Posiblemente cuando hablemos de Obey Me en unos años, estaremos hablando de unos de los juegos argentinos más importantes del 2020 y de una demostración del progreso de la industria nacional. El juego, obra debut del estudio Error 404, logra sus objetivos y nos convence de sumergirnos en la batalla del infierno contra el paraíso.
¿Quien no querría repartir puños a diestra y siniestra a cuanto demonio espectral encuentre? Bueno, Obey Me nos permite eso con una premisa consistente, protagonizada por Vanessa Held y su demoníaco perro Monty. Dos personajes con un gran trabajo de guión.
En un mundo en el que, a escondidas de los humanos, el infierno y el paraiso pelean una guerra infinita, Vanessa es un demonio inferior (humano convertido) que sirve a un tal Ammon, quien la enviará a eliminar diversos enemigos que están corrompiendo el mundo. Pero desde un principio nos quedarán algunas dudas, como quién es realmente Ammon o quién es esa persona que nos sigue, amasando una trama atractiva e intrigante.
Los enfrentamientos tiene un gran atractivo y dinamismo, pero se lo deben en gran parte al bestiario del juego. Casi todas las peleas nos presentan un enemigo diferente al que tenemos que hacer frente y que tiene una habilidad distinta. De este modo, algunos explotan luego de unos golpes, otros te ciegan con su tóxico y otros te atacan con una velocidad extrema. Además, es super interesante tener un álbum en el menú que nos va coleccionando todas esas bestias, datos y curiosidades de cada una para conocerlas mejor.
Es un gran acierto de Obey Me remarcar la dificultad de cada boss por encima de los personajes comunes y hacerte sentir que realmente estás peleando con alguien mucho más poderoso como el temible Ors o su secuaz Billy.
Las peleas tienen un sistema de rankeo muy interesante. Cada pelea nos juzgará por nuestra eficacia y forma de pelear, calificándonos por nuestro rol en el videojuego y haciendo que después el puntaje global del capitulo tenga un ranking consecuente al de las batallas. Así, el juego adquiere una capacidad de rejugabilidad.
Monty y Vanessa tienen sus combos propios que, a cambio Almas (que se consiguen rompiendo cristales por el mapa), pueden ser mejoradas para hacer más daño. También, cada personaje cuenta con una habilidad especial y cada arma utilizada por Vanessa cuenta con una característica propia, que va desde lanzarla de lejos hasta invocar minions corruptos que nos ayudan a pelear.
Pero el factor más interesante de las peleas es la modalidad de fusión, en la cual, apretando un botón por tiempo limitado, Vanessa y Monty se unirán (tipo Dragon Ball) en un demonio poderoso con habilidades propias, mucho más fuerte y con la capacidad de regenerar su vida. Algo perfecto para cuando se nos llenan las calles de demonios o hay que hacerle frente a alguno de tamaño edificio.
Finalmente, Obey Me nos cuenta su contexto histórico por medio de las notas del Profesor Crowley, unos documentos coleccionables que nos servirán para completar todo al 100% y para entender mejor aquello que nos rodea y recorremos.
La primera obra del estudio argentino Error 404 es realmente recomendable, especialmente para jugarlo en cooperativo y en una consola. Veremos qué se traerán entre manos con Project Tartarus, el nuevo proyecto que anunciaron hace algunas semanas. Estaremos atentos.
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Desarrollador: Error 404
Lanzamiento: 21 de abril de 2020
Plataformas: PlayStation 4 – Xbox One – PC – Switch (en el futuro)
¿En Español?: Si
Fuente: Copia provista por Blowfish