooms. Por lo que, por supuesto, comparte características con ellos y hasta utiliza alguno de sus entornos más reconocidos.
Pools, sin embargo, no solo hace un trabajo sorprendentemente similar al del desarrollador argentino Valentín Iribarren, sino que su creador en ningún momento acusa recibo de sus claras inspiraciones y para colmo declara: «Lo mínimo que espero es una industria más arriesgada. Como entusiasta, creo que los videojuegos modernos tienen potencial perdido, ya que carecen de distinción y pasión genuina». Palabras que, sabiendo que no estamos ante una obra especialmente disruptiva, parecerían por lo menos desafortunadas.
Es muy común que cuando explota el uso de una moda estética, aparezcan muchos representantes de la misma y se inspiren mutuamente. Se trata de algo más que natural. El cine bebió de los libros, los videojuegos del cine, videojuegos de otros videojuegos. Ejemplos sobran y el arte es eso.
Pero una cosa es inspiración con créditos claros, como bien se encarga de hacer el creador de Dreamcore en todos sus espacios, y otra cuestión muy diferente es hacerse el desentendido con obras ya existentes y para colmo acusar a la industria de poco innovadora. Por más que en cierto punto estemos de acuerdo.
Pools se desentiende de sus inspiraciones, no las menciona en su comunicado de prensa y, como agravamen, los medios internacionales se hacen eco de la obra finlandesa sin el más mínimo atisbo de investigación.
Tal vez porque sólo leyeron el comunicado que el estudio Tensori les envió, les gustó y le dieron «publicar». Lo que parece ser solo una muestra gratis más del estado actual de la prensa especializada, cada día más replicadora de gacetillas, aliada del marketing y con menos rasgos de periodismo real.
Games industry should be 'less cautious,' says maker of experimental game about exploring a swimming pool dimension. https://t.co/h6L802Xsag
— PC Gamer (@pcgamer) March 12, 2024
Aunque claro, ese sería un tema que da para un debate extenso, y que se relaciona directamente con la precarización laboral, la falta de inversión y la proliferación de comunicadores flojos de papeles y ética, que terminaron por eclipsar (también por errores propios) a una profesión cada vez más cerca de la extinción.
Lo cierto es que Pools no sólo demuestra una baja innegable en la calidad del periodismo especializado en videojuego, sino que también replica el sesgo que toda la vida tuvo «el primer mundo» con los países emergentes. Basta con googlear cinco minutos para enterarse sobre las inspiraciones de Pools y la existencia de otros videojuegos anteriores como el Argentino Dreamcore, o los ya destacados The Complex y The Backrooms.
Vida Extra, PC Gamer, Vandal y otros, son solo una muestra de un problema más grande, y del que no son para nada los culpables: Europa y Estados Unidos suele mirarse el ombligo. Hoy fue con Pools y Dreamcore, mañana será con otra cosa.
Actualización: Valentín Iribarren habló ayer con el desarrollador de Pools para pedirle explicaciones, el mismo se disculpó por lo escrito por la prensa, se comunicó con PC Gamer y el medio anglosajón modificó su nota aclarando la existencia del videojuego Dreamcore. Un movimiento que, por supuesto, refuerza la crítica de esta nota.
Bueno, por lo menos los de «Pool» cambiaron su descripción. Esperemos que esto atraiga a más gente a «Dreamcore».