La onda retro es algo que nos genera placer por definición: esa mezcla de añoranza y nostalgia concentrada parecen no fallar a la hora de generar dopamina en grandes cantidades. Purple Tree utiliza esta premisa como puntapié inicial (el primero de muchos chascarrillos futboleros de esta nota) para traernos un simulador arcade de fútbol.
En Golazo jugamos un fulbito noventoso, sin fouls ni offsides, y con algún que otro power up. Estrenado inicialmente en 2019 en consolas, aprovechamos la inminente salida en Steam y mobile para analizarlo de forma exhaustiva.
Este simulador de fútbol arcade te engancha de entrada con visuales estridentes, caricaturas de los técnicos que se asemejan a grandes glorias, y diseños de jugadores simpáticos que le va a resonar a cualquier persona que haya probado juegos de balompié en los 90s. Una suerte de mezcla argenta entre International Super Star Soccer, Kunio Kun no Nekketsu Soccer League y Super Sidekicks.
Cuenta con un soundtrack limitado pero bastante bueno, que cumple con la función de acompañar la acción, como si de los viejos juegos de Captain Tsubasa se tratara. Mención especial para el relator, que se torna insoportable mencionando cada una de las opciones que elegimos en el menú pre-partido y que solamente se puede silenciar si le sacamos todos los efectos de sonido al juego: gol en contra.
En cuanto al juego en sí, tenemos opción de jugar amistosos, ya sea contra la máquina o con amigues (localmente u online), o si preferimos algo más extenso podemos volcarnos a una copa del mundo o una liguilla mundial. Cualquiera de estos modos te recompensa con monedas in-game que podés usar para desbloquear uniformes históricos de las diferentes selecciones, variedad de pelotas y looks para los jugadores del equipo a utilizar. La atención al detalle de los coleccionables es muy buena, sobre todo en el caso de las camisetas, razón suficiente para jugar al juego un rato largo para habilitarlas.
Golazo plantea los partidos como encuentros 7 vs 7 en una cancha reducida, con habilidades especiales (velocidad, tackles, tiros fuertes) que se cargan a medida que transcurre la acción sin fouls ni offsides. Más una inteligencia artificial medio cuestionable en algunas situaciones.
Ni bien aumentamos la cantidad de tiempo con el juego nos damos cuenta que una vez que entendiste cómo jugar contra la máquina, la cosa se torna bastante sencilla. Yo no soy muy bueno en los juegos de fútbol pero pude ganar el mundial en la dificultad más alta consiguiendo tres goles de diferencia en absolutamente todos los partidos. Y en el único partido que me convirtieron goles fue en uno que gané 7-2.
Aunque creo que el mayor inconveniente radica en la IA de los jugadores, siendo el arquero el más dormilón por lejos. Basta con cruzar una pelota dentro del área que va a zambullirse hacia la nada como si no hubiera mañana, para dejar el arco completamente descubierto el 100% de las veces. Tal es así que una vez me hicieron un gol tras un pase largo rival desde el otro arco.
Contra otras personas seguramente sea más divertido, ya que los jugadores en cancha van a contar de un movimiento menos predecible y el “fulbo” con chicana de por medio siempre es mejor. La base para ser un muy buen juego de fútbol está en Golazo, pero no puedo dejar de marcarles también las falencias solucionables. Y fue bastante difícil porque otros miembros del staff de Press Over (que incluso tiene publicidad en los carteles de la cancha) lo disfrutan y están muy contentos con el juego.
Golazo es ideal para jugar partidos con amigos y amigas, pero para ser mucho mejor y brindar una experiencia en solitario a la altura, le faltan algunas variantes en los modos de juego y una inteligencia artificial más pulida.
Golazo está disponible en consolas desde 2019 y el próximo 3 de noviembre llega a Steam y el mercado mobile. En Press Over lo jugamos gracias a la gente de Purple Tree.