Después de casi un año de lucha en los juzgados, finalmente Riot y los empleados que iniciaron una demanda contra la empresa por sexismo y discriminación de género han alcanzado un acuerdo.
Esta pelea comenzó primero en agosto de 2018, con un informe de Kotaku que destapó la existencia de una cultura empresarial tóxica dentro de la compañía creadora de League of Legends, en la que las mujeres eran objetivo constante de todo tipo de abusos. El asuntó escaló rápidamente en noviembre, gracias a una demanda (la primera de la que luego serían varias) presentada por Melanie McCracken y Jessica Negron, que se propusieron poner fin a esta asquerosa situación con toda la fuerza de la ley.
La firma del acuerdo fue anunciada el pasado 23 de agosto, en un comunicado conjunto publicado a través del sitio web oficial de Riot. Si bien los detalles del mismo no fueron difundidos, el representante legal de las demandantes dijo que “este es un acuerdo muy sólido que proporciona un valor significativo y justo a los miembros de la demanda por sus experiencias en Riot Games”.
“Esta es una clara indicación de que Riot se dedica a avanzar en la evolución de su cultura y prácticas laborales”, continuó el representante. “Se han realizado varios cambios significativos en la cultura corporativa, incluida una mayor transparencia y programas de diversidad e inclusión líderes en la industria. Los muchos empleados de Riot que hablaron, incluidos los demandantes, ayudaron significativamente a cambiar la cultura en Riot”.
Por su parte, el CEO de Riot Nicolo Laurent, dijo que “con este acuerdo, estamos honrando nuestro compromiso de encontrar la mejor y más rápida forma para que todos los Rioters y Riot avancen y sanen. Durante el año pasado, hemos logrado un progreso sustancial hacia la evolución de nuestra cultura y continuaremos con este trabajo mientras nos esforzamos por ser la empresa más inclusiva en el gaming”.
Todo esto es una grata sorpresa, y una que hace un par de meses atrás parecía imposible. En mayo, la empresa intentó una maniobra para evitar que varias de las demandas llegaran a una instancia judicial. Para demostrar su rechazo, la planta de empleados organizó una serie de huelgas en todas las sedes de Riot, marcando un hito para la industria gamer en América.
Los organizadores de aquellas huelgas se hicieron eco también de las buenas noticias. “Resolver esta demanda colectiva es una victoria para las mujeres en [la industria de] videojuegos“, le dijeron al LA Times. “Esta decisión se tomó debido al arduo trabajo no solo de los demandantes y sus abogados, sino de todas las personas en Riot lo suficientemente valientes como para luchar contra la injusticia en el lugar de trabajo. Estamos orgullosos de trabajar con todos los que han contribuido colectivamente para que esto suceda”.