Hace ya varios años estamos vivenciando el surgimiento de una corriente de indies del género terror con estética mezcla de VHS y gráficos de PS1. Lo hemos visto en los títulos de Puppet Combo y Chilla’s Art, entre otros tantos equipos de desarrollo. Son títulos donde los personajes están hechos con pocos polígonos, la resolución puede llegar a ser más baja de lo normal para los estándares de hoy en día y tienden a poseer un filtro que emula aquellos viejos casetes VHS de antaño.
El último representante argentino de este característico estilo es Canine, un juego creado por PuKo Studio, una dupla de desarrolladores, donde tendremos que encontrar a nuestro perro Tomy, quien se encuentra desaparecido, al igual que varias otras mascotas. La única pista que tenemos es el rumor de que una clínica veterinaria podría estar relacionada.
Cabe destacar que uno de los miembros del estudio es Joaquín Castro, a quien tuvimos el placer de entrevistar en otra oportunidad y, además, reseñé su anterior juego, Torii, demostrando su capacidad de laburar en distintos tipos de lanzamientos, sin necesidad de encasillarse en un solo género.
¿Cómo sobrevivir tu visita al veterinario?
Los controles son bastante simples. Te movés con WASD y el mouse, te agachás con Ctrl y tirás una pelotita de tenis, perteneciente a tu perro, con el click izquierdo. Es todo lo que vas a necesitar durante tu travesía. Te dan bastante tiempo para acostumbrarte antes de sufrir cualquier peligro real así que aprovechalo.
Una vez adentradxs en la clínica veterinaria es cuando empieza la joda. Una mezcla híbrida entre can y humano estará todo el tiempo al acecho mientras buscás a tu mascota y una manera de salir de allí. Sos vos y tu pelota contra el hombre-perro.
El enfrentamiento 1 a 1 con el bicho es bastante simple: cuando esté cerca, vas a escuchar una música alarmante que te hará entender que estás en peligro. El uso del sonido estéreo y del volumen nos va a indicar vagamente desde qué dirección proviene y a qué distancia está. Nuestras armas son tirar la pelota para que se distraiga y escondernos. Si nos atrapa, es game over y tendremos que volver al último checkpoint.
Una clínica poco usual
El diseño del nivel “principal”, donde estaremos la mayor y más importante parte de nuestro tiempo, está bastante bien hecho. Contaremos con diversas habitaciones para investigar y un diseño semi-laberíntico con el cual, para el final de la pesadilla, estaremos familiarizadxs.
Las distintas secciones dentro del mapa tienen un diseño medianamente simple, por lo que lo importante es actuar rápido por sobre tener un paneo mental de cada una de ellas. Igualmente, al ser un juego corto, nuestra primera vez no será tan fácil.
Una vez superado, tendremos un sistema de puntuación, el tiempo que tardemos, uno de dos finales y otros detalles más que permitirán medir nuestro desempeño.
Hay un incentivo para probar nuevamente la aventura, esta vez con menos miedo y más deseo de autosuperación, como si se tratase de los viejos títulos de las sagas de Resident Evil (sobre cuya segunda entrega escribí hace poco) o Silent Hill (la cual recibió bastantes buenas noticias hace algunos meses) que te dan un puntapié para que intentes de vuelta, esta vez sin temor.
¿Final feliz? ¡Depende de vos!
Canine logra su cometido como título de terror. El miedo a lo desconocido me parece un factor decisivo a la hora de disfrutar esta clase de obras por lo que algunos detalles fueron omitidos adrede. Sin embargo, cabe destacar que como videojuego, es divertido. Nos llevará entre 40 minutos y una hora finalizarlo aunque ese tiempo se puede achicar con los próximos intentos.
Está a unos tres dólares en itch.io y prontamente se encontrará en Steam también. Suficientemente barato para lo que se inflaron los precios en la plataforma de Valve como para que solamente que sufras con el género sea motivo para que no lo pruebes.
Además, Canine está en español por lo que el idioma no implica barrera alguna.
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